El rancho

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— Bueno eso tiene un arreglo. — Dijo archivaldo acercando a Lucia. La tomo de las caderas y la acercó a él. La beso despacio y empezó a jugar con el final de la blusa de Lucia

— Espera los caballos nos ven— Dijo separándose un poco

— Lucia, ellos no le dirán a nadie. ¿Verdad wey? — Dijo girandose a Cuervo.

Arch empezó a hacerle señas para que moviera su cabeza arriba y hacia abajo

Lucia giro a Arch divertida.— Igual no quiero hacer nada aquí

— Está bien. Igual sería un poco incómodo. Aunque... Si te sientas sobre mi y brincas...

— No archivaldo.

— Baaah. — Dijo fingiendo molestia.

— Ya después. Primero quiero montar a cuervo

Arch levanto las cejas. — Lucia tarde meses en poder montarlo sin que me aventara. No voy a arriesgarme.

— Pero dijiste que él confía en ti. Si él ve que tú confías en mí. Tal vez me deje. Andale, enséñame como ganarme su confianza.

Arch suspiro. — Ven.

Cuervo dió un paso hacia atrás al ver a Lucia acercarse a él. Luego levantaba la cabeza incómodo.

— Ven amigo. Ven. — Dijo Arch acariciando a Cuervo. — No te hará nada ¿Está bien?

Arch tomo la mano de Lucia y la puso sobre la nariz del caballo y al inicio si se notaba tenso. Pero arch tenía su mano sobre la de Lucia y acariciaban juntos al caballo y poco a poco este se fue relajando

Lucia miro emocionada a Archi. — Ya no está alerta. — Dijo emocionada.

— Le caiste bien. Pero, hoy no lo montaras... A él ..

— ¡ Archivaldo !

Arch rio divertido. — Tenía que decirlo

Bajaron comida de la avioneta y entraron a la casa.

—Te voy a hacer chilaquiles. No has comido nada.

— ¿Sabes hacer chilaquiles? — Pregunto Lucia asombrada.

— Aprendí ahora que mi ama no está.

Lucia miro triste a Arch. — ¿Cuánto tiene tiempo fuera?

— No lo sé. Desde que mi apa anda huyendo. Aunque me parece raro. Ella solo le marca a Joaquín y aveces. Ella siempre estaba al pendiente de nosotros. Y ahora, pareciera que solo le importa Emily. — Decía triste mirando el sartén.

— ¿No crees que tal ves tú papá le prohíba hablar con ustedes?

Arch no había pensado eso. Podía ser una razón.

— Puede ser. Después de todo lo que ha hecho mi apa y el otro viejillo no lo dudo.

— ves por qué no me gusta el negocio. Apuesto que tu abuelo y papá lo ven como algo normal.

— Eso creo. Algunos papás prueban a sus hijos ayudándolos con cosas de las casas. El mío hizo que me persiguieran y tumbó mi avioneta.

A Lucia no le hizo nada de gracia. — ¿No has pensado... Hacer otra cosa?

— No. ¿Que más puedo hacer? Ya me salí de la escuela.

— Podrías hacer una carrera técnica. Igual yo seré escritora famosa. Y no importará que hagas. — Dijo Lucia acercándose a besarlo.

Él sonrió. — Tal vez me venga bien ser mantenido.

— Lo digo en serio Arch. Si tú quisieras dejar esto...

— Lucia ya hablamos de esto. Es lo que me gusta. Es lo que quiero.

— Está bien. — Dijo Lucia resignada.

— Aparte, sin este trabajo, jamás podría darte todo lo que tú padre te da.

— No quiero que me des lo mismo que él, ni seas como él. — Dijo Lucia. — Ah, el casi no lo veo.

—Solo te cuida... Por cierto... ¿Cómo está? ¿Aún quiere volarme la cabeza?

— No quiere volarte la cabeza.

— ¿En serio? Por qué eso sentí cuando me grito que me fuera a la verga y mando a sus hombres a apuntarme.

— Solo cuidaba a su niña.

— Supongo que tendré que volver a ganarmelo.

— Así es.

Arch suspiro. — Ten chula, tus chilaquiles.

Arch después de comer un poco con Lucia no podía dejar de verla.

— ¿Que pasa? — Pregunto ella extrañada.

— Me gustas. — Dijo él.

Ella sonrió y se levantó de su silla para acercarse a él y comenzó a besarlo.

El beso fue lento pero luego se volvió intenso. Hizo que Lucia se sentará sobre él.

Le quitó la blusa y Lucia desabotono la camisa de él.

El solo desabotono su pantalón y lo bajo un poco.

— Ven aquí.

— Pero....

— Solo siéntate encima.

Lucia suspiro y lo hizo, no podía sentar bien por completo.

— Tranquila. No lo hagas recio te vas a lastimar, acostumbrate primero.

Poco a poco bajo un poco más hasta que sintió que estaba sobre las piernas de él.

La inclino un poco hacia atrás y Arch empezó a jugar con sus pechos. Lucia en un movimiento instintivo empezó a mover sus caderas.

Arch solo sonrió y coloco sus manos en las caderas de ella

— Pero como...

— Tranquila, yo te voy a ayudar.

Él le decía a ella como moverse.

Los movimientos eran cada vez más rápidos

En eso un celular comenzó a sonar.

Lucia paro de golpe.

— No, no. No pares. — Dijo Arch cerrando los ojos con fuerza

— ¿ Pero...

Arch ya sin poder la agarro mas fuerte y la movía a su antojo. — Me vale verga quien sea ahorita. — Dijo apretando los dientes.

Después de unos segundos Arch paro. — Volteate. — Ordenó

— Pe...

Arch golpeó el muslo de ella con su mano abierta.— No lo voy a repetir.

Ella le hizo caso y volvió a guiar sus movimientos con las mano en la cintura de ella hasta que ambos quedaron satisfechos

Lucia recargo su espalda en el pecho de Arch mientras el acariciaba despacio sus piernas.

— Creo que deberíamos ir a dormir a la cama. — Dijo ella.

— Solo quédate un rato más así — Dijo él ahora acariciando el abdomen de ella. — solo no te muevas.

— Si seguimos aquí y sigues haciendo eso voy a volver a tener ganas.

— Tengo rato sin verte. Por mi seguiría toda la tarde.

En eso el celular de archivaldo volvió a sonar. —  Deberías contestar. — Dijo Lucia.

Arch suspiro.

Era Andrés. — Contestaré pero no te levantes aún. Solo no te muevas.

— ¿Que onda wey? ¿Cómo andas?

— Bien. ¿Paso algo?

— Seré breve. Te busca la DEA. Ya hicieron la notificación oficial. Está tu rostro en las noticias.



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