Sofia (2)

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Después de un rato de consideración, quise invitar a la chica del restaurante, Naomi, para conocerla mejor.
No podía sacarla de mi cabeza, quizás de lo smooth que era su manera de hablar y ligar. Pero había algo más, sólo no podía poner mi dedo en el renglón.
Hablamos por teléfono varías noches, llegando a caerme muy bien; hacía chistes tontos y me hacía reír, eso es un plus para mi.

- Bienvenida a mi casa - sonreí mientras le mostraba a Naomi el lugar.

- Gracias - dejó su bolsa en la entrada - It's a very nice place.

- Muy rústico y hawaiano, pero tiene su encanto - sonreí.

Marshmallow fue corriendo con Naomi. Aunque era un perro muy tranquilo no era nada fan de las visitas, les llegaba hasta gruñir y morder de vez en cuando. Quise agarrarlo del collar para evitar un accidente pero fue directo a las piernas de Naomi, pegando su cara y moviendo la cola emocionado.

- Wow - musité - Eso es nuevo.

- Que lindo - Naomi lo acaricio - ¿Por que lo dices?.

- Nunca ha sido agradable con las visitas, ni con Clarissa fue la primera vez que la conoció - puse las manos en mi cintura.

- Me gusta pensar que soy especial - se enderezo, viendo a Marshmallow sentarse a su lado con la lengua de fuera - O quizás tengo olor a malvavisco.

Me quede en silencio ante el comentario, digo quizás era una coincidencia pero nunca le había dicho el nombre de mi perro.

- ¿Oye y como sabías que mi nombre era Sofía? - me cruce de brazos.

Me miro unos segundos seria, hasta que sonrió

- Lucky guess - se encogió de hombros.

- Claro... solo un lucky guess - la mire de pies a cabeza - ¿Eres algún representante o algo por el estilo?.

- What? - levanto una ceja.

- Nada nada... olvídalo - me aleje buscando un vaso de agua para ella.

Mientras que le servía, pude notar de reojo que estaba viendo las fotos de cuando era pequeña colgadas en la pared.

- Awww look at you - me apunto - Te ves muy chiquita.

Me acerqué a ver la foto en la que me apuntaba; era yo abrazando a Eduardo en la feria mientras mi padre sostenía algodón de azúcar. Fue de mi cumpleaños 9.

De la nada sentí el olor a malvavisco, girando mi cabeza a donde provenía, extrañamiento venía de Naomi. Me acerqué más para ver si quizás era un perfume impregnado en la ropa, para mi sorpresa venía de su piel, como si ya estuviera pegado a ella.

- Wow de verdad hueles a marshmallow - susurre - ¿Que perfume o loción es?.

- ¿Loción? - me miro confundida, para luego sonreír nerviosa - Ah claro claro, emmm es una loción... china.... Eh.... La compre hace mucho no recuerdo bien.

- Oh.... - ya se me estaba haciendo extraño todo - Entiendo a mi igual me pasa.

- Tu hueles a perfume Chanel número cinco que te regalaron tus papás en tu cumpleaños quince - susurro.

- ¿Como sabes eso? - me hice para atrás metiendo la mano en mi bolsillo donde estaba mi pepper spray.

- Ah Bueno por que en la foto de tu cumpleaños se ve la caja del perfume - apuntó a mi foto, donde si se veía pero un poco borroso.

Quite la mano poniéndola en mi cintura

- Eres muy observadora.

- Gracias es uno de mis dones, puedo ver cosas que nadie más puede de si mismos - se giró a verme de frente.

- ¿Ah si? - la rete - Entonces dime algo.

Me analizo la cara, enfocándose en una de mis orejas

- Tienes una perforación que te rompió la oreja - me la apuntó - estoy deduciendo que en un desesperado intento por hacerte una en el cartílago le pediste a tu papá, que tiene el pulso un poquito tembloroso, que la hiciera por ti por que te da miedo el crujido que se escucha cuando te la hacen, pero por el pulso te termino rompiendo y desgarrando el cartílago.

Di dos pasos atrás sintiendo hormigas recorriendo mi espalda, ¿como le atinó tan bien a todo?.

- También me fije que tienes un pepper spray en tu bolsillo izquierdo del pantalón que te regalo tu padre por que la marca solo viene de Rusia - lo dijo con tanta naturalidad que hasta asustaba - Lo vi en el espejo.

- ¿Quien eres? - susurre.

- Mira si de algo tienes que estar segura es que me llamaste la atención completamente, me cautivaste - inclino su cabeza de lado - Todos tus movimientos son algo predecibles pero tienen su magia, así que quiero ser tu amiga, o algo más.

- Espera espera espera - sacudí la cabeza - ¿Te me estas declarando?.

- Puede ser - sonrió - Disculpa nunca he tenido amigas, soy nueva en la isla, y perdón si te asusto no he tenido la oportunidad de saber cómo comunicarme correctamente.

- Lo dices como si hubieras nacido ayer - me cruce de brazos.

- Algo parecido - sonrió nerviosa - Pero mis intenciones son buenas, tú perro puede comprobarlo.

Marshmallow se volvió a acercar, lamiéndole la mano a Naomi.

- Bien... pero nada de funny business - la apunte - Quiero confiar en ti.

- Si en algún momento te sientes amenazada te permito atacarme con la navaja que tienes en el otro bolsillo.

- OKAY YA DEJA DE HACER ESO ME ASUSTAS - me reí nerviosa de la exactitud que tenía.

- Lo siento... ¿quieres ir por un helado?, yo lo pago.

- Bien, solo por que tu lo pagas - tome la correa de marshmallow para que nos acompañara.

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