Act of faith

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Hermione sentía que algo faltaba, como si en su vida hubiese existido algo que no sabía pero que ansiaba tener de vuelta. Haber cargado a la pequeña Alyssa le hizo sentir una añoranza que no había sentido antes y vio en los ojos de Rose que también lo había notado. Alyssa Potter había nacido casi el mismo día que Rose, Harry era el responsable de aquel nombre pues le parecía que seguir la tradición de los nombres de flores no era tan malo, incluso cuando Rose le había puesto como segundo nombre Vega.

Por su parte, Sirius se la pasaba presumiendo a la pequeña Alyssa a cualquiera que quisiera verla y Hermione sintió como si aquella imagen la hubiese visto antes aunque era prácticamente imposible.

La decisión de volver mucho antes a Francia había sido con la excusa de tener trabajo pendiente, aunque Rose no sé lo tragó en lo absoluto, sabía muy bien que le incomodaba estar junto a Sirius porque sus sentimientos aún permanecían intactos, aún más cuando ambos habían compartido un par de meses juntos en aquella misión que solo duraría dos días.

- ¿Cuando le vas a decir? - Rose le miró mientras la bebé dormitaba en sus brazos - Hasta James se da cuenta que la quieres y si me dejas decirte, a todos les encantaría verte feliz papá.

- Rose, cariño - susurró tratando de no despertar a la bebé. Aún estaban en San Mungo y de cualquier forma las paredes eran algo delgadas y no quería que nadie se enterase de aquella conversación - Ella jamás puede saberlo y no deberías meterte en esto. Estoy bien así. Hermione encontrará a alguien mucho mejor y de su edad...

- ¿Si te das cuenta que le gustas? ¿O la vejez te ha hecho ciego también? Joder Sirius, ¿desde cuándo eres tan cagado? - gruñó. Sirius le hizo una seña que guardase silencio aunque Rose rodó sus ojos - Ni digas nada. Alyssa tiene el sueño de su padre, solo la va a despertar el grito de una Banshee. Así que, ¿entonces?

- ¿Entonces que? Por amor a Merlin, Rosie. Esto es asunto zanjado - dijo con una mirada firme - ¿Hablas en serio cuando dices que le gusto?

- Ajá. ¿Ves? Si te interesa - sonrió animada - Papá, la conozco, y si, le gustas. Pero nunca te lo va a decir. Sinceramente sigue viéndote como el inalcanzable señor Black. Nadie te manda de idiota a querer hacerte el serio papá, solo te engañas a ti mismo.

- Solo espero que Alyssa sea como tú, para que veas todas las que me haces sufrir Rosie - le dijo mientras se cruzaba de brazos y ella solo se encogía de hombros - No puedo hacerle esto.

- ¿Hacerle que? ¿Quererle de vuelta?

- Si le digo la verdad se sentirá obligada o quizás ni siquiera quiera saber de alguno de nosotros, de ti...

- Esa no es Mione, papá - Alyssa se removió en sus brazos y Rose le sonrió - ¿Ves? Hasta la pequeña Aly lo piensa. Por favor papá, debes ir con ella. Te quiere y tu a ella, ¿que hay de malo en eso? ¿La edad? Estoy segura que a ella no le importa eso.

Esa noche Sirius rebuscó las cosas de Hermione y suspiró al encontrar una de ellas. Había conservado ese diario por mucho y aunque había leído casi todo, seguía sintiendo como si le hubiese traicionado de alguna forma. Sin embargo, haber visto su nombre en algunas páginas le parecía de lo más adorable aún más cuando los pensamientos llenos de conflicto por sus sentimientos le hacían sentir más cerca de ella de cierta forma.

Abrió el diario y rebuscó en una página que ella había doblado, aunque nunca sabría el propósito. En esta, había garabateados un par de aros, unidos y fundidos en uno solo.

Odio pensar que comienza a gustarme. ¿No es algo ridículo? Apenas nos conocemos y de dónde vengo, él es, era, un hombre completamente diferente. Me pregunto si de haber sido este mismo Sirius, yo le habría gustado.

Es una tontería y en el fondo de mi corazón, no tiene nada de sentido. La lógica no diría que para sobrevivir en este viaje debía haberme casado con la persona más extraña de todas, aún así ha sucedido. Odio tener que quedarme a solas  con él. ¿Es que acaso no puede vestirse decentemente? Tiene un buen cuerpo, lo admito, pero odio tener que desviar mi vista solo porque me he sonrojado y él lo sabe. Lo he visto sonreír muchas veces y eso solo me molesta aún más.

