Sirius tocaba el delicado rostro de Theodora con la punta de su dedo índice. Le parecía gracioso como en sueños, podía sonreír tan apacible y tan dulcemente mientras acariciaba su pequeña nariz o le rozaba delicadamente la frente. Jamás había sostenido algo tan pequeño y pensó, que no era tan desastroso haciéndolo. Estaba seguro que Hermione no tendría un bebé, si de algo podía jactarse era de ser muy cuidadoso en recordar hacer el hechizo todas las veces. Una parte de él se sentía decepcionada, quizás algo desesperanzada, otra, pensaba que podía existir una pequeña posibilidad de que el hechizo no fuese suficientemente infalible, pero, eso era una remota e ínfima posibilidad.
Dejó a Theodora en un pequeño nido que hizo con los cojines y le dejó dormir tranquilamente, dando un respiro y mirando su herida. Entonces, una parte de él comenzó a hundirse. ¿Habría pensado Emmeline en su pequeña hija? Seguro que sí. Era una lástima que jamás la vería crecer o reír, que no sabría cual sería su criatura favorita y que nunca le vería dar su primer vuelo en escoba. En ese preciso instante se imaginó a una pequeña de cabello castaño y ojos grises, tan pequeña como Theodora, llorando sola en un cuarto esperando por sus padres que jamás llegarían. Quizás, aunque una parte de él repentinamente quisiera tener un hijo, no era el momento adecuado y mucho menos con Hermione tan decidida a no dejar que eso sucediese.
Sus pensamientos se dirigieron hacia James y Lily, lo que le hizo soltar un suspiro. Si todo aquello era cierto, el famosísimo Harry Potter nacería a finales de julio, en un mundo revuelto y lleno de peligros.
De pronto, la puerta se escuchó y eso hizo sobresaltar a Theodora quien hizo un puchero al Sirius tomarla entre sus brazos. Inmediatamente, Hermione apareció corriendo y le miró asustada.
- Ten a Theo. Joder que han despertado a la chiquilla - gruñó dejándola en brazos de la castaña - Espero sea un maldito mortífago y valga la maldita pena porque me lo cargaré encima...
Sirius apunto con su varita a la puerta y la abrió mientras la alzaba preparado para atacar. Unos ojos castaños le miraron algo aturdidos y sorprendidos mientras alzaba los brazos.
- Canuto, por favor dejame pasar - dijo con voz mas alta de lo usual mientras se adentraba - ¿Que le ha pasado a la pequeña Emmeline?
- Se llama Theodora, menudo idiota y la has despertado. ¡¿Que hora de tocar son estas?! - saltó molesto el ojigris y James se abalanzó sobre él y le abrazó.
- ¡Voy a ser padre! ¡Padre! Yo...¡¿Puedes creer eso?! ¡Oh por Merlín! Yo...yo no se nada sobre ser padre. No tengo a quien recurrir...yo...Papá era quien sabía todo sobre eso. Ser padre. ¿Que pasa si no se sostenerlo? - preguntó alarmado y sobretodo inquieto - ¿Que pasará si se me cae o si lo dejo morir de hambre? ¿Como se hace para cambiar un pañal? ¿Los niños cuando aprenden a ir a un cagadero normalmente?
- James - le llamó Sirius con una sonrisa divertida.
- ¡¿Y si no me quiere?! ¿Que hay si me detesta? Yo...¡Oh por Merlín! Lily...ella no quería tener un bebé ahorita.
- James, estoy segura que lo harás muy bien - dijo Hermione esta vez dejando un beso en su mejilla mientras veía como una media sonrisa se formaba en sus labios.
- Concuerdo. Pero amigo, si le llegas a la habitacion de tu futuro hijo tocando de esa manera...terminarás por crearle un trauma - se burló Sirius mientras James comenzaba a reír mas calmado.
- Lily...¡Joder! La deje sola. De...debo irme. Canuto...debes venir. Yo...yo no...
- Todo estará bien. Lo juro solemnemente. Lo criaremos bien - le guiñó.
- Bien. Yo...es obvio que serás su padrino. Debemos celebrarlo. ¡Si! ¡Los tres! Habrá un nuevo merodeador en el grupo - soltó felizmente embriagado. Antes de acercarse a la puerta se abalanzó sobre Sirius nuevamente quien solo lo abrazó con fuerza y con una sonrisa tan amplia que no le cabía en el rostro - ¡Estoy feliz! ¡Asustado y feliz! Casi me cago en los pantalones, Canuto. Pero estoy tan feliz que no me lo creo. Espero que al igual que yo, tu me des la noticia primero a mi.
Sirius al separarse del abrazo de James asintió solemnemente y suspiró, dándole unas palmaditas en el hombro.
- Bien, debo irme. Los quiero. Siento haber despertado a Theodora. Pero...¡Estoy feliz! Mañana le diré a Lunatico sino es que Lily me asesina por dejarle sola- se disculpó y se despidió con la mano.
El hombre se giró para ver a Hermione quien tenía una sonrisa en el rostro.
- Después de todo, si conoceremos a Harry cuando se tiene previsto - habló el ojigris y ella asintió - Es obvio que sería el padrino, si James no lo hacía pues...pues...
- ¿Dejarían de ser amigos? Lo dudo. Aunque bien que eres el padrino mas arriesgado del mundo - soltó con voz baja mientras Theodora sollozaba y ella le mecía en brazos - A veces instabas a Harry a hacer cosas peligrosas solo porque su padre o tu las hubiesen hecho.
- Pero nena, la vida no es nada sin un poco de riesgo y de cualquier forma, me tendrá a mi y a James para cuidarle el culo si algo pasa - dijo con firmeza - Dame a la niña, definitivamente no sabes nada de bebés.
- ¡¿Que has dicho?! - inquirió consternada mientras él se la quitaba de los brazos - Apenas y llevas unas horas con ella y ya te crees un experto, ¿no es así?
- Creo que es obvio que soy un experto. La bodoque se ha quedado dormida solo con mecerle yo - dijo con arrogancia y Hermione debió admitir la verdad en sus palabras - ¿Crees que debamos comprarle algo de ropa? ¿Juguetes?
- Sirius - musitó ella viéndole con ternura - ¿Acaso te has encariñado con ella? No es una mascota.
- Se que no lo es - replicó con el ceño fruncido - Pero, ¿que hay si no consiguen a sus abuelos? ¿A dónde irá a parar? He estado pensando en eso mientras estabas dormida. Escucha Mione, cuando crezca será una bruja, no podemos dejar que vaya a un orfanato muggle. Lo sabes.
La castaña suspiró y se cruzó de brazos mientras pensaba, su mirada se posó en la pequeña que reposaba tranquilamente en los fuertes brazos de Sirius quien parecía esperar una respuesta de su parte.
- Estamos en medio de una guerra y no sabemos nada de cuidar niños y te recuerdo que...
- Que no quieres tener uno ahora, lo se - completó con voz cansada - Podemos dejarla con Andrómeda cuando vayamos de misió. Así mi sobrina tendrá con quien entretenerse. Por Merlín, Mione, solo piénsalo.
- ¿Adoptarla? Sirius, ¿desde cuando quieres tener hijos? ¿Por qué me parece que esto es solo un capricho? Para que tu y James...
- No es nada como eso - siseó y ella vio como sus ojos se oscurecieron - No se por qué crees algo asi, Hermione. Se que no soy el mejor ni el mas responsable para tener críos, es obvio. Soy arriesgado y puedo morir en cualquier momento haciendo una estupidez pero, ¡Merlín! Nunca dejaría a alguien como esta pequeña pasar por tantas desgracias que pueden depararle. Emmeline era una mujer buena - explicó con lo que Hermione notó era algo de dolor en su voz - nos enseñó todo lo que sabía y nos ayudó en nuestros primeros meses en la Orden. Deseaba como nadie en este mundo tener a esta pequeña y ni siquiera la disfrutó lo suficiente y eso es injusto. ¿Sabes por que lo se? Porque pasé toda mi vida en un hogar donde no era nada, no era nadie y eso si pareció durar una eternidad.
Sirius exhaló y dejó a Theodora en el sofa, rodeada de cojines. Esta vez, Hermione le tomó de brazo y le detuvo antes de que caminase hacia su habitación y le abrazó con fuerza.
- Si Dumbledore no encuentra a su familia, podríamos pensarlo. Pero...sabes que es un riesgo para ella tanto como para nosotros - dijo mirándole con fijeza la castaña - Lo entiendes, ¿cierto?
- Lo entiendo, y si digo que me encargaré de que todo esté bien es así - aseguró con su rostro lleno de fuerza - Además, yo...no quiero quedarmela porque sepa que James tendrá su hijo, ya lo venía pensando desde que nos tocó cuidarla. ¿Has ido a un orfanato alguna vez? Creeme, no te gustaría eso y si me lo preguntas, vería que tal es esa familia de Theodora. Por lo que nos contaste, Harry se quedaba con su tía y era una maldita desgraciada con él, ¿no es así? - ella asintió - Aunque, quiero que tu también estés segura. Si no es así...ya se me ocurrirá otra cosa.
Hermione le miró y pensó en todo lo que había dicho, en lo apresurado que parecía ser todo. También, en que las guerras eran tan impredecibles que quizás no habría mas momentos felices que aquellos pocos.
- Bien, de cualquier forma, espero que la pobre niña no tome tus malas costumbres y de eso me encargaré yo.
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Marauder's Supremacy
FanfictionLas reglas deben romperse pero para comenzar, una joven deberá dejar todo atrás.