Hacía tiempo que Hermione no sentía que descansaba, su aire parecía mas limpio, sus cuerpo se sentía menos adolorido y sobretodo, un alivio le recorría completamente. Soñó con Harry y con Ron, abrazó a Ginny en sus sueños y sonrió a Neville que parecía feliz de verle, quiso llorar, pero aquellos rostros se convirtieron en los de James, Lily, Remus y Sirius, quienes solo se quedaron con ella en silencio.
Despertó con un nudo en la garganta y suspiró, para su sorpresa una mata de pelo negro estaba sobre el borde de su cama. Sirius estaba allí con los brazos como almohada, dormido profundamente. Ella lo miró y notó el anillo que brillaba reluciente en su mano y luego miró el suyo, aquello había salido mejor de lo que esperaba, aunque no era como podía imaginar que sería, pero la oportunidad de que ahora en adelante su vida fuera normal estaba lejana.
Tocó su cabello e intentó despertarlo con suavidad pero Sirius solo se removió y frunció el ceño para girar su rostro, así que decidió ser mas brusca y jalar un mechón con fuerza.
- ¡Auch! Joder, ¿quién...? Ah, te despertaste. Vaya manera de tratar a tu marido - dijo desperezandose y bostezando - ¿Como te sientes?
- ¿Qué haces aquí? - susurró - No puedes estar aquí después de las 8.
- Los muggles dicen...en la salud y la enfermedad. Bueno, aquí estoy castaña tonta - le replicó - Me metí de incognito y susurrando cosas que no quieres saber al oído de la medimago que está en la entrada. Futuras referencias, detesto que halen mi cabello a menos que estemos en una cama, en condiciones menos decorosas y...
- ¡Shs! No quiero saber nada de eso - le calló sonrojada - Asqueroso, pervertido.
- ¡Eh! Pero te saqué colores. Eso significa que estás mejor. Me quedé para eso. Entonces la unión si funcionó, ¿no te parece? Aunque no luces muy feliz.
- No. Eres la última persona con la que pensaría en casarme, Sirius. Apenas te conozco - le explicó con voz cansada - y en el tiempo de donde lo hice, para mi eres el señor Black, padrino de mi mejor amigo.
Sirius la miró y colocó su mentón sobre su puño, recostado en la cama del hospital.
- ¿Dices que ese Sirius no podría pensar en que una jovencita como tu sea ideal para un poco de...diversión? - enarcó una ceja con plan para pincharle y ella rodó sus ojos - Esa persona que conociste, ya no existirá, Granger. Pero para tu consuelo, yo no me casaría en lo absoluto - exhaló con el ceño fruncido - solo que, si esto funcionaba para salvarte, usaría ese comodín.
- Lo agradezco, en serio, no pienses que...
- También entiendo - dijo con calma - se que estás aquí con algo que hacer, pero, solo intento animarte un poco y bromear con este matrimonio falso, Hermione. No es como si quisiera hacer que te enamorases de mi. El amor no es para todos y yo soy alérgico a eso - explicó encogiéndose de hombros - Toda esa cursilería, aniversarios, chocolates y flores.
- En tu defensa, nunca has parecido uno de esos tipos que lleva flores - esta vez ella era quien estaba bromeando con él y le sonrió - pero, como te dije, agradezco lo que haces por mi y por el riesgo con la idea mas pésima que a alguien se le ha ocurrido, pero funciona, ¿no es así?
- Funciona - asintió con una media sonrisa - ¿Cuando es tu cumpleaños? El mío es el 3 de Noviembre. Que conste que te lo digo para que me prepares una fiesta sorpresa.
- Es el 19 de septiembre - respondió con tranquilidad - y no creo que te haga una fiesta sorpresa, no se me da bien sorprender.
- Bueno, podemos arreglarlo - le guiñó - ¿Amigos?
- ¿Amigos? - repitió con curiosidad.
- Pasarás mucho tiempo aquí, señorita Granger - dijo como si fuese obvio - necesitas amigos y tenemos cosas en común, por mas raro que parezca.
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Marauder's Supremacy
FanfictionLas reglas deben romperse pero para comenzar, una joven deberá dejar todo atrás.