Suspiré y me subí lento a la camioneta mi apa tenía la cara seria completamente.
—¿Que te dije, Chamaco?
— Que no podía venir.
— ¿Y que hiciste?
— Me escape. — Dije tranquilo.
— Cuando entres al negocio. No puedes andar haciendo estás gracias. Te pueden agarrar en una fiesta. Te matan a ti y a otros más de cola. No debes de ser tan irresponsable y egoista. Aparte aquí también está tu hermano.
Apreté los dientes.
— Hice mal. — Dije mordiéndome uno.
— Súbete a la camioneta y sígueme.
Me subí a la camioneta y lo seguí. Llegamos a dónde estaba el ciervo.
— No te vas. Hasta que lo cazes. — dijo firme mi apa. Dándome el rifle
A las 5 de la mañana empecé lento a caminar y escuché un sonidito.
Mire al pequeño ciervo comer de algo. Con cuidado tome una piedra y la tire del lado contrario. Dónde yo estaba. El pequeño corrió prácticamente hacia mi y empecé a seguirlo con al mira del rifle. Luego me adelante para ver dónde estaría al segundo y dispare.
Lo siguiente fue el sonido de un peso muerto sobre las hojas secas. Me acerque y le di en el estómago. El pobre respiraba agitado y no levantaba la cabeza. Suspiré. "Perdóname" Susurré y le di en la cabeza. Era peor estarlo viendo sufrir.
Arrastré el cuerpo hasta la entrada y se lo di a mi padre. Creí que me vería con una sonrisa u orgulloso, pero solo me dijo que dejara él cuerpo ahí y me fuera a la casa de mi abuela
VIERNES
Cuando llegue mi abuela me abrazo y empezó a jalar mis cachetes.
— Mira nada más que guapo estás mi muchachito. Idéntico a su padre
Mi papá nomás me miraba serio.
— Como dos gotas de agua. — Siguió mi abuela. ¿Ya desayunaron?
— No. — Dijo mi padre
— Vengan. Les haré desayuno.
Por lo menos algo bueno. Desayuné bien bueno con mi abuela. La comida de rancho siempre va a ser lo mejor.
Abuela me miraba fijo. — Mi niño, te ves cansado ¿por qué no vas a dormir?
Asentí y me fui a dormir a un cuarto.
Cuando menos lo pensé, la hora era ya las 12:00
Me levanté de un salto y me despedí rápido de la abuela. Me fui en chinga a Cln. Y me di cuenta que era la 1:30.
No iba alcanzar a alistarme y regresar por Lucia. Así que me fui directo a la escuela.
Cuando llegue lucía estaban en el estacionamiento.
Me baje enfriega y abrí la puerta.
— ¿Qué haces? — Pregunto ella.
— Súbete para ir a comer
Ella negó. — ¿Qué te hace creer que saldré contigo después de lo que le hiciste a mi prima?
— Ya te dije que no le hice nada a la zorr... A tu prima. Ándale súbete.
— No.
— ¿Quieres reprobar la actividad de deportes? Para que repitas el año.
Ella apretó los dientes.
— ¿Qué sabes de mi? — Pregunté.
Ella resopló y se subió a la camioneta. Mi cara de satisfacción era notable.
Le cerré a la puerta y me subí al piloto
— Antes haremos una parada rápida.
Ella sintió.
— ¿Qué te paso? — Pregunto curiosa.
— Andaba trabajando. — Me límite.
Ella se quedó helada al ver la casa.
Me baje rápido y le abrí la puerta. — ¿Qué hacemos aquí? — Pregunto curiosa
Ella nerviosa se bajó de la camioneta.
Ella me seguía como perrito perdido, pero cuando entre al cuarto paro.
— Quédate en la cama, yo me metere al baño dije agarrando más que una toalla y un bóxer.
Ella seguía en el marco de la puerta. - No voy a entrar.
- ¿ Por que? - Pregunte frunciendo el ceño.
- Huele a cosas ilicitas, desenfreno, depravacion, ambicion, malicia, perversidad, inmoralidad.
Sonrei. - Es christian Dior, linda. - Dije y me meti al baño.
Me bañe lo mas rápido que pude. Y antes de salir, escuche una voz. - Archivaldo, apúrate hay unos socios, abajo.
Me quede helado, era mi apa. Sali del baño y no estaba Lucia.
Me cambie y me acerque a las escaleras mire a mi pa serio.
- Se serio, sin tontearías. - Me advirtió.
- ¿Y Lucia? - Pregunte
- ¿Qué Lucia?. - Pregunto mi padre extrañado
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Quédate
Science FictionEsta historia narra el tiempo que Elena vivió con Iván y Ovidio Guzmán. Seamos sinceros, no existe nada que justifiqué el comportamiento de estos individuos en la vida real. Pero al fin de cuentas son humanos, con sus errores y sus emociones. Indep...