Desde que volví al apartamento solo intento mantenerme alejada tanto como pueda. Poco a poco he ido recordando lo de aquella noche y la manera en que...
Odio tener que sentirme así. ¿Acaso tiene que ser tan perfecto en tantas cosas? Nadie puede ser divertido, brillante y atractivo al mismo tiempo. Probablemente y James tenga razón en lo de que Sirius fue hecho entre magia oscura y por eso, las mujeres le caen como moscas a la miel. Debe tener un hechizo de invocación o algo así, es lo único que haría sentido.

La verdad, me siento mal al querer volver a besarlo. Me parece que si se lo pidiera no se negaría, aunque su arrogancia solo me pone de nervios y a la vez me encanta ver cómo alza una ceja y sonríe como si supiera todos mis secretos, aunque es posible que no tenga ninguno, la verdad incluso Harry decía que era un libro abierto.

Debo enfocarme en lograr salvar el futuro de Lily y James, sobretodo porque se lo debo a Harry. Para eso estoy aquí. Distraerme con los dibujos de Sirius no me hace nada bien en lo absoluto aunque, la forma que tiene de plasmar lo que ve me deja sin aliento. ¿Desde cuándo semejante pelmazo puede ser tan sensible? Si se lo dijese, seguro me saldría con algún comentario sarcástico pero, es una lastima que el Sirius que tanto parece llamar mi atención, se oculte en esa fachada de tipo rudo que aparenta ser.

El ojigris cerró el diario y se acostó en la cama mientras miraba a la nada. Había leído las mismas líneas una y otra vez pensando solo en una cosa. De alguna forma, la inexplicable atracción mágica del giratiempos había fallado haciendo que Hermione llegase hasta él. Se había detenido a pensar en el tiempo, en cuanto había desperdiciado sin decirle en aquel entonces lo que realmente estaba sintiendo. De pronto, recordó un momento particular con Hermione, la mujer que se encontraba ahora en Francia. Había revivido una memoria, de aquella cita en el cine. Pero esta vez, ambos habían hablado sin parar toda la tarde, como un par de viejos amigos que tienen mucho para decir.

- Definitivamente estuvo muy buena. Hacia muchos años que no entraba a una sala de cine muggle - dijo hacia ella quien sonrió alegre de poder compartir aquello - Aunque si me lo preguntas, prefiero ver el cine que no sea en idioma francés.

- Pero lo hablas muy bien, no entiendo...

- Me recuerda a mis padres. Por ellos es que lo hablo - admitió - Toujours Pur es el lema de mi familia. No pudieron conseguir uno más purista. Quizás "matemos a todos los no magos" estaba ya ocupado.

Hermione soltó una risita ante la ocurrencia y eso hizo sentir a Sirius una especie de alegría silenciosa que le removía todo el cuerpo.

- Rose siempre se llevó bien con su abuela. Tu madre.

- Ah, es porque la vieja arpía veía mucho de ella en Rosie. A la que por cierto siempre llamó Lyra. Odiaba su primer nombre, decía que era horroroso. Pero, a mi siempre me gustó - le dijo mientras abría la puerta para que ella pasará.

- Siempre me ha gustado ese nombre. Si tuviese una hija, le llamaría así. Rose.

El ojigris suspiró y compuso una sonrisa triste que se transformó en una expresión cabizbaja, aunque Hermione no se dió cuenta.

Aquella tarde hacia frio, así que él se quitó su chaqueta y le cubrió con ella. Le vio sonrojarse, pero decidió no hacer una bulla de ello. Recién había descubierto que así como lo hizo una vez, con esta Hermione, también adoraba verle con aquella expresión sorprendida. Muchas veces estuvo tentado a tomarle de la mano, pero se reprendió mentalmente y se recordó que ella no era la que había sido su esposa, sin embargo, le pareció que en un pequeño instante, ella rozó sus dedos delicadamente con los suyos antes de despedirse.

Estaba decidido. No le diría la verdad aún, pero no volvería a dejar que su mente dominara sobre su corazón está vez. Amarla era lo mejor que le había pasado y no volvería a traicionar el tiempo.

Ella sería suya de nuevo, le amaría más de lo que lo había hecho ya una vez y moriría en su lugar si fuese necesario. No había más nada que decir al respecto.


Marauder's SupremacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora