77- Preparativos 1/2

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Pov Kylie

Amo con locura a mi prometida, amo a mis hijos, amo a mi familia pero cuando quiero dormir un silencio total, hasta tarde, se antojan de formar un griterío y escandalo por toda la santa casa, quería estar sumida en un sueño delicioso como el de estos días que he estado viviendo por la estadía de mi futura esposa en mi casa, preparando la mudanza a la nueva casa, en serio, quería dormir pero afuera de mi habitación podia escucharlos gritar como si su vida dependiera de ello.

No tenía un niño en la casa, tenia tres y ya me están cansado, molesta me puse de pie, me coloque mi albornoz encima de mi corta pijama rosada de la misma seda y fui al baño para hacer mi rutina diaria, me coloque mis pantuflas y sali de la habitación; no se a que jugaban pero mi sala parecía un campo de batalla y habían dardos nerf por todos lados, se me esta bajando la presión.

-¡sal cobard...

Tenía a mi prometida frente a mi mirandome entre sorprendida y nerviosa aun vestida en su pijama de ositos.

-amor de mi...

-mami -corearon los niños-.

Se miraron entre si muy nerviosos, miento si digo que sigo enojada, se veían hermosos aun en pijamas y con las manchas negras que usan los militares debajo de los ojos, quería cobrarmelas, así que, cruce mis brazos debajo de mis pechos, los niños me veían asustados y mi prometida... Ella veía, como siempre, mis pechos elevados por la presión.

-¿que se supone que es esto Amelia? -dije fingiendo enojo- quiero descansar, esto de la mudanza me esta agotando y se supone que en dos horas debemos ir a casa de Standrea y tu, siendo la mayor de la casa, formes un alboroto y ni se diga de ustedes -señale a los niños-.

-te juro que no queriamos -contesto ella en un hilo de voz- tenia tiempo si dedicarles tiempo y, y yo no quería esperar más -hizo pucheros-.

La beso.

-mami -llamo Stormi- ¿puedo ir al baño? -miro sus pies-.

Asenti y salio corriendo, me engaño, pequeña traviesa, mire al chinito de mi corazón, el también salió corriendo.

-traicioneros -chillo bajito mi prometida-.

Tome su mano jalandose hasta sentarla en el sofá, me senté encima de ella dejando que sus manos pecaminosas me quitaran el nudo del albornoz, sus ojos veían con adoración mi torso, sus dedos se paseaban delicadamente por mis muslos, joder me estoy calentando.

-lo siento -susurro apenada- no volvera a pasar -.

-estan castigados los tres -sonrei con malicia- sin televisor, su laptop o cualquier aparato que les gustes, y tu -mordi mis labios- no podrás hacerme el amor por dos días -.

Sus ojos llenos de sorpresa y expresión llena de dolor se instalo en su rostro, me daba tanta risa que empecé a carcajearme con fuerza llamando la atención de los niños que se aparecieron lanzandose encima de ambas, Dios, amo esto, en serio, nos llenaban de besos y cosquillas, me tenían contra el suelo encima de mi mientras me hacían cosquillas.

-basta, basta -tome aire-.

-lo sentimos señora mama -susurro Gekyume-.

Rei besando su frente.

-estoy agotada, quiero hacer esto rápido para estar en la nueva casa y por eso, deben dejarme descansar un poquito ¿si?, no es necesario que esten retosando desde temprano -rodé los ojos-.

-fue culpa de mami Elea -se defendio mi hija-.

-no seas mentirosa -le saco la lengua mi prometida-.

Butterfly Effect: The PerformanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora