Solitude

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- Entonces, Pete, ¿recapacitaste?

Sirius había conseguido con Alastor una pequeña sala para poder hablar con Peter previo a su audiencia del día siguiente. Parecía que Peter tenía un ánimo cabizbajo y se rehusaba a mirar a Sirius a los ojos.

- No es como si fuese el buenazo de Remus que seguro ya te perdonó, pero, ¿crees que puedas hablar conmigo? Amo el sonido de mi voz pero esto de mantener un monólogo no es mi fuerte - el pelinegro se sentó a su lado y le dio unas palmadas en el hombro - Mira, se que a veces no te hemos tratado tan bien, pero debiste decírnoslo en nuestra cara, hacernos saber que te sentías solo, no traicionarnos como un pedazo de mierda.

- Lo siento Sirius, yo...no se como...como yo... El señor tenebroso, tiene formas de...

- ¿De convencerte? - instó el pelinegro - Lo sé, pero debías ser mas fuerte que eso. Vamos Peter, ¿sabes que yo daría mi vida si la tuya estuviese en peligro? ¿Cuantas veces no te protegí? Se lo que es sentir miedo, no eres el único. Tampoco eres el primero ni el último que se ha sentido solo, pero no por eso tienes justificación.

- Te...te casaste - soltó de pronto Peter mirando el anillo y Sirius sonrió orgulloso - Nunca pensé que...

- Yo nunca pensé que nos traicionarías y mírate aquí - espetó y Peter bajó su mirada de nuevo - Bien, bien. No tocaré la herida de nuevo, ¿de acuerdo? Pero sí, me he casado. ¿Viste la hermosa castaña de esa vez? Pues, es mi bellísima esposa.

- ¿Por qué te has casado? Pensé que tu nunca...siempre dijiste...bueno que nunca serías como James.

- Oh, bueno. Cuando salgas de esta, verás que Hermione es la mas maravillosa que conocerás, parece hermana gemela de Evans. ¡Vaya! Pensándolo bien, creo que James y yo tenemos gustos parecidos - sonrió - Ella dice que debo apoyarte, que debo estar aquí contigo. He pensado que tiene razón, Pete. Te  odio por lo que hiciste y si entendieras la magnitud del error que pudiste cometer, me entenderías, pero, somos Merodeadores. Juramos estar el uno para el otro y yo no pretendo romper ese juramento.

Peter levantó su mirada con ojos llorosos y asintió. Sirius le dio una palmada amistosa en la espalda y le revolvió el cabello.

- ¡Eh! Te tengo una noticia. Date por servido que te enterarás primero que Remus, pero, voy a ser padre - soltó con una brillante expresión en su rostro.

- ¡¿Qué?! ¿Con tu esposa? - preguntó incrédulo.

- ¿Con quien mas? Mis días de promiscuidad y andanzas al parecer han terminado, además, nunca me había sentido tan feliz de una noticia - afirmó - y será una nena.

- ¿Cómo lo sabes?

- Solo lo se - le guiñó - Eh Pete, mañana, solo di todo lo que sepas, ¿está bien?

- ¿Que pasará si...si me atrapan luego? - el rostro de Peter palideció de pronto y Sirius lo notó.

- No dejaremos que te toquen un pelo, Peter. Pero, debes jurar que no volverás a traicionar nuestra amistad y yo te juro que te protegeré con mi vida de ser necesario, ¿está bien?

Quizás, pensó Sirius en ese instante, Hermione tenía razón después de todo. Peter solo parecía una pequeña criatura asustada, frágil. Pero en ese pequeño instante una parte de él pareció calmarse y un brillo de esperanza resurgía en sus ojos.

- ¿Crees que ella me odie? Tu...tu esposa. ¿De dónde ha salido? - preguntó Peter algo perdido.

- Creo que te detesta un poco pero, quizás no eres tu realmente al que detesta, Gus, pero eso es una explicación que luego te daremos. De dónde viene, pues, ella te dirá. Solo trata de mantenerte sobrio con eso de las traiciones y ella confiará en ti - suspiró el pelinegro.

La expresión de Peter de pronto se tornó sombría y miró alrededor, como si temiera que alguien le escuchase.

- Sirius, yo...no sabes...hay gente tras de ti, tras James - soltó con voz temblorosa - Severus Snape es uno de ellos y...

