Hermione corría lanzaba hechizos a diestra y siniestra, sentía como su corazón latía tan rápido que parecía que le saldría por la garganta, galopando. Podía ver a Harry a lo lejos en la misma faena, pero de pronto se alejaba, poco a poco y el rostro de Ron le observaba, sus ojos eran dos cuencas vacías y su boca estaba abierta, tanto que su quijada parecía desencajada.
¡Traidora!
Le gritó con una voz siseante, desgarradora y que le llenó de pánico. Sentía su cuerpo temblar y las lagrimas correr sin poder detenerlas.
- Es solo un mal sueño, estás a salvo. Estas bien - le calmó una voz y ella se aferró a aquellos brazos que le sostenían.
- Harry, quiero volver a casa - pidió con ojos cerrados mientras sollozaba - quiero volver a casa. Por favor Harry, haz que vuelva a casa.
Sirius decidió no decir nada y solo acariciar su cabello hasta que sintió como respiraba calmada y sus brazos se relajaban. Hermione se había quedado dormida nuevamente y agradecía que no se hubiese dado cuenta que era él o le habría hechizado. Sintió un nudo en el estómago. Ella quería volver a su tiempo pero eso era mas que imposible, todos lo sabían. Se odió por haberle dicho aquellas cosas y hablando con Remus, se dio cuenta que definitivamente, había algo en él que había cambiado desde la llegada de Hermione y eso le carcomía por dentro.
En la mañana, ella permaneció en silencio perdida en sus propios pensamientos mientras movía de un lado a otro su desayuno.
- Detesto los desayunos silenciosos - habló Sirius sacándole de sus pensamientos - Mione, en serio siento todo lo que dije. En serio...yo...
- No me interesa, Sirius. En serio, para nada me interesa.
- ¿Puedes al menos mirarme? - Hermione bufó y le observó - Solo estaba algo...molesto. Porque me esfuerzo por llevarme bien contigo, por ser tu amigo y que me veas como alguien en quien confiar pero...tu solo...quieres ver de mi lo que deseas.
- ¿Lo que yo deseo? - Hermione rodó sus ojos - He tratado de conocerte, de acercarme a ti por si no lo notaste.
Sirius dejó sus cubiertos y le miró fijamente mientras ella hacía lo mismo.
- Eres una orgullosa - espetó y ella abrió su boca ofendida - eres una bruja extraordinaria pero estás tan metida en tus propios asuntos y tan inmersa en ti vida anterior que olvidas que ya no podrás volver.
- ¡No me digas, Sirius! Gracias por recordarme que estaré atrapada aquí todo lo que reste de mi vida. Ni siquiera lo había notado - gruñó molesta - Si todo esto es por no aceptar ir contigo a queseyo, lo siento. Pero aunque nos llevemos mejor, si es que eso existe, no iré contigo a ningún lado. Tengo mejores cosas que pensar.
- ¡¿Oh si?! ¿Tienes una cita con la miseria y la tristeza a las 7 en punto? ¿Eso es lo tan importante que tienes? Vamos Hermione, puedes hacerlo mejor.
- Mi vida es miserable, supongo. Pero imagina la tuya, solo vas de un lugar a otro con quien sabe quien, pretendiendo ser un tipo duro y arrogante - dijo mientras Sirius tenía el rostro rojo de molestia - sin definir que sientes realmente y al final, terminarás casi tan solo como yo. Entonces, Black, supongo que mi cita con la miseria y la tristeza está mucho mejor que tu autocompasión a las 8 en punto.
En el fondo, el ojigris sabía que se lo merecía pero igual no impidió que sintiera una furia recorrerle por todo el cuerpo. Hermione podía ser tan dura como él y eso le descolocó completamente y quizás Remus tenía razón en algo, ser sincero de vez en cuando podía ayudar a limar asperezas.
- Solo quería salir contigo, como amigos. Llevarte a un sitio que no fuesen estas malditas cuatro paredes o la casa de James ni mucho menos la tienda de libros - le dijo con calma, tratando de contenerse - pero eres testaruda, Granger. ¡No puedo arrastrarte! Solo...solo olvídalo, ¿quieres? No volverá a suceder y siento lo que dije anoche, aunque es lo que realmente pienso.
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Marauder's Supremacy
FanfictionLas reglas deben romperse pero para comenzar, una joven deberá dejar todo atrás.