Llegar al apartamento y ver todo hecho un desastre, le dio a Sirius el peor de los indicios esa noche. Su corazón parecía a punto de dejar su cuerpo mientras llamaba el nombre de Hermione por todo el lugar. Estaba desesperado, sin saber por donde comenzar a buscarle.
De pronto, como si fuese un mensaje para él, había un libro cerca de la puerta, el libro favorito de ambos. Uno que ella había tomado de Grimmauld Place. ¿Acaso estaría allí? Hermione jamás dejaba aquel libro fuera de la habitación pues siempre lo leía para dormir. ¿Como era aquello posible? ¿Debía avisar a James o a Dumbledore?
Sirius tomó una bocanada de aire y salió del apartamento hecho una furia hacia el único lugar que se le ocurría. Estaba molesto, lleno de ira y sobretodo con el sentimiento de un frío recorriendole el cuerpo.
Al llegar a Grimmauld Place, realmente poco le interesaba si estaban en medio de una reunión de mortífagos, no le caería mal acabar con alguno. Sin embargo, cuando Kreacher abrió la puerta, la mirada sorprendida de Walburga le recibió mientras que él solamente se abría paso rapidamente hacia ella.
- ¿Dónde está? - siseó hacia la mujer.
- ¿Dónde está quién? ¿Acaso no sabes que no eres bien recibido aquí? - le preguntó con tranquilidad.
- Sabes de quien hablo. ¿Dónde está mi mujer? ¡Si no me dices donde está...!
- ¡Sirius! - Hermione que bajaba las escaleras apresuró su paso y se abalanzó sobre sus brazos. El hombre le envolvió con tanta fuerza que se sintió ahogada por unos segundos, luego Sirius besó su frente y le escrutó con cuidado.
- Joder. ¡¿Qué carajos haces aquí?! El apartamento...esta revuelto, alguien estuvo allí. ¿Cómo es que de todos los lugares viniste aquí Hermione? ¿Por qué?
- ¿Hermione? - preguntó Walburga mas interesada - Me ha dicho que se llamaba Jean.
- ¿Eso te importa? No es tu maldito problema.
- Para tu información...
- Sirius -interrumpió Hermione - tu madre me ha sacado de allí antes que llegaran los Lestrange. Supongo que después de todo, ella tenía razón.
- Pero...¡¿cómo se te ha ocurrido hacerle caso a Walburga?! ¡Pudo llevarte a una trampa! ¡Te hacía mas sensata! - reprendió el ojigris - Vamos, iremos a casa.
- ¿Cual casa? Acabas de decir que fue atacada, el insensato eres tu que pretendes llevartela - sentenció la mujer de ojos grises - Ella se quedará aquí.
- ¿Quien me lo impedirá? ¿Tu? ¿Orion? - Sirius se giró hacia ella y le encaró con todo el valor que tenía - Quiero ver que lo intenten. Me educaron bien, ¿sabían? Puedo derrotarlos sin ninguna contemplación y seguramente me agrada la idea de petrificarlos a los dos.
- Si te hubiesemos educado tan bien como dices, no nos habrías traicionado Sirius - se acercó Orion - Lamento decirte que mientras lleves nuestra sangre no podras deshacerte tan rápido. Además ese crío en el vientre de esa mujer es el último Black que...
- Mi hija no es problema de ustedes. No necesito nada ni mucho menos, quiero algo de ustedes. Mientras mas lejos estén mucho mejor y este pequeño acto de bondad de su parte no me interesa en lo absoluto - siseó con total desdén - No les he pedido que lo hagan.
- ¿Preferirías a tu esposa muerta? Pensé que ese amor que dices tenerle dejaría al menos ese orgullo a un lado - suspiró Walburga - Si vuelves con nosotros y ella se une aún siendo una sangre sucia, el señor Tenebroso los mantendrá a salvo.
- ¡Jamas vuelvas a llamarla así! ¡Jamás! - gritó el Sirius hacia la mujer. Hermione por un momento pensó que la atacaría pero no sucedió.
- Rodolphus ha estado regodeandose en la muerte de Regulus y ha dicho que luego de que Orion y yo ya no estemos, se hará con nuestra fortuna - habló Orion de pronto - por mas que detestemos lo estúpido que eres y que has traicionado todo lo que creemos, preferiríamos que tu tomes lo que te corresponde como un Black.
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Marauder's Supremacy
FanfictionLas reglas deben romperse pero para comenzar, una joven deberá dejar todo atrás.