Quédate

El TRATO III

—Es que ese cuarto es de... — Pancho se interrumpio al ver a Iván entrar de nuevo a la cocina con uno de los muchachos.

— Puedes seguir. — Dijo Iván.

— Pues en si... Los Colombianos venían por Elena, para... — Se detuvo nervioso. — Tomar venganza por lo que les hizo Marco.

— ¿Pero que hizo?

—Es que... Marco está creciendo mucho. Está tomando mucho territorio. Y está dejando sin trabajo prácticamente a mucha gente de este negocio. Dicen que se va a asociar con Pablo Escobar, y que se llevan muy bien.... En fin el caso es que nos dispararon por qué no nos creyeron que no vivían ahí y por eso los destrozos.

La verdad escuchar que Marco estaba creciendo en el negocio me desanimaba, se que lo que había hecho no estaba bien, pero no podía dejar de quererle de un día para otro.

—¿Estás bien? — Pregunto Ovidio. —Sabes que no dejaremos que te hagan nada.

— Si, si, estoy bien. — Dije algo desanimada. — Lamento lo que le hicieron a tu casa por mi culpa.

— Que vaaaa. No fue nada. — Dijo Ovidio.

— Gracias, wey. Te puedes ir. — Dijo Iván al joven.

Solo agache mi cabeza y no podía dejar de ver mi taza.

— No pasa nada, ánimo— Dijo Néstor.

— No es eso. Es que... Siento algo de pena por lo que le hicieron a la casa de Ovidio por mi culpa y... Me da tristeza escuchar que Marco está creando enemigo.

— En este negocio es normal. — Dijo pancho.

— Si. — Dije haciendo una pausa. — Supongo que siempre lo supe... Marco y yo terminamos el día que me secuestraron. — Admiti. — Pero no significa que le deseo mal. Es decir nadie deja de querer a otra persona de la noche a la mañana... Y menos si fue tu primer novio...

Los muchachos se quedaron callados.

— Puede ser duro al inicio, es decir. No ocupa ser tu primero novio o novio, incluso pasa con amigos, con personas que ganan tu corazón y luego te dañan y te alejas. Es bueno desearles lo mejor, pero debes saber que también es lo mejor para ti. — Dijo Néstor poniendo su mano en mi hombro.

— Así es. Aparte nos tienes a nosotros a este trío dinámico... Iván no cuenta es aburrido. Y aparte tienes está casa, con todos a tu disposición.  — Dijo Ovidio.

Sonreí ligero. — Gracias. — Dije sincera. — ¿Les importa si me acuesto un rato?

— No has comido nada.

—No tengo hambre. — Dije dirigiendome a las escaleras cuando me detuve. — Iván...

El se giro a verme.

— Gracias. — volví a decir con una sonrisa.

Iván suspiro y yo me dirigí a mi cuarto....

Elena subió a llorar y dormir. Mientras tanto los chapitos....

— La Cague, — Dijo el mayor de los Guzmán.

— No creo. — Dijo Pancho

— ¿Nos dió las gracias por decirle la verdad? — Pregunto Iván extrañado.

— Debe traer trauma de las mentiras de Marco. — Dijo Ovidio.

— ¿Bueno y que vamos a hacer?

— Mañana nos encargaremos desde temprano de todo el trabajo, se desocupan a las 6. Yo volare para entregar la mercancia pendiente. Ustedes se vienen para animarla. Y hay que contratar personal, para que ella haga lo que le guste, y que ellos se encarguen de la comida y limpieza... Aparte que le servirá para que no esté sola y tenga con quién platicar.

— Le marcare a la Nana a ver si puede venir y a sus sobrinas. Deben ser de su edad o un poco más grandes para que conviva con ellas. — Dijo Ovidio.

— Iré programando los movimientos de mañana para no perder mucho tiempo. — Dijo Pancho saliendo por la puerta hacia sus hombres.

— Iré checando que las avionetas estén listas mañana en la mañana. —  Dijo Néstor dirgiendose a afuera de la casa.

El mayor de los Guzmán también se ocupó intentando acelerar todo lo que tenía que hacer mañana. Por qué una parte de él deseaba desocuparse también temprano para llegar a animarla.

OVIDIO

Le estaba marque y marque a la nanita y nada. Entonces dedicidi marcarle a una de sus sobrinas.

— Hola Lucy. — Dije alegre. — ¿Cómo ha estado? ¿Que me cuenta? ¿Que me dice la familia?

Después escuchar que Lucy estaba bien era momento de hablar con ella.

— Oiga mi Lucy, vera, es que ocupamos quien nos apoye aquí con la limpieza y las comidas y así en la casa. ¿Que dice si se anima?

Cuando escuché a la lucy animarse suspiré.

— Muy bien Mi Lucy irán por ustedes temprano entonces... Oye, nomás un favor. Hay una niña aquí, anda agüitadona, pa que la animen. Y otra cosa, mi Lucy, ocupo un favor....

Después de armar el plan con la Lucy, fui con los hombres y les dije que se fueran en chinga en la mañana por la Lucy y la Ania para que estuvieran desde temprano aquí.

Me gire y mire las escaleras y di una sonrisa traviesa. "Mañana no sabe lo que le espera a la Elenita" pensé.

ELENA.

A la mañana siguiente no tenía muchas ganas de ganas de nada. Estaba triste. Cuando escuché que tocaron las puerta del cuarto.

— Señor Iván... — Escuche una voz femenina detrás de la puerta.

Me levanté extrañada con el ceño fruncido y abrí la puerta.

La muchacha me miró sorprendida

— Lo lamento. — Dijo apenada. — Buscaba al señor Iván para ver qué quería desayunar.

— Iván. No está aquí...— Creo que no dormí bien por qué por alguna razón me molestó verla buscando a Iván.

— Una disculpa es que este es su cuarto