La historia de Hermione Granger era inverosímil, increíble, pero ella parecía no titubear y daba muchos detalles. Intensos y acertados detalles.
Lily lloraba en silencio y trataba de no quebrarse en pedazos. James y ella morían y dejaban a un pequeño bebé a su suerte. En manos de su hermana quien no lo quería en lo absoluto. Para no romper en llanto, la pelirroja se enfocaba en otras cosas, otros pensamientos. Como que ella era una hermana para su futuro hijo, de hecho si lo pensaba un poco, le recordaba a Remus, firme y sabía poner a Sirius en su lugar diciendole la verdad en la cara. Sin embargo, mientras la castaña hablaba, notó otra cosa, sus ojos no brillaban y tapaba su brazo constantemente, aquel con las palabras grabadas. Sangre sucia. Lily se sintió identificada inmediatamente, era probable que Hermione fuese mestiza o hija de muggles para recibir tal calificativo pero aunque eso no debería herirle, parecía que las palabras no solo se habían grabado en su piel sino en su espíritu, cortándolo, quemándolo.
Por otro lado James tenía un sentimiento distinto al de Lily. Quería asesinar a muchas personas y la lista comenzaba extrañamente por Dumbledore. Ni siquiera sabía si podía mirarlo a la cara, pero debía calmarse. El segundo que encabezaba la lista era Snape, incluso cuando Hermione mencionó la ayuda algo extraña que le dio a su hijo y que al final había hecho todo por Lily, eso solo hacía que James quisiera ahorcarlo aún mas. A Snape solo le seguía Peter, pero de eso, no estaba seguro, no sabían si el pequeño Colagusano ya había caído en esa red, en esa trampa, sin embargo en ese futuro que hablaba la castaña, lograba asesinarlos a él y a Lily dejando al pequeño Harry huerfano, huía y por su culpa Sirius pasaba años en Azkaban hasta que lograba escapar.
Sirius, desde que Hermione había comenzado a hablar no dejaba de mirarle. Quizás quería percibir si una parte de ella mentía o hací algo sospechoso, pero no estaba seguro. Les había explicado como escapó de Azkaban, sus razones, y si, realmente sonaba a algo como lo que haría. Se sintió extrañamente agradecido con ella y con su futuro ahijado por rescatarlo del beso del dementor aunque eso ni siquiera había sucedido. Pero Sirius notaba otras cosas mientras ella hablaba incluso sobre su muerte a manos de un velo en el departamento de Misterios y siendo culpable Bellatrix, cosa que no le sorprendía, notaba que aquella joven castaña frente a él parecía perdida, como si una parte de ella se hubiese quedado en su tiempo mientras ella se encontraba en este. Pensó también en Tom Ryddle, que resultó ser el mismísimo Lord Voldemort un mestizo en palabras de la misma Hermione. Vaya, ¿que pensarían Walbruja y Orioncito si se enteran que idolatran a un impuro? Sirius se palmeó en la espalda por la maravillosa idea de hacer su entrada triunfal a Grimmauld Place y soltar la sopa. Pobre mocoso, vaya vida de mierda pensó también vaya final de mierda de toda esa guerra, con razón la castañita está tan derrotada, creo que una cerveza le caería bien.
Albus escuchó todo y pidió discreción y seguir en la normalidas hasta que se le ocurriera una manera adecuada de desentrañar todo sin que algún espía sospechara, incluso tratar a Peter de la misma manera hasta poder descartarlo como un sospechoso actual. Sirius quería rehusarse e ir a por el pequeño Pety en ese instante, pero desafiar a Dumbledore y arruinar todo para volverlo peor, no le hacía mucha ilusión.
- Puedes venir a Hogwarts, quedarte allí si gustas. Hasta que podamos resolver tu situación - le ofreció Dumbledore amablemente - Estoy seguro que algo se me ocurrirá.
- No yo...quisiera ir al Callejón Diagón, tengo dinero para...
- ¡¿Qué?! ¿Por qué? Es decir...eres amiga de mi hijo en el futuro, ¿no es así? Estás aquí por él y... - James hablaba tan rápido que Hermione trató de enfocar mas su atención - Los amigos de mi futuro hijo son mis amigos también, lo menos que puedo hacer es recibirte aquí. No te faltará nada, lo prometo. Nuestra casa es tu casa, Hermione Granger.
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Marauder's Supremacy
FanfictionLas reglas deben romperse pero para comenzar, una joven deberá dejar todo atrás.