Quédate

Abuelo II

Elena llego al patio, su cabello estaba pintado de negro intenso largo suelto, con unas ondas al final. Traia puesto un vestido azul marino, ella caminaba segura meneando sus caderas colocandose unos arete.

Ivan sintio que se le paro el corazon al verla. Monumento de mujer, y todo eso era de el. Solo de el.

- Buenas tardes. - Dijo ella colocandose el arete derecho de oro largo que Iván le había regalado en un cumpleaños. - Mi amor, ya bañate, te dije que hoy era la cena de Griselda por la apertura de su Salon de belleza. Tu ropa esta en la cama ya planchada. Ponte perfume y vamonos. La niña se quedo con Emma

Nestor abrio los ojos a tope al escuchar a Elena.

- Y tu. - Dijo apuntando con su indice a Nestor. - Hay unas flores en la mesa. Te sugiero que te bañes y alistes en el cuarto de huespedes y llegues con las flores a tu casa. También te deje un cambio en la cama. Lo robe de tu casa cuando Griselda estaba distraida. Y te rapo si dices que te ayude. - Lo amenazo.

- Graciaaaas. Eres la mejor del mundo. - Dijo Nestor tomando la mano de Elena para besarla y correr escaleras arriba.

Ivan sonrio divertido y orgulloso, se acerco a su esposa para darle un tierno beso en la mejilla. - Te amo. - Susurro de lo mas profundo de su corazon.

- Mi amor tenemos visita.

Elena abrio ligermante su boca al ver al hombre sentando en su jardin.

El hombre la miraba asombrado.

- Una disculpa, de verdad. Soy Elena. - Dijo dandole la mano.

- No te disculpes, Es verdaderamente un placer. - Dijo el señor Joaquin. - Yo soy Joaquin, tu suegro

- Si.- Dijo Elena nerviosa.- He oido mucho hablar de usted.

- Espero que cosas buenas.

Elena rio algo nerviosa. - Si...

- Mijo, vayase a arreglar, vayanse a la fiesta. Yo cuido a sus chamacos.

Elena sintio que la sangre se le iba a los pies.

Archivaldo estaba tranquilo viendo la escena, mientras que Joaquin estaba divertido al ver la cara de horror de su madre.

- Si, andale ama. Vamos a estar bien. - Dijo Joaquin riendo.

- Me disculpa un momento. - Dijo Elena levantando uno de sus delgados y delicados dedos, mientras jalaba a Ivan dentro de la casa.

- No. no ivan. - Dijo Elenea molesta una vez que noto que estaba lejos y el señor joaquin no podria escucharlos. - Los muchachos no pueden quedarse con tu padre.

- Es su abuelo. - Dijo molesto Ivan.

- Va a contarles del negocio, se lo va a pintar muy bonito. No le contara cuantos han muerto o se han perdido en el vicio. Ivan. - Dijo ella molesta y triste. - Tengo miedo por mis hijos.

- Ya te dije que a ninguno le importa el negocio Elena.

Elena se miraba nerviosa mirando al patio.

ivan tomo por la cintura a su esposa y le dio un tierno beso en los labios. - Todo va a estar bien. Te lo prometo mi amor.

Elena asintio.

Ivan se baño y se estaba cambiando cuando se abrio de golpe la puerta.

- Carnal, dame perfume. - Dijo Nestor caminando directamente al closet de Ivan.

- No-

Nestor tomo un frasco y practicamente se baño en el. - Sale gracias wey. - Dijo ahora caminando a la salida apresurado.

Ivan resoplo y se termino de alistar. se acomodaba la manga cuando miro a su primogenito entrar a su cuarto.

- ¿Que paso chamaco?

- Nada, queria saber si ya se arrepintio de meterme al negocio.

ivan suspiro.- Claro que no mijo. Pero con lo ultimo que le paso, si me asuste. Entienda que no quiero que le pase nada a usted y a su hermano.

- Apa estoy bien.

- De pura suerte.

- Quiero seguir el entrenamiento, ya estoy bien del brazo. Y no me paso nada.

- Mañana hablaremos de eso.

- Jure que me ayudara.

- A que chamaco.

- Jurelo por el abuelo.

Iván suspiro. - Andale pues. Por su abuelo... por cierto ¿y su abuelo?

- Esta con el joaquin. Le esta enseñando una serie de narcos.

Ivan sonrio.

Ivan y Elena se despidieron de sus hijos y se fueron a la fiesta.

- Cuidemelos bien apa.

- Como si fueran mios.

En cuanto se cerro la puerta principal el Sr. Joaquin se giro a sus nietos. - Bueno. ¿Quien quiere aprender a hacer un churro de mota?