83- Expediente

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Pov Kylie

No.

No me esta controlando o sometiendo a hibernación.

Empezaba a cuestionarme, si nuestro nuevo hogar era el indicado, aunque amaba todo, absolutamente todo de esa inmesa estructura inspirada en Zaha Hadid, la arquitecta favorita de mi prometida, puesto que, estos seis días que llevaba Roma, eran suficientes para enamorarme de cada detalle de la casa sobre el lago artificial, aunque nuestra casa en Los Angeles era una fortaleza en todos los sentidos, esta casa, que originalmente es solo de ella, parecía tener mas particularidades que la otra y me gustaba mucho, desde los colores de la decoración hasta que la estructura fuera un diseño entre clásico y moderno.

Me pidio quedarme cerca de Inmanuel hasta que supieramos si habíamos logrado el embarazo y acepte, cuando me lo propuso, pude ver miedo, ansias, sentimientos de desconfianza y no era de menos, algo me decía que todo giraba en torno a temores del pasado, solo sonreí en aceptación, prometí mantener a mi pequeña familia en calma, hacer que su ambiente sea cálido y bueno para la salud mental, aun cuando eso implicara ir de un continente a otro, para evitar que sus niveles de estrés, ansiedad y paranoia se eleven al punto de cancelar una gira, un lanzamiento de un álbum y venda cada uno de sus negocios, solo por cuidarme.

La orden había sido clara cuando llegue e instale en Roma.

Durante quince días consecutivos, estaría aquí, pero eso no era la orden, la cual iba dirigida estrictamente a cada uno de sus empleados, iniciando por Jimmy y Tim, quiénes estarían a cargo de todo, como jefes de seguridad, asi como que los chef deberán hacer mi comida en base a una dieta especial y tenerla a la hora, ni un minuto más, ni un minuto menos, alimentos que pasarían por pruebas rápidas con un sistema de análisis rápido para alergias, me aspirarian la habitación y lavarian las sabanas a diario, mi ropa planchada a vapor y lavada con un detergente sin olor, no podía comer dulces que no sean naturales como las frutas frescas, ni sushi, los niños serian atendidos bajo el cuidado de la nueva escolta, y para los empleados en general, una regla que cumplían los de Our World, es el uso obligatorio de guantes y tapabocas, además de otras reglas que no les preste atención, no me preocupaba porque Jimmy y Tim, son los que haran cumplir sus ordenes.

Mi día se iba poniendo cada vez mas aburrido, los niños jugaban en la sala y yo los veía en su mundo, habían traído la merienda, aún así, solo podía desear escuchar su voz.

-Jefaza, ¿la está pasando bien? -sonrio Jimmy-.

-estoy bien -sonreí-.

-¿que le parece la casa? -se sentó a unos metros lejos de mi, ajustando su tapaboca-.

-me encanta, aunque me hace falta algo -me hundi mas en el sofa-.

-¿le hace falta, la gran jefa? -alzo ambas cejas-.

-¿vendra cuando? -hice pucheros-.

-tengo entendido que, posiblemente, mañana, y que irán ambas a Buckingham por lo de British Vogue -contesto-.

-necesito verla, asi sea, tener un poquito de ella -lloriqueo-.

-hablando de eso, le mando un regalo y...

-deja de hablarme de usted, no me gusta -bufe-.

-pronto será la señora Martone, debo tratarla como tal y...

-lo se, estoy emocionada por ser su esposa, aun así, tratame como la tratas a ella, no te he visto tratarla de señora o señorita -sonreí burlona-.

-pues, en eventos de categoría, debo de hacerlo, entonces, esta bien, solo he estado un poco nervioso por todo esto y el tono que uso para hablarnos sobre las reglas, me dejo shockeado -rio nervioso-.

Butterfly Effect: The PerformanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora