Sirius tenía las palabras de Remus clavadas en la espalda como si fuesen una enorme piedra que no podía quitarse. ¿Acaso no podía ver a Hermione como a Lily? Realmente se preocupaba por ella y sentía que debía cuidarla, mantenerla a salvo.
Esa noche decidió quedarse en el bar mientras la rubia trabajaba hasta tarde y aunque sabía que no obtendría nada de ella, Sirius solo necesitaba no ir al apartamento, aunque ni el mismo sabía la razón. Hermione era una muchacha de carácter pero sabía en lo que podría meterse, jamás caería en las trampas de Sirius ni en sus guiños descarados, ni cuando se acercaba demasiado y notó que cuando le tomaba de la cintura no hacia mas que soltarse tan rápido como pudiese.
Sentía una punzada de molestia y no podía entender la razón. Aunque tampoco es que quería analizarlo profundamente. Shannon o Shania no iba a salir nada temprano y esta ves el bar estaba tan lleno que tendría que quedarse hasta que se vaciara el lugar. Dejó el dinero muggle sobre el mesón y se despidió de ella con la mano.
Ir a la casa de James y Lily por esa noche era imposible, sobretodo con el aviso de noche romántica que significaba claramente sexo y no quería volver a llegar de sorpresa y encontrarse a James en una posición totalmente absurda y a una pelirroja lanzándole un hechizo.
Así, que tomó un respiro y se subió la capucha de su chaqueta para comenzar a caminar hacia su apartamento. En el trayecto solo puede pensar en que las cosas se pondrán difíciles y Hermione había sido el emisario de la desgracia y la salvación. Miró el anillo en su mano y alzó sus cejas para luego meter ambas manos en el bolsillo, Walburga y Orion pegarían el grito al cielo si supieran que había contraído nupcias con una hija de muggles. Tenía la tentación de aparecerse en Grimmauld Place y darles la fabulosa noticia pero no cometería sejemante estúpidez y poner en riesgo a Hermione solo por eso, conocía a sus padres y serían capaces de enviar a Bellatrix a asesinarla, la castaña había sufrido demasiado por parte de ella y seguramente, escribir aquellas palabras en su brazo no habían sido la única tortura.
La había escuchado hablar en sueños, se acercó a la puerta que estaba entreabierta y estuvo tentado a despertarla, se quejaba, pedía clemencia, llamaba a Harry y a Ron. Sirius pensó que quizás, eran tan importantes para ella que en cualquier instante ella recurría a sus nombres para sentirse a salvo. Quería preguntarle muchas cosas, de todos, cosas que sabía había omitido, pero ella era hermética, como una caja bajo un hechizo de cerradura que era imposible de abrir.
Cruzó la calle y frente a la entrada, se encontró con una imagen familiar. Demasiado familiar.
- Maldición - musitó por lo bajo y sacó su varita, pero la persona frente a él no hizo nada mientras se acercaba.
- Prometo que vengo en paz, hermano.
Regulus Black, frente a él le recordó a aquellas imagenes de los famosos zombies muggle, estaba demacrado, delgado y se veía como ese adicto que estaba a tres calles de la academia, nervioso y alterado.
- ¿Paz? ¿Seguro no vienes a asesinarme como hiciste con esa pareja? - gruñó y le tomó del cuello de la túnica - Joder, Regulus. Te partiría la cara en este mismo instante pero creo que te haría un maldito favor porque luces de la mierda.
Una pequeña pero débil sonrisa se dibujó en el rostro del menor y miró hacia ambos lados.
- Nadie mas que yo sabe donde vives - susurró Regulus - pero no se si me siguen. Pero...necesitaba hablarte, verte. ¿Pue...puedo pasar a tu apartamento?
- No. Por supuesto que no - gruñó y le miró - Iremos a otro lugar. Ven, eres demasiado idiota Regulus, demasiado.
Sirius respiró molesto y le tomó del brazo mientras lo llevaba a un café de mala muerte donde siempre pensó que sino moría envenenado por el café, lo mataría alguna enfermedad solo por comerse una rosquilla en ese sitio, pero nadie iría allí, por lo menos no alguien que lo reconociera. El mayor de los Black sacó de chaqueta algo de dinero muggle y pidió dos cafés, solo para aparentar aunque cuando Regulus estuvo a punto de llevarselo a la boca, Sirius le tomó con fuerza el brazo.
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Marauder's Supremacy
FanfictionLas reglas deben romperse pero para comenzar, una joven deberá dejar todo atrás.