Hombres

1.4K 95 5
                                    

Archivaldo se fue a dormir y Atenea también.

Eran las 6:30 de la mañana y archivaldo escucho como Joaquín hablaba con alguien por telefono. Archivaldo se levantó rápido y decidió alistarse.

Joaquín salió de su cuarto y miro a su hermano también listo, pero con ropa decente y no de trabajo.

— ¿A dónde vas tan temprano? — Pregunto Joaquín curioso.

— A la escuela. Ocupo hablar con Lucía

Joaquín sonrió. — Perdón por gritarte ayer wey. Pero es que... Somos hombres. La atracción entre tu y ella siempre ha Sido notable y que ahora estuviera rondando por la casa.

— Si. Entiendo. Pero creo que merecía el beneficio de la duda.

— Ya no importa. Por qué le dirás a Lucia.

— Si, solo espero que se lo tome bien.

— Lucia actúa como si todo el tiempo estuviera molesta, pero nunca es así. Solo hace por qué es irónica y es una especie de estira y afloja contigo. Y aparte que es lo que funciona contigo.

— ¿Lo que funciona conmigo?

— Claro que sí. Es por qué si ella no fuera así. No te hubieras fijado en ella.

En ese momento archivaldo se puso a pensar. Pues Atenea es todo lo contrario a Lucia y le llama la atención. Maldita sea, pensó. Me LLAMABA la atención. Ya no. Antes. Ya no.

— Tienes razón. Vamos. Hablaré con ella antes de que entre a clase.

Dejaron a una señora encargada en caso de que Atenea o su madre despertarán y se fueron a la escuela.

Archivaldo estaba sentado en una banca cuando miro a Lucia. Ella al verlo sonrió y apresuró el paso a él. Lo abrazo y le dió un ligero beso. — ¿Y esta sorpresa?

— Necesito contarte algo.

— ¿Que pasa?

— ¿Recuerdas la primera vez que fui a Colombia?

Archivaldo le contó todo a Lucia ella solo lo escuchaba atenta y asentía.

— Entonces se quedó esta noche, pero le buscaré un lugar en otro lado si no te sientes cómoda.

— Pues... Creo que está bien. Lo haces por ayudar. No es necesario que le busques lugar en otro lado. Aparte no es como si vivieras solo los dos.

— No. Aparte las cosas seguirán igual. Estaré en el trabajo todo el dia. Dejaré a un muchacho encargado de ellas y hablaré con ella si quiere estudiar devuelta o nose, aprender a hacer algo para que trabaje. O un curso de cortar el cabello o poner uñas. Todas las viejas aquí usan.

Lucia sonrio. Y le dió un beso rápido a archivaldo. El se sorprendió. — ¿Y eso?

— Me gusta escuchar que haces algo con buena intención.

— También le di 5 pesos a un niño ahorita...

Lucia sonrio. — Tampoco es andar promocionandose Archivaldo

— Si quieres, puedes conocerla...

— Supongo que estaría bien. No quiero ir exclusivamente a tu casa un día a eso. Pero cuando se de... Estaría bien.

— Perfecto. — Dijo Archivaldo tomando a Lucia de la cintura para darle otro beso. Se sintió un poco incómodo al ver que varias las personas lo miraban.

— ¿Por qué la gente anda más metiche de lo normal?

— Hay muchas teorías de por qué te saliste de la escuela. Dicen que eres un narcotráficante muy temido ahora. Que haces negocios con rusos, colombianos y tienes Miles de hombres de tu mando. — Dijo Lucia en tono de película vieja riendo

QuédateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora