Idiotic step

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- Por ahí no - terció Hermione.

- Por ahí si - replicó Sirius mientras jadeaba - Joder, ¿por qué eres tan testaruda?

- No va a caber, Black. Por mas que quieras, simplemente no lo vas a lograr - le dijo con autosuficiencia mientras se acomodaba para verle mejor.

- Me siento un idiota, ¿que acaso no somos magos?

- No todo puedes hacerlo con magia - le riñó ella pero Sirius se hizo de oídos sordos y apuntó hacia la puerta haciéndola mas amplia y logrando acomodar la repisa para hacerla pasar hasta la sala.

- Un punto para Sirius, ninguno para el método muggle de mi amadísima esposa - sonrió y ella frunció el ceño - Joder, Mione. Solo es una bromita, eres la hija de muggles mas adorable de todo el universo - pellizcó su mejilla y luego dejó un beso en el mismo lugar - Podras poner todos los libros que desees, bueno, también los míos, desde que tengo que comprar dos libros a la semana, el espacio se me está terminando.

- Cosa que no habría pasado si tu no hubieses hecho el papel de idiota con mi mejor cliente - gruñó pero Sirius solo soltó a reír - No se que le ves de gracioso.

- Es gracioso, porque en serio me gustas y creo que a ti solo te importa que perdiste a tu cliente estrella y no el hecho de que hice una estúpida escena de celos delante de usted señorita Granger - se giró para tomarla de la cintura y regodearse en el sonrojo de ella que aún no se acostumbraba - Hoy iré de misión, por cierto.

- Bien, iré contigo.

- No, no puedes ir, aunque estaré solo, tendre que rondar la casa de Rabastan y Rodolphus, muy probablemente esté Bellatrix y lo menos que quiero es un encuentro entre las dos - dijo mientras dejaba pequeños besos en su rostro.

- Se defenderme Sirius, no necesito de tu imperante sobreprotección la cual me molesta - recriminó con algo de molestia aunque se le hacía difícil cuando Sirius se portaba tan cariñoso con ella - Sirius intento tener una conversación seria contigo.

- Aja - soltó para luego dejar un beso corto en sus labios - Mione, yo también hablo muy en serio y por más que me veas con esa cara amenazadora, la respuesta es un rotundo no.

Sirius le soltó y comenzó a acomodar los libros en la nueva repisa, solo con el movimiento de su varita.

- ¿Que quieres para tu cumpleaños? Recuerdo que me dijiste que era el 19 de septiembre.

- Faltan 20 días para eso, Sirius, y no quiero nada - soltó con firmeza - Aunque...

- No, definitivamente tu regalo de cumpleaños no será que te lleve a una misión - le interrumpió mientras le miraba con arrogancia - y si, se que eso era lo que pedirías. Eh, Mione, ¿sabes que estás saliendo con un tipo que te dobla la edad en el futuro?

- Ah, pero no estamos saliendo - dijo desde la cocina y Sirius sonrió.

- ¿No salimos? Vaya, eso puede resolverse solo si tu quieres y no me vayas a chantajear con lo de las misiones pues sigue siendo un no, completamente no.

- ¿Que pasará con la chica del bar? - preguntó Hermione con un tono mas alto, la duda le carcomía desde la noche en que Sirius había admitido sus sentimientos por ella - ¿Que hay de Hestia?

- ¿Celosa? - preguntó a su oído tomandole de sorpresa, mientras le abrazaba desde atrás - Hestia ya no tiene misiones conmigo, eso gracias a Minnie quien desde que sabe que me casé, pretende alejarme de cuanta mujer hay. Además, si la viera, no pasaría nada. La chica del bar se llama Samantha, y deberías darle crédito, ella me aconsejó darte tu tiempo y además intentar conquistarte - Sirius besó su mejilla y puso su barbilla en el hombro de ella para luego suspirar - no la veo tan seguido, solo cuando paso por un trago de vez en cuando. Es una buena chica, aunque es una lástima que esté en ese bar.

- ¿Por qué lo dices? - Hermione se giró y se encontró con un Sirius pensativo y de un semblante serio.

- Los tipos ahí son unas mierdas la mayoría del tiempo, toqueteando a las chicas, siendo irrespetuosos, Samantha solo tiene dieciocho años, igual de joven que tu o yo, es una chica inteligente a la que le ha tocado una vida difícil - le dijo con voz grave - Es una chica agradable y te gustaría conocerla, te lo aseguro.

Ella asintió y acarició su brazo derecho para luego caminar hacia el sofá donde se sentó tranquilamente con un libro. Sirius se sentó junto a ella y como era costumbre recientemente, se recostó en sus piernas solo a cerrar sus ojos durante un rato.

- ¿Que prefieres el te o el café? - le preguntó Sirius de pronto.

- Café - dijo sin mas - se que tu también lo prefieres así.

- Si, ya me conoces - sonrió - ¿Rosas o girasoles?

- Rosas. ¿Es un interrogatorio? - preguntó divertida y logró ver la sonrisa socarrona de Sirius lo que interpretó colo un sí - Los girasoles son lindos, pero las rosas son mucho mejores.

- Bien, bien. ¿Cual es la forma de tu patronus?  Ya viste el mío, igual que mi forma animaga.

- El mío es una nutria, aunque no es tan poderosa - musitó y Sirius abrió sus ojos para verle.

- Es porque no usas tu recuerdo mas feliz, Mione. ¿Quieres que te diga cuál es el mío? - ella asintió - El día que dejé Grimmauld Place, jamás me sentí mas libre - sonrió - Con el tiempo, los recuerdos felices pueden variar, hacerse mas intensos. Es el secreto de un patronus poderoso, Mione.

Ella sabía que Sirius era brillante y cada vez descubría que eso le agradaba aún mas, siempre tenía respuestas a sus inquietudes y tenía una manera exquisita de explicar.

- Sirius - le llamó.

- Dime, nena - habló acomodándose para verle mejor.

- ¿No te vas a aburrir? - preguntó y él frunció el ceño sin entender.

- ¿De qué? ¿De estar aquí?

- No, hablo de...tu...eres muy diferente a mi en...bueno, si ya no ves a Hestia ni a tu amiga del bar...- se sonrojó Hermione y Sirius entendió todo.

- Ah, ya. Te refieres al sexo - soltó sin darle mucha importancia - ¿Por qué habría de aburrirme?

- Razones obvias, Sirius - insistió pero Sirius se fingió no entender.

- Oh, oh. Ya. Entiendo - el ojigris hizo su mejor actuación como si recién notara algo - ¿En serio te preocupa mi abstinencia o el hecho de que creas que en cualquier momento iré a acostarme con alguna? - Hermione calló y él sintió que había ganado la conversación - Pues te explico, Mione, desde el asuntito en el Caldero no he podido dejar de pensar en ti, entonces me veo en una situación donde soy completamente tuyo en cualquier sentido. Cosa que suena mas cursi de lo que es, de hecho. Así que, no, no me aburriré, de hecho me encuentro entretenido viendo como te sonrojas con cualquier cosa. Esto es nuevo.

- ¿El que?

- Sentirme a gusto de solo estar acostado en tus piernas, y créeme, siento que di un paso idiota, sobretodo al pensar que lo que decía James de estar solo con una persona eran ñoñadas.

- ¿Por qué pensabas que eran ñoñadas? - Hermione cerro su libro y alzó una ceja.

- No lo se, no tuve el mejor ejemplo en casa, Mione y mis padres habrían planificado un matrimonio para mi de no haber huído de allí - dijo con algo de molestia - Probablemente una parte de mi siempre ha envidiado la facilidad que tiene James para querer tan fácil, pero es que de haber conocido a sus padres, habrías notado de donde lo sacó.

Ella suspiró y acarició su cabello mientras el soltaba un gemido de placer al sentir sus dedos acariciarle y así, cerró sus ojos.

- Querer a alguien es sencillo, Sirius. Lo difícil suele ser dejar ir a las personas - razonó y sintió un nudo en su garganta.

- Lo bueno es Mione, que no tengo porque dejarte ir a ti - habló con una voz suave y adormilada - Creo que cada día, me quiero quedar mas contigo, giratiempos. Que bueno que viniste a parar aquí, Hermione.

Él se giró y se abrazó a la cintura de Hermione mientras ella sonreía y seguía acariciando su cabello, quizás las cosas eran como debían ser y sentirse a gusto allí, con Sirius, no estaba tan mal.

Marauder's SupremacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora