Butterfly Effect: The Performance

63- MET Gala

Pov Kylie

El gran día que todo el mundo de la moda había esperado por tantos meses, habia llegado y pareciera que la ciudad que nunca duerme, estuviese más alocada, desordenada y eufórica que nunca, no es de menos si el Museo Metropolitano de la Moda estaria realizando a horas de la tarde, su muy conocida gala del Met.

Este evento es legendario en el mundo del espectáculo, no cualquiera asiste y los que vienen, son personas realmente importantes de los Estados Unidos de Norteamérica, desde empresarios pasando por modelos hasta cantantes y entre otras personas de gran relevancia; esta gala tendría de tema, la moda y Estados Unidos, todo léxico de la moda, las expectativas de este año, en cuanto a las personas mas esperadas, se centraban en Jailey, Standrea y Kylea, como invitados especiales, sin embargo, para mi mala suerte, Eleanor iría como persona independiente, es decir, no seria modelo de ninguna marca en específico como serían Justin y Hailey con Donatella Versace, Stassie y Andrea con Tom Ford, y yo con Christian Dior.

Es curioso, muchos creían que caminaria con mi novia por la gran escalera pero, ni yo sabía que sucedería con su presencia.

Hablando de nuevo sobre este magnífico evento, a parte de reunir a la alta sociedad y monarquía del espectáculo, reunía dinero para causas benéficas, ya habia firmado mi donativo al igual que mis amigos, segun Jimmy, la cantidad que firmo mi novia, es tan exorbitante que es el doble de los milloncitos que entre nosotros cinco pusimos en nuestros cheques.

Centrándonos en esto y no en la molestia que sentía tener que caminar, relativamente, sola por la alfombra, estábamos alistandonos, puesto que, debíamos hacerlo con anticipación para evitar que pudiera haber contratiempos y no se puedan resolver, además de que, me sentía indecisa sobre que usar, Dior envío aproximadamente seis de los diseños que hicimos en colaboración, todos me gustaban y no sabía cual ponerme.

-¿ya te decidiste? -me pregunta Hailey comiendo una manzana-.

-no se si el negro, el beige o el morado -suspire pesadamente- no quiero parecer parte del relleno y no estar a la altura de todos los trajes -.

-a mi me gusta el beige -dice Justin sonriendo sincero- si quieres te colocas mi traje y yo tu vestido -.

-si, negro en combinación con el vestido negro con toques dorados de Hailey -bufe-.

-es broma Kyzzle -rio alzando sus manos-.

-su frustración proviene de alguien que no subirá la escalera con ella -se burlo, Andrea-.

-la cosa es que concuerdo con el rubio, el beige es el indicado -opina Stass-.

La mire con fastidio, asi me miraba los asistentes que Donatella, Dior y Gaultier habian enviado para vestirnos, no podía hacer mas que pensar y no llegar a una conclusión.

-en el beige, tus chichis -rio graciosa, Hails- se ven mas rebosantes, a Eleanor le gustara -.

-mi esposa tiene la razón, mi comadre rodará por las escaleras cuando te vea, mejor dicho, vea su cosa favorita mostrarse en todo su esplendor -asintió-.

-esta bien -sonreí- me colocare el beige, pero...

-pero -dijeron al unísono-.

-no se si con o sin sombrero -sapatee-.

-llama a Eleanor y dile que te baje ese humor -dice riendo, Just-.

-¿dejarían de molestarme? -alce una ceja-.

Pov Eleanor

Sonreír, caminar, pose, sonreír, caminar y pose, maldita sea la hora en la que me hice modelo, al principio, los primeros años, todo es increíble, subirte a una pasarela o aparecer en una portada de modas es lo las genial que puedes vivir en tu vida pero cuando llevas tantos años en esto, que ya sabes lo podrido, sucio y cruel que es el mundo del modelaje, odias cada segundo de tu vida, odias tener que fingir estar emocionada por fundarte en un vestido de mas de mil dólares y caminar con tanta altaneria y egocentrismo, que te ponen de sobrenombre, la jodida serpiente negra, así me pusieron, así me dicen, por eso les doy serpientes en mi tour, en merchandising, en fotos, y en medio de mis pechos en tinta roja con una rosa, si no fuera porque mi marca es invitada y que no puedo permitir que alguien me quite el puesto de reina del MET, mismo que me dio Vogue, menos cuando estoy en mi mejor momento, uno donde puedo saborear sananmente la gloria, aunque gloria no es sinónimo de fama.