Hermione se quedó mirando a Sirius algo incrédula y con el ceño fruncido. ¿Acaso estaba hablando en serio?
- ¿Por qué me miras de esa forma Mione? - inquirió mientras le servía un poco más de jugo durante la cena.
- ¿Acaso estás enfermo? Podemos ir a San Mungo.
- Ja ja. Muy graciosa. Es solo que...Marlene ha mencionado algo y creo que soy muy...
- ¿Idiota? ¿Obsesivo? ¿Ansioso? - tentó la castaña - Sirius, no quiero estar lejos de todo. Vine aquí con una misión, una que no me dejas cumplir.
El pelinegro suspiró y se quedó observándola, pensando en cómo podía amarla siendo tan testaruda. Quizás, pensó, eso era lo que más amaba de ella, su capacidad de no darse por vencida.
- Cumpliste lo más importante, darnos datos de todo, aún sigues haciéndolo. Ahora tu misión es permanecer a salvo. Tu y la bebé - suspiró mientras se cruzaba de brazos - Mione, no quiero que te suceda nada, pero si es tu decisión, hazlo. Ve a las misiones. Solo...se precavida. Lo que me recuerda, tengo algo para ti.
Ella le miró intrigada mientras Sirius rebuscaba en su bolsillo, hasta extender parecía brillar. Hermione lo reconoció de inmediato y sonrió para sorpresa de Sirius.
- Es el espejo de dos caras - soltó y Sirius solo se quedó viéndole - Harry tiene una parte. Tu se la diste.
- Entonces sabes cómo se usa. Quiero que siempre lo lleves contigo. Joder. No sé porque siento que esto es un error - gruñó en su asiento y ella se levantó para abrazarle desde atrás - Se que sabes defenderte.
- No me pasará nada, lo prometo. No deberías preocuparte Sirius - Hermione besó su mejilla y él sonrió aunque la castaña no pudo verle - Quiero contarte algo, Sirius. Anoche tuve un sueño muy extraño, creo que soñé con Rose.
El rostro del ojigris se llenó de sorpresa, de una emoción que Hermione no había visto antes, se mostraba atento y ella sabía que aquello realmente era algo que quería escuchar.
- ¿Cómo era? Puede que de tanto que hemos hablado de ella la hayas imaginado - sonrió él.
- No lo se, se sentía real. Era como si realmente estuviera con ella, pero...
- ¿Pero? - Sirius alzó sus cejas algo preocupado. Los ojos castaños de Hermione le miraban algo temerosos pero solo se limitó a suspirar.
- Parecía que estábamos en Hogwarts, que ella me llamaba por mi nombre, no Jean, sino Hermione - comenzó a contarle - Se veía idéntica a ti, de cabello oscuro, su piel blanca y sus ojos grises. Su voz...era suave, amable, pero fue curioso, llevaba el uniforme de Slytherin.
Para sorpresa de Hermione, Sirius soltó a reír y está vez fue el quien acercó su silla a la de ella y se quedó observandole durante un rato. Para la castaña, aún se le hacía dificil no sentirse como una tonta cuando él le miraba de aquella manera, pasando su vista de sus ojos a sus labios.
- Es un sueño, o una pesadilla. Mi nena no será una Slytherin. Puede que una Ravenclaw si hereda tu cerebro, pero jamás una Slytherin - dijo con tranquilidad - ¿Eso es lo que te preocupa?
- No se ha sentido como un sueño, Sirius. Se sintió como si recordara algo, como si fuese una escena de un suceso que ya he vivido pero...es imposible. Ella no ha nacido, y...he estado pensando, ¿que hay si mis memorias se han estado cruzando con las de la Hermione que ha nacido en este tiempo? La que ahora es esa Hermione del tiempo en el que vengo.
- Estás dándole muchas vueltas nena.
- ¿Que hay si no? Si es así, la Hermione de ese presente del que vengo y yo, estamos como en la misma frecuencia, pero solo yo recibo sus señales, quizás...¿Cómo le explicaremos a Rose que quien estudia con ella en Hogwarts se parece a mi?
ESTÁS LEYENDO
Marauder's Supremacy
FanfictionLas reglas deben romperse pero para comenzar, una joven deberá dejar todo atrás.