Las enfermeras corrían mientras intentaban cortar la camisa de la persona en la camilla.
- Pónganle oxígeno. Parece ser que tiene fracturada una costilla. Debemos ser cuidadosos o puede fracturar un pulmón. Debemos detener la emorragia el sujeto ha perdido mucha sangre.
La persona en la camilla miraba todo en cámara lenta. No podía tener sus ojos abiertos. Sentia su pulso más débil.
De un segundo a otro el sonido ritmico que emitía la maquilla de latidos solo emitió un único sonido agudo...
- Lo perdemos. Traigan el carrito rojo ¡rápido!
- ¿Que pasa? - grito una persona entrando a emergencias.
- ¡Saquenlo! - Grito el doctor
- ¡Lo quiero vivo, ¿Entendió? ¡VIVO! - Gritaba el hombre.
- ¡Despejen! - El cuerpo boto sobre la cama pero nada.
- Doctor... - Dijo la enfermera triste al ver que la persona no reaccionaba. - Debería decir la hora de la muerte
- ¡Podemos salvarlo, rápido! ¡Despejen!
°°°
Las personas de la fiscalía caminaban por toda la casa. Pararon dónde estaba el cuerpo en el piso y abajo un enorme charco de sangre.
- ¡No lo toquen! - gritaba alguien.
El hombre se sentó en cunclillas. Y levanto la sábana blanca. Al ver quién era puso una cara de decepción. - Es una lastima.
Su compañero lo vio extrañado. - ¿No ves quien es? Llevamos tiempo buacadolo. Hasta la DEA.
- ¡Pero míralo! ¡Que pena que su final fuera así!
- ¡No lo toquen! ¡Suéltame! - Gritaba alguien en la esquina de la habitación.
°°°
Ovidio estaba sentado con las manos en su cara. No había nada que lo pudiera hacer sentir mejor. Sentía culpa. Se había quedado dormido.
Alfredo estaba encerrado en el baño. No quería que lo vieran llorar.
Andrés parecía ido, hacia todo rápido. No cruzaba más de dos palabras del tema.
Freddy no hablaba. No quería hablar con nadie.
°°°
Esa tarde en jardines del Humaya se podía escuchar como los plebes del rancho de Ariel Camacho tocaban una y otra vez "Cuando te acuerdes de mí"
Todas las caras eran de sufrimiento.
"Era de esperarse" Decían unos.
"se fue muy pronto" Decían otros.
"Se le va a extrañar" decía la mayoría.
" Mira que cuidarse tanto para que terminara así"
Lucia sentía que no podía más. La presión en su pecho era demaciada. Sentia que cargaba un peso enorme y al cerrar los ojos venía a ella cada recuerdo.
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Quédate
Fiksi IlmiahEsta historia narra el tiempo que Elena vivió con Iván y Ovidio Guzmán. Seamos sinceros, no existe nada que justifiqué el comportamiento de estos individuos en la vida real. Pero al fin de cuentas son humanos, con sus errores y sus emociones. Indep...