Butterfly Effect: The Performance

15- Sexual Yachts

Pov Eleanor

No entendía a Kylie.

Ayer hizo un show enfrente de sus hermanas y madres para luego irnos a casa y hacer otro show de celos en medio de la sala, todo para terminar durmiendo en cuartos separados, por algo que sucedió hace muchos meses. Amaneció, aliste a Gekyume para enseguida venir a mi empresa que diseña y elabora yates de lujo, llamada La Romana Yachts en honor al sobrenombre que en mi país me pusieron cuando me entregaron las llaves de Roma, eso es otra historia, lo que sigue es ver el diseño mas grande que he hecho en los tres años que tiene funcionando este negocio tan bien remunerado por sus grandes contratos, es algo totalmente genial, en pocas palabras seria una casa flotando con una capacidad para 200 personas, 25 camarotes, 20 baños, una sala de cine, un gimnasio, una sala de juegos para niños inspirado en el País del Nunca Jamás y una para adultos al estilo Las Vegas, una cocina a la altura de un restaurante de estrellas Michelín, y mucho más, planeo tenerlo listo para mi cumpleaños o el de mi novia, pero si ella no paraba de llamarme con su discurso de a lo Vicente Fernández en Estos Celos, esto no estaría listo nunca.

Mi Esposita💜🔥:
Amor, por favor, hablemos.
✔✔

Bufe y seguí inspeccionando el lugar, tan maravilloso, podi...

Mi Esposita💜🔥:
Te amo, de solo imaginarte con otra persona, me jode mucho, perdón.
✔✔

-esta yendo muy bien el trabajo, en serio -sonrei- si siguen así, un bono llegara con su sueldo -.

-es un honor que me haya dado esta oportunidad de encargarme de este mega proyecto, estoy agradecido -sonrio el ingeniero naval-.

Es gracioso verla tan desesperada por aclarar algo del pasado y como dice el dicho, pasado pisado y si regresa, solo debes afrontarlo con un bataso en la cabeza, creo que dice así, no se, solo se que podía ver lo grandioso y magistral que lucía lo que comenzó siendo un capricho provocado por mi obsesión por los lujosos yates, aunque es ilógico por que odiaba el mar por lo escalofriante que era, olvidando eso, entre al inmenso establecimiento de estructura futurista y vi a Gekyume riendo de los peces de colores tan impactantes que nadaban en la enorme pecera.

-hey, principe, ¿estan bonitos? -me arrodille a su lado-.

-tiguronsin uh ah uh ah -aplaudio-.

-solo dos dias con Stormi y recitas frases de películas animadas -rei besando su frente- ¿quieres algo de comer? -.

-quiero ir a ver los barc...

-señortia Martone, hay dos mujeres muy voluptuosas, arrogantes, pedantes y groseras en su oficina -dijo nervioso, Manuel-.

Manuel Lara, un chico que trabajaba como mi asistente, secretario y mano derecha en este lugar, gordito y pelirrojo con amor por las camisas de cuadros muy leñador canadiense que tenia pequeños grados de nerviosismo crónico pero muy inteligente y bueno para cumplir muchos puestos a la vez.

-oh, no espero a nadie pero, iré -sonrei desordenando su cabello- acompañame para darte algo de efectivo y lleves a Gekyume por algunas galletas en la máquina expendedora -.

El asintio y nos fuimos a mi oficina, que tenía una gran vista al puerto de prueba, a medida que transitaba por el pasillo firme unos cuantos papeles de procedimientos burocráticos, nada parecido al que cumplieron al dejar entrar a mi novia junto a Kris a mi oficina. Bajo sus atentas miradas, tome de un fajo de dinero que estaba apilado en la mesa de maquetas, que estaba al lado izquierdo de la oficina, y le di al canadiense unos billetes, el salio con el ruloso y di la cara a madre e hija, esta última ocupaba mi silla detrás del escritorio de madera de acacia con las piernas cruzadas, puro cuero en su ropa, mierda, mientras que Kris, posaba detrás de su hija.