Hermione despertó de pronto, encontrandose con Sirius a su lado, quien tenía su mano sobre su abdomen. Sonrió enternecida de aquello y quiso besarlo pero se limitó a solo verlo dormir tan apacible y calmado. En la mesa de noche, había dejado el relicario seguramente para no perderle de vista y se preguntó si recién había pegado el ojo o no.
Lo sucedido en la mansión Black le dejó un mal sabor. Pensó en Sirius y en como había tenido que convivir con aquellas dos personas que parecían odiarle con todo su ser. ¿Era por eso que estaba tan amargado el Sirius que ella había conocido? Ahora lo entendía. Aquella casa seguramente le traía desagradables recuerdos y verse encerrado allí, probablemente le había abierto heridas del pasado.
La castaña acarició el cabello del pelinegro y este se removió despacio, en un suspiro profundo aún en su letargo. Aún se preguntaba cómo había terminado enamorada de Sirius, siendo tan diferente a lo que ella era y sobretodo con la brecha de tiempo que les separaba. ¿Que pensaría Harry? ¿Le disgustaría saber que estaba enamorada de su padrino? ¿La vería con malos ojos? Seguramente, Harry solo aceptaría todo mientras ella estuviese bien. Ya conocía el corazón amable del muchacho, idéntico al de Lily.
Las cosas estaban sucediendo demasiado rápido y se encontró a sí misma pensandose una hipócrita. Pensaba que apresurar las cosas por una guerra no tenía todo el sentido del mundo, pero que equivocada estaba. Hacia solo unos meses había llegado a esa época con el fin de darle un mejor futuro a Harry y evitar tantas muertes dolorosas, pero habían terminado salvandola a ella, la persona que menos pensaba.
¿Podría imaginar una vida sin Sirius? Ya no. Mucho menos sin Lily, James o Remus. Su propio pasado ahora era una parte de su historia que permanecía como un lejano recuerdo de personas que amaría siempre, pero todo eso cambiaría.
- Pensé que estabas dormida - musitó Sirius mientras levantaba la mirada y clavaba sus somnolientos ojos grises en ella - ¿Te sientes bien?
- Si, Sirius. Estoy perfecta - le sonrió - Sigue durmiendo.
- ¿Mione? - le llamó en voz baja y ella le miró atenta - No tenemos una fotografía juntos.
Aquella declaración le pareció graciosa, sobretodo en aquellas circunstancias y con tantos problemas encima.
- Eso es el menor de nuestros inconvenientes - resaltó ella.
- Lily me regaló una cámara en mi último año, la buscaré y me encargaré de llenar un album de fotos nuestras - declaró con tanta firmeza que a Hermione le pareció que era una necesidad - ¿Te he dicho cuanto te amo?
- Cada vez que puedes - sonrió sintiendo el calor en sus mejillas.
- Entonces no ha sido suficiente.
Sirius se acercó a su rostro y besó sus labios con delicadeza sin separar la mano de su lugar. Dejó descansar su cabeza en la almohada y se quedó observándola durante un rato.
- En Hogwarts solía quedarme despierto en las noches cuando el cielo estaba despejado, podía verlo desde la habitación y me preguntaba si...si había algo mal en mi - contó de pronto con sus ojos cerrados. Hermione le miró y permaneció en silencio - Peter tenía a su madre que lo amaba, se preocupaba por él. Remus también, incluso su padre, tambien nos tenía a nosotros. James por su lado tiene esta capacidad de amar que sigo sin comprender - suspiró contrariado - luego, estaba yo. Los amaba, como los hermanos que siguen siendo para mi pero...siempre sentía que había una parte de mi que estaba incompleta. Quizás era una tontería pero, ¿recuerdas lo de los hilos en el tiempo? Yo...sentía como que había un hilo tirando de mi, uno que siempre estaba allí aunque no llevaba a ningún lugar.
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Marauder's Supremacy
أدب الهواةLas reglas deben romperse pero para comenzar, una joven deberá dejar todo atrás.