Hermione se dedicó a revisar el lugar, parte curiosidad, parte costumbre de aquel protocolo que tenían cada vez que dejaban un lugar y llegaban a otro. Abrió la nevera y notó que había pocas cosas, básicas, pero con algo de ingenio podría cocinarlas, nada era peor que aquellos hongos que preparó mientras huían. Siguió su camino y llegó al pasillo de las habitaciones, eran cuatro puertas y la primera que abrió resultó ser el baño. Algo complicado para tener privacidad si debían compartirlo, luego hablaría con Sirius de eso. La segunda puerta de la derecha era la habitación de Sirius, estaba abierta, la cama tendida perfectamente y todo en su lugar. Notó el baúl con sus iniciales y libros en pila acomodados según su tamaño y grosor, luego se acercó y notó que de hecho, también estaban por tema, sonrió pensando que James tenía razón, Sirius era condenadamente ordenado y eso le agradaba muchísimo.
La habitación de frente era una de las que estaban vacías y entró para revisar. Solo había una cama, una mesita de noche y un armario. Se acomodó en ese, aunque no tenía la misma vista de Sirius con una ventana grande, tenía una pequeña que dejaba vista hacia una pequeña calle algo pintoresca pero ruidosa.
Acomodó todo de la manera no mágica para mantener su mente entretenida, pero en lo que terminó un montón de preguntas, ideas, sentimientos llegaron de golpe. ¿Harry estaría bien? ¿Habría cambiado ya algo en su futuro? ¿Cómo estaría la señora Weasley? No solo había perdido a Fred sino a Ginny y Ron. Apenas y era llevadero para ella, no imaginaba como sería para la mujer. El director parecía moverse lento con las acciones y quizás si se lo comentaba a James o a Lily ellos podrían hacer algo.
Cuando llegó nuevamente a la sala notó que sobre la pequeña mesa frente al sofá grande había varias hojas apiladas y unos lápices sobre ellas. Su curiosidad pudo mas y las tomó todas, sonrió al ver los hermosos dibujos plasmados allí, otros algo mucho mas oscuros y uno que llamó especialmente su atención. Era él mismo, parecía haberse colocado frente a un espejo para hacerlo y lo sorprendente de aquello era que parecía tener un hechizo que hacía que se moviera, pero no como los retratos, mas bien como las fotos. Poco a poco el dibujo iba formandose y veía como el mismo Sirius, además sin camisa, miraba hacia la hoja y al frente, trazando su dibujo. Parecía pensativo y concentrado y podía ver como respiraba profundo, durante un momento sus ojos permanecieron fijos, como si pudiera verla y sonrió para seguir con su dibujo.
Era realmente talentoso y se sintió un poco mal esta vez por él, por Harry. Quizás hubo demasiadas cosas que Harry debía conocer de su padrino y que nunca supo, cosas de las cuales seguramente se habría sentido orgulloso. Se preguntó la razón por la cual Sirius se había ofrecido a tenerla en el apartamento, sobretodo siendo tan adepto a su solitud e individualismo completo.
Para la hora del almuerzo, Hermione ya había preparado una comida decente que incluía papas con crema y queso para complementar un estofado que era mas vegetales que otra cosa. Cuando Sirius llegó, traía unas cuantas bolsas de suministros y alzó una ceja mientras se acercaba a la cocina.
- Giratiempos, ¿cocinaste? Fui a comprar algunas cosas para prepararte de comer y luego volver a la academia - dijo mientras con su varita ordenaba todo en la despensa.
- Tus modales siempre delante de todo - susurró con voz muy baja pero Sirius se cruzó de brazos y le miró.
- Te escuché, señorita amargada. Lo siento, la sutileza no es mi punto fuerte - Sirius destapó una de las ollas y se mordió el labio - Realmente sabes cocinar. Sobretodo con practicamente nada.
- He estado peor - dijo sin más y Sirius no quiso preguntar - ¿Quieres comer? Recién lo preparé y estaba esperando por ti.
- ¿Por mi? - la pregunta sonó realmente sorprendida de los labios de Sirius y Hermione se quedó tratando de interpretar su expresión.
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Marauder's Supremacy
FanfictionLas reglas deben romperse pero para comenzar, una joven deberá dejar todo atrás.