Back to Black

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Sirius había descubierto que el sexo no era tan depresivo si estaba con cualquier otra mujer que no tuviese el cabello y los ojos castaños. Le causaba menos remordimiento poder estar con cualquier mujer que no le recordar a ella y que no le persiguiera como un fantasma.

No era la primera vez que estaba con Monica, la vecina del edificio. Aunque era unos cuantos años menor que él, ella parecía encantada con su compañía y sobretodo no le preocupaba en lo absoluto su falta de compromiso. Sirius por supuesto no le había dicho nada acerca de la magia, no que eso le importara de verdad, pero si que había tenido que hacer un hechizo de silencio cuando las cosas se salían de control. No quería que algún otro vecino fisgón soltara el chisme de aquellos encuentros que eran usualmente algo ruidosos.

El sexo rudo era una cosa entre ambos y ya habían acabado con unos cuantos cuadros y esa misma semana había tenido que reparar a la manera muggle aquella cama de madera, no que le disgustara en que tener la mente entretenida. Lo único que odiaba eran aquellos preservativos muggle, totalmente imprácticos a su parecer pero realmente útiles para evitar tener que cuidar más críos.

Mientras se vestía, observó que ella tenía un par de maletas preparadas y aquello le hizo fruncir el ceño.

- ¿Vas a algun lado? - preguntó abrochando los botones y Monica miró hacia donde señalaban los ojos de Sirius.

- Oh sí, iré con mis padres en el campo. Me hará bien verles y a mis hermanos - dijo con suavidad - ¿Que harás en navidad?

- Lo de siempre. Ir con mi familia, por supuesto Rosie irá conmigo - Sirius se sentó en la cama y le miró - ¿Que hay del chico con el que estabas saliendo?

- ¡Ahhh! Terrible. Muy malo en el sexo, además, cree que está buenísimo, pero solo es porque tiene tanto dinero como para comprar medio Londres - rió ella - El dinero no es mi pasión en lo absoluto.

- ¿Que dirías si te digo que podría haber heredado una fortuna pero mi moral pudo más que unas cuantas monedas?

- Pues, me pareces mucho más atractivo ahora - le guiñó - Pero hablo en serio, ahora todos los tipos solo quieren mostrar cuanto tienen y cuando tienen a la chica la olvidan por completo.

- Supongo que algunos tipos son así, yo solía ser así cuando estudiaba - Sirius le miró durante un instante y ella pareció interesada - con el tiempo descubres que las chicas si se sentían heridas y que piensan que eres un pedazo de mierda. Así que, crecer te hace cambiar un poco.

- ¿Un poco? - preguntó ella sentandose para verle mejor.

- Bueno, aún sigo acostandome con mujeres sin sentir realmente nada por ellas, ¿no? - admitió y ella sonrió encogiéndose de hombros.

Monica tenía una mirada dulce y aquello le parecía a Sirius una cosa que desentonaba de vez en cuando, sobretodo cuando le pedía hacer cosas que nadie más hubiese solicitado en la intimidad.

- Pero si amaste a alguien. Tu esposa. A veces veo como te le quedas viendo a tu hija y es porque aunque es tu viva imagen, recuerdas que Rosie es la presencia viva de todo el amor que le tenías, ¿no es así?

- Joder Mónica, si que sabes cómo arruinar el sexo - cabeceó y ella le tomó la mano antes que se levantara.

- Hablo en serio, eres un tipo del cual todas las mujeres viven soñando. Incluso yo he pensado seriamente en como sería tomar en serio lo de plantearte una relación pero, me gusta mucho eso de vivir mi vida - dijo con una media sonrisa - ¿Pero que hay de ti? Aún eres joven y guapo, eres amable, sexy y un padre excelente.

- Suena como una buena hoja de vida - bromeó Sirius - Padre soltero, viudo, con una adorable y arrogante hija. Es amable, joven, terriblemente sexy y con un gran, gran, gran...sentido del humor - terminó haciendole reír - Solo he amado a una persona y esa persona ya no existe. Pero agradezco el gesto.

Marauder's SupremacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora