Quédate

Desastre III

Archivaldo se encerró en su cuarto.

— No pienso preguntar. Pero ya me imagino que pasó. — Dijo Andrés a Joaquín llegando.

— Párate, déjame tomo agua pal susto. — Dijo Joaquín

— Le iré diciendo a Atenea que recoja sus cosas. — dijo Freddy.

— ¿Por qué? — Pregunto Andrés.

Freddy se giro incrédulo.

— Bueno, bueno, ¿tu eres pendejo o te haces? — Pregunto Freddy ofendido.

— Deberíamos dejarla dormir aquí está noche. — dijo Joaquín.

— Si claro. ¿Darle un premio también no quiere?

— ¿Que traes tu? — Pregunto Andrés.

— Pues me emperra. — Dijo Freddy.

— Déjalo, desde que anda con Sofía, anda muy conectado a su lado femenino. — Dijo Joaquín.

— Seamos sinceros. Si las cosas hubieran Sido al revés. Archivaldo hubiera echo un escándalo de Dios guarde. Lucia solo se fue. — Dijo Freddy

— ¿Ideas? — Pregunto Joaquín.

— Regresar a Atenea a Colombia. — dijo Freddy

— Llevar a Atenea a alguna casa y apoyarla económicamente o un hotel. — Dijo Andrés.

— Claro. Premien a la rompe hogares.

— Freddy, tiene razón. Parece más un premio.

— Pero por lo menos no estará cerca de Archivaldo y Lucia. — Dijo Andrés

— Lleven a Atenea a otro lado. Intentaré hablar son Lucia. — Dijo Joaquín.

— Creo que deberías esperar a mañana. — Dijo Freddy. — Para hablar con Lucía. A Atenea llévatela de una vez.

— Solo le dejaré un par de mensajes. — dijo Joaquín.

Joaquín le dejo unos mensajes a Lucia y se fue a dormir.

A la mañana siguiente Archivaldo empezó a soñar con Lucia... Costa rica. Casi podía oler su perfume. Sentir que la abrazaba no quería despertar no quería abrir los ojos pero...

— ¡Levanté huevón! — grito Iván abriendo las ventanas. — Tendremos una junta con tu abuelo y Don Mayo. Te quiero abajo listo en 10 minutos.

Archivaldo se arrastró como pudo al baño y se alistó.

— Muevete. — Dijo Iván caminando a la salida. Ahí estaba su tío Ovidio también

— ¿Que trae el pinche viejo? — Pregunto archivaldo molesto

— No ha visto a tu madre. — Dijo su tío Ovidio.

— Pero... Crei que estaba con ustedes.

— La mando a Europa. A ella y a tu hermanita. Allá entrara a la escuela.

Archivaldo le dolio escuchar eso, pero era mejor. Así su madre y su hermana no vivirian este infierno.

En el patio estaba Don Mayo y su abuelo. No se le olvidaba lo que su padre y su abuelo habían hecho. Pero como dice el refrán "Ten a tus amigos cerca pero a tus enemigos más cerca"

— Buenos dias. — Dijo Arch.

— Es bueno verte muchacho. — dijo Don mayo.

— igualmente señor.

—Sabes, ha pasado algo muy extraño desde que volví. — Dijo Iván. Arch se sentó a fingir que le interesaba la plática. — Los hombres solo preguntan por ti y no me quieren hacer caso.