Luis se giro para ver qué miraba y luego volvió su vista a mi.
— ¿Quieres hablar con el?
— No. —Conteste rápido.
— Elena... — Dijo Marco caminando hacia mi.
— Me tengo que ir.
— Necesito hablar contigo.
—No, no puedo.
— Elena, por favor. — Dijo con esa cara y tono de suplica por la cual me moría.
Lo mire a los ojos.
— Solo entra un momento por favor.
—¿Matías? — Pregunto Luis a mis espaldas.
Me gire y Matías miraba con mala cara fijo a Marco.
—Vine con Elena. — dijo Matías.
Me gire a verlo y le Susurré. — Si tardo mucho márcale a Iván
Matías asíntio.
— Vamos.
Cuando entre a la casa estaba algo deteriorada.
— Lamento el desorden
— No te preocupes. — Dije abrazandome a mi misma.
— ¿Un te?
Asentí. Y después me odie por eso. No debí aceptarlo que me ofreciera pero ya que. Solo estuve atenta a ver cómo lo preparaba.
— Elena, lo lamento.
— Marco. — Lo interrumpí. — Te pido perdón, y te perdono
Él me miró triste.
— Se que tal vez yo también tuve mis errores y lo lamento y tú tuviste los tuyos, eres humano y no vale la pena guardar rencor. Así que te perdono.
— Elena...
— En algún momento. — Dije algo emotiva. — Nuestra relación fue lo más bonito que me pudo haber pasado. Y puedes estar seguro que recordaré con cariño los buenos momentos, pero ya no puedo. — Dije limpiandome una lágrima.
— No llores por favor no tienes por qué pedir perdón.
— Lo siento. Es solo que... — En ese momento tuve un flash back de ambos cocinando ahí mismo y riendo. — Apesar que esto no tiene solución. — Él trago en seco. — Me da tristeza que las cosas terminarán así. Y si te debo disculpas. Lamento haber sido inmadura en algunas situaciones.
— Lamento haberte hecho daño. Lamento haber sido un machista. Y haber alejado de tus sueños.
— Solo querías un futuro para ambos. Yo fui muy egoista. Solo pensaba en mi y lamento haber querido cambiar tu futuro
— Tu solo querías lo mejor para mí. — Dijo con media sonrisa. — Lamento haberte alejado de tu familia.
— Lamento todos los problemas que te cause con Kevin.
— Lamento no haber podido ser mejor hombre para ti. Lamento que te secuestran por mi culpa.
— Lamento que mi padre hiciera todo un caso judicial para intentar meterte a la carcel a ti y a tus amigos.
— Lamento haber entrado así a casa de Iván y asustarte.
— Lamento si ellos te hicieron algo.
Algo nos miramos a los ojos y sonreímos.
— Creo que... No tuvimos una relación muy normal. — Dijo mirando su te.
— No. — Dije con media sonrisa. — Pero gracias por haber creído en mi.
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Quédate
Science FictionEsta historia narra el tiempo que Elena vivió con Iván y Ovidio Guzmán. Seamos sinceros, no existe nada que justifiqué el comportamiento de estos individuos en la vida real. Pero al fin de cuentas son humanos, con sus errores y sus emociones. Indep...