Los días habían pasado y Hermione hablaba un poco más y soltaba anecdotas de Helen, la dueña de la librería mientras Sirius la escuchaba atenta y recordaba las palabras de Remus. La academia parecía demandante y aunque era un alumno aventajado, tenía que quedarse estudiando hasta tarde y agradecía en el fondo la compañía de Hermione quien aprendía junto a él y le ayudaba a terminar los informes para poder cumplir con las misiones.
Encontraba placentero el cosquilleo que le daba el estar cerca de ella o verle sonreír de vez en cuando. Sus encuentros con la chica del bar se habían reducido a solo verse con una barra de por medio y ante la sorpresa, imaginó que había alguien mas.
- Entonces, ¿quién tiene tu corazón? - preguntó mientras él bajaba la mirada con una media sonrisa.
- ¿Actualmente? Este delicioso...¿como lo llamas tu? ¡Ah! Cocktail de arándano. ¿Sabías que odio el jugo de arándanos? Pero debo decir que en licor...
- Hey señor estrella hablo en serio, se te ve un aura totalmente diferente y me parece que es por tu esposa, ¿por que no me dijiste que tenías novia?
Sirius miró su mano y vio que había olvidado quitar el anillo.
- ¿Hablas de esto? Es una promesa de castidad, linda - le guiñó.
- ¿Castidad? El Dios del sexo, ¿hablas en serio? Seguro ha de ser que tienes una ampolla ahí y estás de reposo - se burló ella - o en serio te has enseriado de una vez por todas.
- Si estuviera casado, ¿igual tendríamos sexo?
- Eso depende, ¿tu esposa está interesada en un trío? - preguntó con una sonrisa divertida.
- Bueno, de hecho no creo que esté en nada de sexo en realidad - le contestó con el ceño fruncidom
- Entonces si existe una señora estrella , que tierno. Al menos alguien encontró el amor y eso me alegra - la mujer le sirvió otro trago y le miró - ¡Hey! ¿Por qué pareces tan desanimado? Las mujeres no siempre queremos sexo, ¿sabes? Quizás tu chica es mas del tipo romántico.
- Pues eso si que es un gran problema, Shannon - soltó con un bufido.
- ¡Sirius! Es Samantha, ¿acaso tengo cara de Shannon? - Sirius estuvo a punto de disculparse pero ella soltó a reír - Eres todo un caso, chico lindo, pero dime, ¿la quieres?
- ¿Eso debe importar?
- Estás casado, debe importar mucho - afirmó - Mis padres se amaban mucho, lamentablemente mi madre murió y mi padre jamás volvió a casarse. Parece que su corazón se fue con ella.
- Eso es algo deprimente, Samantha - admitió Sirius pero ella negó.
- Es romantico, eso es parte del amor. Sentir que esa persona tiene tanto de ti que cuando se va, ese espacio queda por siempre esperando por que vuelva. Entonces si, algunas mujeres vemos el amor de una forma profunda. Importa mucho que la quieras, ¿por que sino te casaste con ella?
- Puede que sea complicado de explicar, pero si me importa mucho. Es solo que...creo que comencé a sentir mas cosas por ella pero pues...no es que ella guste de mi. Aunque creo que si le atraigo de cierta forma, hubo esta vez que se me abalanzó y quería que...- Sirius levantó su mirada y se detuvo - El punto es que no creo que me vea como prospecto a que nuestro acuerdo matrimonial se consume, si sabes a que me refiero.
- Ya veo, pero, ¿lo has conversado con ella?
- Pff. Como si eso fuese posible, la pobre ha tenido días difíciles y no creo que sea un tema que tocar.
- Pues - Samantha le miró y alzó sus cejas - haz que se enamore de ti. Eres guapo, muy divertido, pareces un buen tipo con problemas serios, pero...eres confiable y tienes esos hermosos ojos que parecen plata.
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Marauder's Supremacy
FanfictionLas reglas deben romperse pero para comenzar, una joven deberá dejar todo atrás.