Sirius conocía aquel lugar como la palma de su mano. Muchas veces había ido allí a las aburridas y lujosas cenas de los Lestrange, una familia casi tan antigua como la suya pero menos rica y sobretodo con dudas de la total pureza de su sangre. Había escuchado de uno se los elfos la historia de una tal Leta, traidora a la sangre de los Lestrange y que estaba prohibido mencionar su nombre aunque Rabastan había encontrado algunas cosas de su prima, también algo en el sotano con las iniciales C. L quien Sirius dedujo se trataba del famosísimo Corvus Lestrange, el niño perdido.
Los Lestrange eran tan despiadados que tenían su propia cámara de tortura, el pelinegro se habia escabullido allí muchas veces para ocultarse de Bellatrix y de Rodolphus quiene compartían el exquisito gusto por hacerle sufrir.
Habia un pasadizo que daba desde el bosque espeso de aquella mansión y donde se podrían adentrar a buscar a Peter donde fuere que estuviese.
- Gracias Sirius, en serio - soltó James en un hilo de voz.
- ¿Por qué me agradeces? - pregunto girandose con sorpresa.
- Por estar aquí aunque todo tu cuerpo te grita que dejes morir a Peter - soltó sin mas.
- Quizás no lo merece del todo - suspiró el ojigris - pero quiero pensar en que una parte de él no está perdida del todo, James. Deseo aferrarme a eso. Además cabeza de chorlito, no les dejaría la diversión de cazar mortífagos a ustedes solos.
- ¿Por qué traerlo aquí y no a otro lugar? - preguntó Hermione mientras se ataba el cabello.
- Pues, verás amor, los Malfoy no son tan de alto rango como aparentan entre los magos, mis amadísimos padres no dejarían que mancharan su alfombra de sangre ni siquiera por el mismísimo Voldemort - explicó Sirius con calma - y creeme que Bellatrix es la favorita de Voldemort. Ha sido entrenada por él mismo, así que seguramente tiene su gracia. Recuerda que es una Lestrange sobre ser una Black.
- Bien. Debemos entrar rápido - soltó James con el ceño fruncido - Hermione tu te quedarás aquí.
- ¡¿Qué?! - exclamó furiosa - No pueden hacerme esto.
- Necesitamos alguien quien nos...
- ¿Por qué debo ser yo? - ella se giró molesta a ver a Sirius - Seguro tenías esto pensado desde el inicio, ¿no es así?
James y Remus se miraron y exhalaron. Sirius les había pedido que le ayudaran en el plan, pero le habían advertido de aquella furia que le atacaría cuando se enterase. James lo entendía, si Lily estuviese allí le pediría quedarse con Hermione, fuera de toda la zona de peligro inminente.
- Hermione ya te has enfrentado a Bellatrix antes y no quiero que...
- Es mi problema, puedo hacerlo de nuevo - siseó con furia.
- Pero no quiero que lo hagas, por Merlín, entiende que no deseo que pases por otra experiencia como esa - le tomó de los hombros pero ella retrocedió - ¿Crees que vale la pena perder tu vida por ser tan testaruda?
- Hermione, Sirius tiene razón. Déjanos esto a nosotros, de cualquier forma, Peter es nuestra responsabilidad y sinceramente, ninguno de nosotros quiere que algo te suceda - dijo James con total seriedad en su rostro - Te quedarás aquí y es mejor que no luches en contra de eso o realmente no me temblará el pulso para petrificarte, lo juro.
Sirius vio la decepción en la mirada de Hermione y jamás pensó sentir tanto miedo de su expresión. Conocía como era la mirada de Walburga cuando hacía algo que no le parecía adecuado a su nivel, y poco le importaba, pero el desdén y el desprecio en los ojos de Hermione le traspasaron como una lanza fría y venenosa, como si le hiciesen sentir diminuto y separado de todo.
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Marauder's Supremacy
FanfictionLas reglas deben romperse pero para comenzar, una joven deberá dejar todo atrás.