Adiós III

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Era Joaquín.

— Lucia. Que bueno verte. — Dijo Joaquín con una camisa azul claro y una cachucha negra dándole un fuerte abrazo

— Holaa. — Dijo ella también emocionada correspondiendole el abrazo.

— Tanto sin verte ¿Cómo has estado? Te ayudo con eso. — dijo tomando su maleta. — llegaron a una camioneta negra y abrió la puerta emocionada.

Joaquín la ayudo a subir y cerró la puerta

— ¿A dónde vamos? — Pregunto emocionada

— Pues.... A tu casa. ¿O quieres ir a otro lado?

— No. — Dijo desanimada. — A la casa está bien.

Lucia y Joaquín se pusieron al día sobre ellos durante todo el camino.

Cuando llegaron a casa de Lucia, ella entro nerviosa y su Nana la recibió con un abrazo. Su padre había comprado una nueva casa.

Joaquín bajo la maleta y se despidió

Lucia subió al que sería su cuarto con su última luz de esperanza y....

Nada.

No podía. No podía ser posible. Seguro la buscaría más tarde.

Se quedó en su casa. Ni quiso salir por si archivaldo iba.

Se llegaron las 5 de la mañana y decidió dormir

Se despertó a medio día sin energía. Cómo pudo se dió un baño y bajo a la cocina. Su Nana le tenía la comida. No quería nada. Volvió a su cuarto a ver series.

A las 5 de la tarde bajo por comida y su celular sonó

"Supe que estás en Culiacán salimos hoy?"

Dimitri.

Lucia sonrio triste y contesto.

"Siii, claro. Salimos a cenar?"

"Siii, paso por ti"

Bloqueó su teléfono y se subió a alistar.

Era sábado por la noche. Mañana se iría en la tarde y ni señas de archivaldo.

Salió con Dimitri y Sofía y amigas de la prepa a un antro y estaban tomando. Al inicio no quería pero que más daba quería sacar el estrés. Empezó a tomar más y más. Bailaba. Sabía que él estaba ahí mirándola. Podía sentirlo. Algunos jóvenes se le acercaban y los rechazaba, ella solo quería a uno.

Ya como último recurso acepto a uno. Pensó que tal vez lo celos lo harían reaccionar.

Pero nada.

Lo odiaba. Lo odiaba como habia podido hacerle eso.

Siguió tomando. Empezó a combinar y derrepente en un punto perdió la conciencia.

Derrepente abrió los ojos de golpe. Estaba todo oscuro. Una pequeña luz de la notificación de su cel iluminó un poco su cara. Era él. Tenía unas ojeras muy marcadas. Se miraba cansado.

Y derrepente sintió como juntó sus labios. Empezó a besarlo desesperada. Levanto sus manos para tomar su rostro y entonces...

Abrió los ojos de golpe. Una luz le molestaba, se movió incómoda y... Esa no era su cama. Ese cuarto no era el de ella. ¿Dónde estaba? ¿Por Dios que había pasado anoche? Empezó a intentar recordad y un aroma hizo que todo volviera a su memoria. Era el cuarto de archivaldo.

Sonrió emocionada. Pero no lo recordaba. Daba igual. Estaba en su casa.

Bajo corriendo las escaleras pero solo estaba Joaquín en la sala.

— Al fin despiertas. Voy a salir. Ocupo llevarte a tu casa.

La cara de desilusion de Lucia era de pena. Ya no aguantaba más.

— Solo dime dónde está por favor. Ya no lo soporto. Dime qué vendrá. Dime qué me buscará por favor.

A Joaquín se le rompió el corazón.

— Lucia es mejor que te olvides de el.

Lucia comenzó a llorar.

Joaquín se levantó para intentar abrazarla pero ella se quitó

— No, no me toques. Si no pensaba buscarme ¿Por qué hizo esto?

— Aún le importas bastante... Pero él no va a volver.

— Lo quiero de vuelta. — Lloraba Lucia.

— Lo lamento Lucia. Pero tienes que seguir adelante sin él.

Ella subió al cuarto de archivaldo llorando tomo sus cosas.

— Lo voy a obligar a buscarme.

— Lucia espérate. ¿Que piensas hacer? Lucia yo te voy a llevar.

Lucia salió corriendo con los tacones en la mano. Paro un taxi y se fue.

Joaquín se subió a su deportivo y empezó a seguir al taxi mientras marcaba por teléfono.

— Carnal tenemos un problema.

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