Quédate

Sincero II

Archivaldo se quejó del dolor y sin pensarlo agarro al Wero de la camisa y le dió un derechazo.

El hombre rápido empezó a sangrar del labio.

El Wero intento desconectarle todo a archivaldo pero este solo empezó a reír.

- No estoy fetal. Viejo pendejo. Lo más que hace al desconectar eso es que se me pase el viaje. - Archivaldo se paró cómo pudo y cayó al piso cuando el Wero se le echo encima. Se escuchó el ruido y derrepente entraron Iván, Néstor, Pancho, Andrés, y Freddy a la habitación

Vieron como el Wero intentaba ahorcar a Archivaldo.

Néstor rápido se lo quito de encima y empujó al viejo a una esquina.

Entre Iván y pancho ayudaron a Archivaldo a acostarse en la cama.

- Creo que ocupo una enfermera. - Dijo Archivaldo al ver cómo la herida de su pierna se empapaba en sangre rápidamente.

Andrés salió corriendo.

Cuando llegaron varios enfermeros le pidieron a todos que salieran.

Iván agarro del cuello al Wero palma y lo saco a rastras. - Si mi hijo pierde la pierna, ten por seguro que te cortaré a ti las dos. - Dijo molesto.

Estuvieron afuera de la habitación hasta que los enfermeros salieron.

Una de las enfermeras salió muy molesta. - Ya lo estabilizamos. Tuvimos que volver a cerrar la herida. Y cambiar el vendaje. Tienen prohibido pasar.

Los muchachos no hicieron caso e iban a pasar nuevamente a la habitación.

- Que tienen prohibido pasar. - Repitió molesta. - ¿Quieren que el muchacho pierda la pierna o que?

Todos se quedaron asombrados. A pancho le dió risa.

- Será rápido. - Dijo pancho.

- Rápido será como le tengamos que cortar la pierna, si la herida se le infecta o si vuelve a hacer un movimiento brusco.

Todos se quedaron más serios y asíntieron.

Todos se quedaron el completo silencio y esperaron a que la enfermera llegará al final del pasillo. Ella se giro y les hizo una señal con la mano para que se fueran.

Empezaron a caminar despacio, pero ella les trono los dedos. Todos estaban más que ofendidos.

Pancho seguía riendo divertido pero caminaba apresurado detrás de todos.

- Allá los quiero. - Ordenó la enfermera. - Señalando unas butacas.

Todos caminaron a las butacas y se sentaron en silencio.

- O si se van a pelear pues salgan del hospital. - Dijo molesta yéndose por último.

- Tienen carácter la pinche wera. - Dijo Néstor. - Hubiera preferido un chingazo a como me habló.

- Nomás le faltó decirnos pendejos. - Dijo Andrés.

- En fin. - Dijo Néstor. - Cuéntenle todo al Iván

Los más jóvenes hablaron e incluso mostraron en sus cel el vídeo del Wero dando órdenes de seguir a Joaquín.

Un audio que tenían de David diciendo que el Wero fue el último en checar la avioneta.

Iván se sintió algo tonto por haber desconfiado de sus amigos y sobrinos.

Se giro a molesto al Wero. - ¿Por qué?

- ¿Por qué, que?

- ¿Por qué haces todo esto? ¿Quieres dinero? ¿que quieres? ¿Que buscas?

- Estoy hasta la verga, yo perdí a mi esposa y mis hijos. ¿Y tú padre? Tiene a cuánta vieja se le cruza. Se casó con Emma y yo... Tengo que vivir con el vídeo en mi cabeza de como mataron a mi familia. Y ahora resulta que hasta pinches nietos que van a entrar al negocio tiene.

- ¿Eso fue todo? ¿Envidia?

- Aparte que me paga menos. ¿Cree que soy tonto? ¿Que no se que tienen más negocios?

- No es excusa. ¿Por qué no lo hablo con mi apa? - Pregunto Iván

- Tu padre solo habla de estos pinches renacuajos. De todos. Como si hasta ese fuera su nieto. - Dijo señalando a Freddy.

- Lo es. - Aseguro Iván serio.

- No olvides que si me haces algo, tu padre se irán contra ti. - Aseguro el Wero.

- No creo, diré que te hice un favor. Que te cumplí el sueño que más anhelas y deseas.

El Wero sonrió. - ¿Apoco si? ¿Y cuál es?

- Te voy a reunir con tu familia. - Dijo Iván con una sonrisa.