Otro día más

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A la mañana siguiente me levanté y cuando baje a la cocina entre todos hacían el desayuno, hasta me dió pena acercarme.

- Buenos días. - Dijo Néstor alegre.

- Que onda, chaparrita. - Dijo Ovidio juguetón.

- Buenos días. - Dije extrañada.

Ovidio bailaba ligeramente mientras picaba fruta. Néstor reía al ver a su amigo bailar, mientras que el mayor de los Guzmán y Pancho cocinaban serios, nisiquiera se giraron a verme.

Néstor empezó a pasarme los platos y yo los ponía en la mesa.

- Y... Este es el tuyo... - Dijo Néstor

- Wou... Es mucho. - Dije viendo el plato.

- ¿Tu crees?

- Si.

- Tu agárralo, si dejas no hay problema. - Dijo Néstor.

- ¿No te contó que tenemos desechador humano? - Pregunto Ovidio divertido. - Lo que dejes se lo traga Néstor. No entiendo cómo no engorda. Tooodoooo se traga. No me ha tragado a mi por qué...

- Por que no quieres chiquito. - Dijo Néstor coqueto

- Ya vas a jotear tan temprano. - Dijo Ovidio girando los ojos

- Cuaaaal. Tu eres el joto. - Dijo Néstor

- Yo nomás te beso, tu eres el que cierra los
ojos.

- Pero tu eres el que me agarra la mano.

Rei divertida viéndolos pelear. Ambos se giraron a verme.

- Se burla de nosotros, compadre. - Dijo Néstor.

- Ya hay que dejarla comer. - Dijo Ovidio serio ante la mirada pesada de Iván.

Note que miraba a su hermano menor en forma de reproche.

Ovidio agachó la cabeza y empezó a comer.

Cuando terminamos recogí los platos y los lave.

Los muchachos se fueron todo el dia asi que estuvo muy tranquilo. Me dormí parte de la tarde y cuando desperté, escuché un ruido abajo de la terraza.

Camine despacio y escuché como Ivan y Pancho platicaban.

- No me gusta como actúan Ovidio y Néstor con ella aquí. - Dijo Iván

- Actúan como si vieran un cachorrito todo peludo. Se que dijimos que podría hacer lo que quisiera, pero ya es de mas. - Dijo Pancho.

- Actuan bien queda bien los dos.

- Lo bueno que solo estará un tiempo. - Suspiro pancho aliviado.

- Solo hasta que Marco encuentra al culpable.

- Si es que lo encuentra. - Dijo pancho dudoso, para después hacer una pausa larga. - Tal vez Alfredo tenga razón.

- ¿A qué te refieres?

- No es culpa de ella y nadie la quieres aquí. - Dijo Pancho Obvio. - No importa que tanta comodidad intentemos darle. Está no es su casa

- No me importa si ella está cómoda o no. Tiene que callarse y aguantarse en lo que su novio trabaja.

- Así los quería agarrar. - Se escuchó la voz de Ovidio que se unió a ellos.

- ¿Que tanto les duele o les arde pues? La casa es mía. Lo que ella consume, yo lo pago y no me molesta y ni he abierto la boca para decir pio y ustedes que han recibido solo los beneficios como el caldito.

- Y las tortillas a mano. - Acompleto Néstor.

- Y las tortillas a mano. - Aseguro Ovidio. - No han hecho otra cosa más que quejarse.

- ¿ Y si empiezan a buscarla? - Pregunto Pancho.

- Marco no es tonto. - Dijo el mayor de los Guzmán sabe que es más riesgo incluir a la policía, por qué puede estar seguro que si nosotros caemos, él se va con nosotros.

- Señor, llegaron los caballos bailadores. - Dijo una voz desconocida. Me metí despacio sin hacer ruido al cuarto otra vez y me dormí.

Los siguientes días me la pase aburrida, miraba a los muchachos hasta la tarde, y solo con Néstor y Ovidio cruzaba palabra, Iván y Pancho nisiquiera se giraban a verme.

Me levanté en la madrugada y escuché un sonido en la parte de abajo. Empecé a bajar lento de puntillas y escuché a Ovidio e Iván en la cocina. Me escondí a escuchar su conversación.

- ¿Has sabido algo de Marco? - Pregunto Ovidio revolviendo su plato.

- No mucho. Los muchachos me dijeron que se ve pésimo. Que nisiquiera parece él. He escuchado que está haciendo un excelente trabajo en el negocio.

- Escuché lo mismo. -Dijo pancho.

- En cualquier rato le quita la plaza de jefe a su padrino. - Dijo Néstor.

- Pues si no lo hace él, lo hará alguien y se la dará. - Dijo Iván. - Muchos están de parte de Marco en todos los planes.

- ¿Creen que sea capaz de darle gas al viejito de su padrino? - Pregunto Ovidio Curioso

- Naaa. - Dijo Pancho. - Lo ha apoyado mucho.

- Pues apoyo mucho al Chiquete y ahora sin enemigos . - Dijo Néstor.

- Gente mal agradecida. - Dijo Pancho.

- Nomás miro más dinero y se salto para el otro lado el Chiquete.

- ¿Por qué no hacemos más interesante todo esto entre los noviecitos? - Dijo Iván malicioso.

- ¿Cómo? - Pregunto Néstor.

- El padrino del Chiquete, me pidió asociarnos. Le diré que si... Con una condición... El Chiquete tiene que matar a Marco.



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