- No podrán atraparme Pete, solo quiero ver que lo intenten.

- No eres invencible Sirius - le dijo mientras posaba una mano en el brazo del pelinegro - y ahora tienes un punto vulnerable y ellos pronto lo sabrán.

Aquello le recordó a las palabras de Hermione, no era invencible y aunque no quisiera, debía admitir que tenían razón. La preocupación genuina de Peter le hizo pensar que quizás, su error le había hecho recapacitar un poco, aunque se habia jurado a sí mismo jamás bajar la guardia.

- ¿Ya has pensado como llamar a tu hijo? James ha venido y me ha dicho que ya le tiene nombre al suyo, Harry. Como el padre de Lily - sonrió levemente Peter - ¿Le pondrás nombre de estrella como el tuyo?

- No le haría semejante daño. Se llamará Rose, Rose Black - expresó con una mirada orgullosa - debes soltar todo mañana y volver a ser de los nuestros Peter, no quiero que mi pequeñita crezca sin sus tíos Merodeadores, ¿crees que puedas hacerme ese favor al menos?

Peter pareció animarse con aquello y le abrazó con fuerza. Sirius escuchó sus sollozos en su hombro y como temblaba en sus brazos. Era solo un chico indefenso, temeroso, vulnerable. Voldemort se había aprovechado de eso y había logrado ponerlo en contra de sus mejores amigos.



Remus y Dorcas estaban en casa cuando Sirius tocó la puerta llevando una caja de chocolates, los favoritos de Remus. Dorcas le miró con perspicacia mientras le dejaba pasar con brazos cruzados.

- ¿Chocolates? ¿Vienes a enamorar a mi novio?

- No - negó Sirius con una ceja alzada - Tu novio siempre ha sido mío primero, Dorquitas. Además, sabes que está contigo por lástima. Eres un consuelo, solo porque Lunatico no pudo quedarse conmigo. ¿Quien querría estar con una tipa buenaza, ricachona y Ravenclaw?

- Sirius - le riñó Remus mientras le daba un mordisco a uno de los bombones - deja a mi novia en paz.

- Ah, me quitas toda la diversión - le guiñó - Bien, he ido a ver a Peter. Está cagadísimo pero, le irá bien si suelta todo el rollo.

- ¿Confiamos en él? - preguntó Dorcas con el ceño fruncido.

- Si - dijeron Remus y Sirius al mismo tiempo, sin titubear.

- Bien, ya los traicionó una vez - se encogió de hombros la pelinegra - que tanto si lo hace de nuevo.

- Dorcas, amor. No lo hará - negó Remus mientras besaba su mejilla delicadamente - Aunque, Sirius no ha traido chocolates solo para decirnos eso. Pasa algo mas grande.

- ¿Como puedes saberlo? - inquirió Sirius de forma arrogante.

- Bueno, ¿recuerdas la vez que nos querías decir que por tu culpa nos dieron un castigo colectivo? ¿O la vez de cuando compraste tu moto y nos llevaste cervezas? ¿Pasa algo mas grande? - el rostro de Remus parecía preocupado, paternal, y Sirius se sintió culpable de hacerle sufrir un poco.

- Bien, el asunto es que supongo que sabes que Hermione y yo estamos casados - aclaró y Remus se encogió de hombros como si fuese obvio - Bueno, usualmente las personas casadas tienen familia, ¿sabes? Hijos.

Remus de pronto pareció atragantarse y su rostro paso de la sorpresa al aturdimiento. Dorcas por su parte, tenía una expresión graciosa con una perfecta "o" en sus labios.

- Vas...vas a ser...¿en serio vas a ser padre? - preguntó Remus aun aturdido - Sirius eso es...es...¡Vaya! ¿James ya lo sabe? Olvídalo, es obvio - sonrió - Ven acá - el ojimiel le jaló del brazo y le dio un apreton con fuerza que Sirius correspondió emocionado - ¿Que ha dicho Hermione de eso?

- Pues...es una historia graciosa si lo ves de otra perspectiva, pero, hay mucho que contarte Lunatico a ti también Dorcas, ya tu eres parte de nuestra familia. Aunque - Sirius sonrió con una expresión que Remus jamás le había visto, incluso, se le formaron dos pequeños hoyuelos - esto merece abrir la reserva de Whisky de Remus.


Marauder's SupremacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora