- Esto no puede ser cierto.
Hermione veía como Celine y Marie se quedaban embelesadas mientras un hombre se detenía a saludar por el pasillo a unos cuantos conocidos. Las escuchaba murmurar en francés y aquello solo le hizo rodar sus ojos.
"¿Ya lo has visto?"
" Es monsieur Black. ¿Será un vampiro?"
Para desgracia de la castaña, Sirius Black se acercaba a ella acompañado con el jefe del departamento y solo le quedó resignarse y quedarse en su lugar, huir no sería tan Gryffindor de su parte.
- Granger, a ti te estaba buscando - sonrió el hombre rubio y alto frente a ella - Quizás ya lo conoces, este es...
- Sirius Black - terminó Hermione para el gusto del ojigris - si ya nos conocemos.
- Excelente, excelente. Tenemos un pequeño problemilla. Un mago inglés ha traído algunas crías de ninfa, cómo sabes está prohibida la esclavitud de criaturas semi humanas pero el punto es que no fueron nacidas ni criadas en Francia por lo tanto la ley...
- La ley no habla acerca de la ilegalidad de traerlas aquí. Lo sé Paul - completó con una sonrisa condescendiente.
- Magnifique. Mi viejo amigo Sirius vino a ayudarnos con eso, si las cosas se ponen feas...también es un empollón que se sabe todos los reglamentos - esta vez Hermione miró a Sirius con sorpresa - Seguro encontrarán una manera de resolver este problemita antes que salga de nuestras manos. Bien, los dejo para que se conozcan mejor.
Hermione pensó en ese momento que si la envidia tuviese cuerpo y rostro, sería idéntica a Celine. Ella solo le miraba incrédula y estaba casi segura que Sirius lo notaba, aunque parecía demasiado entretenido con eso.
- Paul es un dolor en el culo, pero te aseguro que es un buen tipo - dijo Sirius hacia ella con una media sonrisa. De pronto se giró y miró a Celine quien palideció tan rápido que Hermione temió por su vida - ¿Celine?
- A-aja.
- Claro, te reconozco. Eres la novia de Claude el chico del departamento de aurores, ¿no? Siempre está mostrando una foto tuya a quien esté dispuesto a verla - soltó para desgracia de Celine y diversión de Marie - Es un placer.
Hermione solo se había dedicado a rodar sus ojos y dar media vuelta para desaparecer de allí hasta que sintió unos pasos que se apresuraban tras ella.
- Tengo mil cosas que hacer. Lo de Paul, puedo verlo en mi casa.
- ¿Llevo algo para comer o prefieres que prepare algo? - preguntó con tanta confianza que ella se detuvo a mirarle con el ceño fruncido.
- Prefiero trabajar sola, monsieur Black. Me va mucho mejor sin entretenerme.
- Soy muy silencioso, ni me vas a notar. Además no es solo ir a tu casa y hacer el trabajo. Nos toca hacer reconocimiento del sitio, ¿recuerdas? - dijo hacia ella mientras trataba de no fijarse en sus labios.
- No. Y no soy auror ni mucho menos soy rompedor de maldiciones como para hacer semejante cosa. La verdad es preferible que le asignen a otra persona - sentenció Hermione para sorpresa de Sirius quien abrió su boca y la cerró de inmediato.
Sirius no entendía aquel rechazo. No es que quisiera comenzar una relación de tipo romántico pero ella era la mejor amiga de su hija, aún así, parecía que no le perdonaba del todo aquel trato tan distante y furioso que le había dado años atrás.
- ¿Por qué se supone que debo buscar que me asignen a alguien más? Además, Granger. Por si no lo sabes aún no te has graduado por lo tanto sigo teniendo más rango que tú, en este y en todos los países a los que decidas ir - el tono autoritario hizo que Hermione le mirase como si fuese todo un lío - Paul me dijo que eres la mejor así que decidí quedarme contigo, sea como sea.
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Marauder's Supremacy
FanfictionLas reglas deben romperse pero para comenzar, una joven deberá dejar todo atrás.