Not that good

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- Hermione, ven conmigo - Lily tomó a la castaña fuertemente de la mano y la encerró en el baño de aquella casa que era el cuartel de la Orden. Lily ciertamente parecía alterada aunque minutos atrás su expresión era apacible, tranquila.

- ¿Te pasa algo Lily? ¿Que sucede? - preguntó - ¿Es por lo de Snape?

- No, no es por Severus. Yo...¡Oh por Dios, Hermione! ¡Estoy embarazada!

La pelirroja tenía los ojos llenos de lágrimas, y una pequeña sonrisa parecía querer asomarse pero su labio inferior temblaba. Hermione se abalanzó sobre ella y le abrazó con tanta fuerza como pudo, tratando de aliviarle. Lily lloró y se aferró a la castaña, parecía que llevaba conteniéndose mucho tiempo.

- ¿Que haré? Yo...¡Estoy segura que fue el día del cumpleaños de Sirius! Por Merlín...

- Tu y James parecían muy entretenidos - dijo con suavidad la castaña y aquello sacó una risita de Lily acompañado de unas mejillas sonrojadas.

- No es como si no lo recordara pero...olvidamos hacer el hechizo. No recuerdo haberlo hecho y James...no se si...ya es muy tarde para preguntar - se lamentó - ¡Oh Hermione! No puedo traer a Harry en este momento. Voldemort él...

- No le hará nada. Peter está custodiado en las celdas del Ministerio y estoy aquí. No dejaré que nada le pase, te lo juro - aseguró la castaña - ¿Ya le dijiste a James? - Lily negó rapidamente - ¿Por qué no le has dicho?

- Intuye que algo me pasa. Pero...hemos tenido tanta presión en la Orden, en la academia. ¡Hermione! ¡La academia! ¡¿Que haré?! No es tan fácil para una mujer continuar en la academia de aurores con todo ese entrenamiento y yo...no quiero dejarlo - se lamentó - ¡No se que debo hacer!

- Todo saldrá bien, te lo aseguro. Puedes seguir hasta que puedas soportar el ritmo, luego...puedes pedir una licencia de permiso - le tranquilizó - luego que nazca Harry, puedes volver. Lo cuidaré por ti si es necesario.

El cuerpo de Lily se relajó y le miró con ojos brillosos.

- ¿En serio harías eso por mi? Yo...Oh, Hermione cuanto te quiero - Lily se arrojo a sus brazos con fuerza - Pero...la Orden, James...no puedo dejar a James en las misiones. No podría vivir tranquila.

- Ya pensaremos en eso, pero...¿estás bien? Lily se que tu no querías...

- No lo se. Me siento...tan...confundida - dijo con la voz llena de duda - Amo a James y nada me haría mas feliz que tener hijos con él, pero...pero Harry...todo eso que nos has dicho...

- Harry nacerá en un mundo muy diferente, Lily - suspiró - te lo aseguro.

- Prometeme que te quedarás conmigo, con nosotros. Harry merece tenerte en su vida de cualquier forma. Se que lo quieres y estoy segura que...que mi hijo crecerá adorandote como todos lo hacemos - afirmó mientras le tomaba de las manos - ¡Mi hijo! - sonrió Lily de pronto - Oh, Merlín. Tendré un hijo. Con James. ¡Merlín! ¡Que irresponsable soy!

Ambas soltaron a reír y esta vez Hermione la abrazó. Una parte de ella se sentía aliviada, tranquila. Pero otra de pronto, cayó en cuenta de una cosa. Ella tampoco recordaba mucho de aquel cumpleaños, aunque había despertado en su cama, cubierta con una manta y sobretodo con toda su ropa. ¿Habían Sirius y ella...?

- ¿Te pasa algo Mione? - le preguntó esta vez Lily mientras veía la palidez en su rostro.

- Yo...yo...Mi...mi periodo no ha...

Ambas se taparon la boca. Aunque Lily pareció ilusionada y se lanzó a sus brazos con alegría.

- ¿Tu y Sirius...?

- No lo se, es probable pero...no...quizás...

- Puedes ir a casa, aún me queda un poco de esa poción - suspiró - bien me hará un poco de apoyo para poder decirle a James en la noche.

- No puedo tenerlo - aseguró Hermione - Yo no...no puedo. No puedo.

- Respira, aún no sabes si realmente estés en estado. Pero, ¿crees que Sirius no lo querría?

- Sirius - musitó - Sirius él...

¿Sería por eso que había traído el tema de los hijos sobre la mesa? ¿Acaso él sabía algo? Era imposible. Pero si esa noche de cumpleaños había salido tan desastrosa, cualquier cosa era posible.

- James y Sirius están dementes pero...si todo eso que nos has dicho es cierto, ambos serían excelentes padres - sonrió aun nerviosa - Hermione - le llamó - Sirius te ama.  No te preocupes.

Ambas salieron luego de unos cuantos minutos y Sirius había notado el rostro de ambas. Tomó la mano de la castaña y dejó un beso en su mejilla antes de salir en la misión que Moody les había asignado. Aquella zona residencial se veía tranquila, apacible, la noche comenzaba a ser fría y la nieve caía poco a poco.

- ¿Que tienes Mione?

- Nada - respondió con rapidez y Sirius gruñó - Hablo en serio.

- A mi no puedes mentirme. Nena, dime que te pasa. No puedo pasar toda la noche viendote y muriendo de la duda en saber que te sucede - insistió - por favor.

- Acabo de recordar que mi periodo no ha...no ha...

- Oh - alcanzó a decir y Sirius le miró algo inquisitivo - Nena, nos hemos cuidado.

- Pero la noche de tu cumpleaños...yo no recuerdo...

- Eh, para tu carroza - le detuvo Sirius con el ceño fruncido - Me gusta ver a tus hermosos ojos cuando estamos en la cama, en esos momentos. Esa noche tomaste tanro y fumaste tanta hoja de mandrágora que llegaste completamente dormida. Te quité los zapatos y te dejé en la cama. Despertaste al día siguiente - le explicó con rapidez - ¿Por qué pensaste que tu y yo...?

- Recuerdo a James y Lily con sus...

- James y Lily se quedaron teniendo sexo desenfrenado en su habitación - le interrumpió - ¿Por qué no me preguntaste esa misma mañana? Hermione, yo jamás me aprovecharía de ti mientras estas drogada.

- Nunca dije eso - siseó indignada - pero te recuerdo que ejerces una clase de atracción sobre mi y quizás...yo pensé que...que yo...

- ¿Que me habías incitado a tener sexo? Lo hiciste, dos veces y me negué - suspiró - El hechizo de anticoncepción es infalible y recuerdo haberlo hecho siempre, nena. Así que no creo que estés embarazada.

El tono de Sirius al final, pareció decepcionado y Hermione lo notó. Quizas había sido por haber desconfiado de él.

- Tienes razón; lo siento - se disculpó - Es que yo...

- Se que no quieres tener hijos ahora, pero no deberías sentirte tan agobiada con solo pensarlo. No pienso dejarte sola o huir en medio de la noche - le aseguró mientras alzaba una ceja y se alejaba unos pasos.

- Nunca dije que...

- Pero tu mirada lo dijo todo. Escucha -  Sirius se detuvo y le miró - te amo. No va a cambiar. Pero no me creas un ogro.

- Sirius...- pero él le hizo una seña para que guardara silencio. Sacó su varita y comenzo a caminar hacia una de las casas.

- Mortífagos. Tienen rehenes. Deben estar buscando...

Un grito le interrumpió y Hermione se sobresaltó.

- No te hagas la valiente. Entraremos. Que comience el juego.

Marauder's SupremacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora