Butterfly Effect: The Performance

24- Fake Alarm

Pov Kylie

-sigue mi respiración y cuenta mi pulso -pedi sosteniendola entre mis brazos-.

Dos días después, de su ida a Seattle, decidió regresarse por no aguantar estar sola tanto tiempo y Gekyume no dejaba de llorar por mi hija, todo fue bien ayer por la tarde, hasta que por la madrugada, todo empeoró.

Luciana había llamado a mi novia a media noche para que fuera por ella en un tono de voz lleno de angustia, por que Travis no quiso dejar la fiesta en la que estaba, para ir por ella, cuando le dijo que estaba sangrando mucho y se sentía mareada. Mi italiana salió corriendo sin decirme exactamente lo que sucedía en ese fatídico momento, para brindarle apoyo a su prima; todo sucedió tan rápido, parecía una mentira, todos los Martone recién habían llegado ante el llamado que le hizo Johnny al jefe de seguridad de Giusseppe, mi Sheldon no dejaba de llorar entre mis brazos, le costaba respirar, estaba cundida en un miedo insoportable, temblaba mucho, esta entrando en pánico, sabía que esto no le traía buenos recuerdos.

-amor, por favor, déjame ayudarte -susurre con calma-.

-p..pe..perdera a su bebe -sollozo tapando sus oídos- va a sufrir, no quiero que sufra -.

-no lo hara, calma, debemos darle buenas vibras a Luchi -limpie sus lágrimas- respiremos juntas ¿si? -.

Inhala, exhala, inhala, exhala, el tono rojizo agonizante de sus mejillas fue bajando como las desbocadas palpitaciones de su corazón, sus ojos seguían botando agua pero al recibir el aire que sus pulmones necesitaban, se fue calmando. Su familia nos miraba atentos, lloraban pero en silencio, parecían confundidos ante la reacción de la noticia ante la posible pérdida del primer bebé que daría inicio a su cuarta generación, si yo no supiera el por que de su pánico, estuviera igual.

-les traje agua -se arrodillo a nuestro lado, Marco-.

-gracias -susurre bajito-.

-me siento un poco mareada -susurro mi novia-.

-ven, vamos a sentarla en frente del aire acondicionado -le dijo el novio de Chantel, a Luca-.

Los altos y fornidos italianos, levantaron a su prima mayor, para sentarla en frente del aire acondicionado, tenía el rostro hinchado, sus ojitos casi no se veían por eso mismo, parecía absorta del mundo real, me dolia verla en ese estado y de imagarme aquello que, de seguro esta reviviendo, me presionaba con fuerza el corazón. Colandome de rodillas ante ella, tome sus rostro sin maquillaje entre mis manos, con mis pulgares limpie sus lágrimas y deje un beso corto en sus labios, podía ver tanta tristeza, miedo, dolor, rabia pasar por sus ojos, esto es algo que no debió de pasar, nadie decia nada, el silencio del piso privado estaba causando estragos en las mentes de cada uno, sabia de la angustia de los Martone y su curiosidad por saber que le sucedía a la niña de sus ojos, no es que ellos sufrieran menos pero mi novia sabia de lo que se trataba, sabia lo que podría llevar a sucederle a la pelicobriza, tenia pánico ante la idea y el idiota de Travis no asomaba ni la punta de una de sus trenzas.

-amor, ¿quieres algo? -bese su nariz- no quiero que llores, me duele verte hacerlo -.

-esta en la misma habitación en la que estuve -susurro viendo el fonde la sala con desden- puedo escucha a Jarad llorando y maldiciendo en mi oído, puedo verme llegar y entrar por esa puerta bañada en sangre pidiendo a gritos que salvaran a mi bebe, duele aquí -señalo su corazón-.

-amor, Sheldon, debemos esperar a que salga la doctora a ver si la operación funciono -limpie sus lágrimas-.

-yo entré a esa misma operación y salí sin mi bebé -murmuro llorando en silencio- no funciono, era muy tarde, derramó mucha sangre, lo se -.