El tío Ovidio me llevo a un enorme almacén
- ¿Vamos a llevar mercancía? - Pregunté al tío Ovidio.
- No. Hoy vas a ser chef.
Frunci el ceño. Y cuando entré me pusieron a producir la mercancía. No era algo muy agradable que digamos. Algo tedioso. Miraba como la gente se dedicaba a cocinarla sin ponerle atención a algo más.
Después de unas horas el tío Ovidio llegó por mi. - ¿Cómo te sientes Ivansito?
- Pues, bien, supongo.
Ahora el tío Ovidio me llevo a otro almacén, este no lo conocía.
Entramos y había dos hombres atados a unas sillas.
Me quedé helado viéndolos.
Uno tenía los ojos bastante rojos e inchados, temblaba como loco.
El otro movía la mandíbula de forma involuntaria como película de terror. Lucia se moriría de miedo pensé divertido. El tipo parecía poseído.
- ¿Se trata de morder la oreja? - Pregunté divertido.
- Probaron la merca, y les gustó... Ahorita mismo te arrancarían el hígado con las manos para conseguir más.
Los tipos daban lastima
- Solo un poco. - Dijo uno apenas. - Dame solo un poco. - Repitió.
En ese momento recordé cuando quise probar en la escuela.
- ¿La has probado? - Pregunto el tío Ovidio
- No.
- Pues piénsalo, después de esto.
En eso se acercó a uno y lo soltó. El hombre se me fue encima buscando en mis bolsas. Y oliendome como loco.
- ¡¿Traes?! ¡¿Traes mercancía?! - Repetía.
Pensé en darle un fregazo pero me dió lastima solo lo empuje. Cuando se puso más enfadoso si le pegue un fregazo. Empezó a llorar en el piso tomándose la cara y ahí si me sentí mal.
- Vámonos. - Dijo mi tío Ovidio.
El hombre se volvió a parar para intentar correr hacia nosotros pero otros hombres lo detuvieron.
- ¿Hay otra sorpresa? - Pregunté mirando por la ventana.
- En realidad si.
Llegamos a una casa enorme grande muy bonita
Don Ismael salió a recibirnos.
- Necesito un favor, Hijo. - Me dijo el señor.
- Mi hija quiere salir de fiesta pero sin escoltas y en parte es arriesgado que vean que traen escoltas hombres mucho más viejos que ella. ¿Crees que tú y tu hermano puedan acompañarla.
Sonreí. - Claro que sí.
En eso salió Teresita de la casa.
- Hija. Archivaldo y Joaquín irán contigo.
Ella solo asíntio.
- Te doy mi número, para ponernos de acuerdo a que hora vernos.
- Muy bien. - Dije serio.
- Muchas gracias, hijo. - Dijo Don Ismael mientras me encaminaba a la camioneta del tío Ovidio.
- De nada, ya sabe lo que ocupe.
Me subí a la camioneta con una sonrisita.
- Ni se te ocurra una pendejada. Por qué nos cortan los huevos a todos. - Dijo el tío Ovidio. - Mantén lo que debes en tus pantalones y no andes de nalga pronta.
- No pienso hacer nada... Que ella no quiera.
- Irá... Ira... Que te estoy diciendo, pinche chamaco ofrecido.
- Pues que madre.
- Igualito a tu papá de joven. Luego te va a llegar el karma y te va a doler culero. Acuérdate de mi.
Levanté los hombros en señal que no me importaba.
Me fui a la casa me bañe y me fui al entrenamiento de fútbol. Íbamos a la mitad cuando empezaron a llegar los de educación física. Lucia estaba estirando con Dimitri cuando mire que saludo a alguien en las gradas.
Ismael.
" No mames, quien viene un sábado a la escuela a las gradas nomás a ver a una plevita a intentar salvar deportes" pensé.
"Plebe pendejo"
Me sacudí la cabeza para intentar sacarme la molestia pero no sirvió.
- ¡Ya basta Archivaldo! ¡Ya basta! ¡No es fútbol americano!
Suspiré. Sacudí mi cabeza y me gire a las gradas. Ismael seguía ahí. "No mames" pensé.
Intente jugar más tranquilo hasta que terminó el entrenamiento. Empecé a correr un poco para bajar el coraje cuando mire a Lucia.
- Te ves cansada. - Dije corriendo a su lado.
- Estoy cansada - Dijo apenas.
- ¿Por qué no descansas?
- No puedo.
- ¿Por qué?
- Aún no termina el entrenamiento.
- ¿Quieres que te lleve cuando acabe?
- No, gracias.
- ¿Por qué no?
- Saldré tarde
- Te espero..
- Es que me llevara Ismael.
- Aaah. Sale. - Dije parando de correr para caminar al estacionamiento. Fredy estaba recargado en las gradas viendo todo y solo sonrió cuando me acerque a él.
- Estosss celosss me hacen dañooo, ME ENLOQUEEESEEEEN. - empezó a cantar divertido.
- No mames no estoy celoso.
- Jamaaas aprenderé a vivir sin ti.
- Mmta.
- Lo peor que muy tarde comprendo SI, SI... Contigo tenía todo y lo perdí..
No conteste y camine más rápido a mi carro.
- Perate wey. Vamos al rancho hoy o que.
- No puedo. Tengo un trabajo de don Ismael.
- Ayaaa vergaa UAUAU.
Me subí al carro y me fui a la casa.
Pase la tarde jugando vídeo juegos con el tío Ovidio y Joaquín hasta que tome el teléfono.
Miraba los estados cuando mire uno de Lucia. Era una nieve y se miraba a Ismael a un lado. "Ah pero con él, si quiso un pinche helado". Bloquee el cel y seguí jugando hasta que me llegó un mensaje de Teresa.
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Quédate
Science FictionEsta historia narra el tiempo que Elena vivió con Iván y Ovidio Guzmán. Seamos sinceros, no existe nada que justifiqué el comportamiento de estos individuos en la vida real. Pero al fin de cuentas son humanos, con sus errores y sus emociones. Indep...