Esa mañana Hermione se levantó temprano, mucho mas de lo normal. Sirius estaba dormido en el sofá de la habitación que Alphard les había dado y aunque insistió en compartir la cama, él se negó vehemente. Abrió la puerta con cuidado y bajó las escaleras, encontrándose al hombre mayor observando el amanecer a través de una de las ventanas, solo parado allí, así que decidió acercarse y estar junto a él viendo aquel hermoso panorama que comenzaba a levantarse.
- Este es el lugar mas hermoso que conocí de joven. Esta casa no existía - le habló - y sobre este mismo punto, descubrí que el amanecer era el mas extraordinario que alguien podría ver. Así que mandé a construirla a mi medida, con este punto preciso para observar siempre que pudiera ese amanecer - Hermione miraba el mismo punto que Alphard y cuando el sol comenzó a aparecer, sonrió - A veces niña, no hay suficientes amaneceres y eso solo lo notas cuando la muerte te respira en la nuca.
- ¿Hay...hay algo que podamos hacer por usted? - preguntó con voz baja y Alphard se giró.
- No, no. Querida la enfermedad de goblin me matará ciertamente y es algo que no tiene una cura mágica en lo absoluto - dijo con calma y luego tosió - Yo era un rompedor de maldiciones, años atrás, en uno de mis viajes debí pincharme con algo y jamás lo noté. Al menos, viví lo suficiente para ver muchas cosas querida y al morir, no tendré arrepentimientos en lo absoluto.
- Sirius parece muy afectado, y yo...no se que hacer - se sinceró y Alphard le sonrió amablemente.
- Solo debes quedarte con él, en silencio. Nunca se le ha dado muy bien mostrar sus sentimientos del todo, bueno, aquellos que cree lo hacen una persona débil - musitó mientras caminaba hacia la cocina y Hermione le seguía - Eso debemos agradecerselo a la tonta de mi hermana. Su forma de criarlo quedó demasiado arraigada en él en ciertas cosas y esa es una de ellas. Es mi sobrino favorito por muchas cosas, la primera de ellas es que parece que yo lo hubiese parido - rió - hecho a mi imagen y semejanza. Es por eso que se como es él, cuando algo es nuevo para él, un sentimiento que no comprende, se encierra en sí mismo, pasa lo mismo cuando está triste.
- Lo he notado - admitió la castaña.
- Debo ser sincero muchacha - ambos estaban sentados uno frente al otro en la mesa de la cocina - no pensé que Sirius realmente sentara cabeza algún día. Pero rogaba por ello, estar solo no es bueno para nadie, querida Jean, y se les ve bien juntos. Mi sobrino no te ha soltado la mano en todo el rato que estuvieron y no te quitaba la vista, así que realmente debe estar muy cautivado por ti.
- ¿U-usted cree?
- Estoy seguro, pero, como todo muchacha, las relaciones en pareja son como una caja de grageas multisabores. Un día puede tocarte una deliciosa y otro puede ser que odies su sabor y quieres botar la caja entera, pero si te pones a pensarlo, la caja no toda es tan mala. Solo, es impredecible - musitó con sabiduría - Dijiste que podías hacer algo por mi y lo que te pediré no es para mi, es para Sirius. Debes tenerle paciencia, habrá días en los que quieras huir de él, pero creeme, esos días es donde mas te necesita - Hermione lo miró y él le sonrió - Vivir en la casa donde lo hizo no fue nada sencillo y las cosas que le enseñaron o vio son difíciles de borrar, como una marca, aunque el es muy bueno en tratar de olvidar todo eso, pero no siempre es tan sencillo. Así que debes amarlo aún mas y te aseguro Jean, que te amará de vuelta mil veces mas, porque así es mi sobrino. Hay mucha mas bondad y luz en su cuerpo que toda la oscuridad que representa ser para él un Black.
Hermione sentía un nudo en el estómago, aquellas palabras la hicieron sentir algo extraña, como si formara parte de algo mucho mas grande y todo le abrumara.
- Pareces una jovencita inteligente, no podía esperar que mi sobrino se emparejara con alguien corto de mente, por supuesto. Aunque me preocupa mucho que esté metido en esa Orden donde Dumbledore tiene a todos arriesgando el cuello por él - dijo con un tono mas lúgubre.
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Marauder's Supremacy
FanfictionLas reglas deben romperse pero para comenzar, una joven deberá dejar todo atrás.