Corri a abrir la puerta y ovidio estaba parado afuera del cuarto como el meme. Con tres cajas y un globo.
Mira, te compre esto- Dijo extendiendo su brazo con dos cajas. - las nuchachas me ayudaron. Si quieres salir esta noche solo avísame. Digo.. si quieres para ya saber sacar el estrés. — Dijo apenado. — Y a bailar a un antro.
No iba a aceptarlas, pero no quería ser grosera con Ovidio.Tome las cajas tímida. - Gracias.
- Espero te gusten. - Dijo Ovidio para luego irse del cuarto.
Abrí la primera y era un vestido corto no era feo, realmente era bonito, pero muy sexy. Lo puse sobre la cama y me encantaba la idea de ponermelo y lucirlo solo para ver la expresión de las mujeres de abajo.
Abrí la segunda caja y eran unas zapatillas. Preciosas, por cierto. De verdad, no quería aceptar nada pero realmente necesitaba salir para distraerme. Y la tercera... Una peluca. Estaba impresionada el cabello se miraba hermoso era largo y ondulado, de un negro casi ireal.
En cuanto salí del cuarto para avisarle a Ovidio que si quería salir él iba saliendo de una de las puertas de alado. - ¿Te gustó? - Pregunto emocionado.
- Está precioso todo... gracias.
- De nada. - Dijo con la pequeña sonrisa.
- Me gustaría salir esta noche. - Dije apenada.
- A pues arreglese mija, póngase más guapa que se a donde podemos ir.
Después de hablar con Ovidio me bañe y aliste. Una vez que estuve lista sali del cuarto colocándome unos aretes.
Ovidio abrió su boca pero no decía nada.
— ¿Y? — Pregunté dando una vuelta.
- Te ves muy guapa. - Dijo con una sonrisa con su voz algo temblorosa. Me quedé algo asombrada anda la reacción de Ovidio, traía un vestido demasiado sexy y él no hacía otra cosa más que ver mi cara y sonreír.
- Gracias. - Dije sonriendo. - Realmente me gustó el vestido y los tacones.
- Y espérate, eso no es lo mejor, hay un bonus extra. - levantó su pierna. Lo mire hasta que note lo que intentaba mostrarme.
- Combinan. - Dije con una sonrisa genuina. Sus tenis combinaban con mis zapatillas.
- ¿A poco no nos vemos bien chingones?
- Ay Ovidio. - Dije riendo.
- Neta, los mire y pensé "nos vamos a ver bien perritos"
Volví a reír antes su ocurrencia.
- Vamos - Dijo él dirigiendose a la puerta. - Espera, es fiesta de disfraces olvide lo más importante.
— Pero no traemos disfraz
- Tu tranquila, yo nervioso.
Ovidio tomo una caja muy elegante y la abrió.
- Son preciosas. - Dije mirando las máscaras de encaje.
- Y únicas. - Dijo Ovidio. - Así que será fácil reconocernos entre nosotros
Me guió hasta su Corvette blanco y cuando llegamos a la fiesta todos voltearon.
- No te bajes. - Me amenazó apagando el carro. El recorrió su auto ante la mirada de todos y me abrió la puerta ofreciendome su mano para bajar.
- Carnal, estamos listos cualquier cosa. Unos se quedarán afuera y otros entrarán para vigilarlos todo el tiempo. - Dijo pancho alado de nosotros.
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Quédate
Ficțiune științifico-fantasticăEsta historia narra el tiempo que Elena vivió con Iván y Ovidio Guzmán. Seamos sinceros, no existe nada que justifiqué el comportamiento de estos individuos en la vida real. Pero al fin de cuentas son humanos, con sus errores y sus emociones. Indep...