- ¡BUENOS DÍAS ALEGRÍAAAA! ¡BUENOS DÍAS SEÑOR SOL! - Grito Ovidio entrando al cuarto. Rápido me puse la colcha a la cabeza molesta.
Ovidio, Néstor, Alfredo y Pancho quienes traían gorritos de cumpleaños y un pequeño pastel se quedaron sorprendidos al verme.
- ¿Que haces aquí? - Pregunto Néstor sorprendido.
- Parece que ya le dieron su regalo a mi carnal. - Dijo Alfredo divertido.
Tome una almohada y se la avente.
- Es curis. - Dijo Alfredo riendo esquivando la almohada. - Voy llegando y como me recibes ingrata.
- Parece que no hizo buen trabajo mi carnal- Dijo Ovidio.
Le tire también una almohada a la cabeza pero pancho más rápido la cacho evitando que golpeara a Ovidio.
Ovidio camino al baño. - Carnaaaaal. Ya sal.
- No está ahí. Está abajo en el sillón.
- Que egoísta eres deberás. ¿Por qué durmió ahí? - Pregunto Néstor.
- Será por qué aaaalguien se quedó dormido en mi cuarto y abarcó toda la cama.
Ovidio levanto los hombros en señal que no le importaba.
- Bueno, equis. - Dijo Ovidio. - Vamos a levantar a mi carnal. Ten. - Dijo poniéndome un gorrito.
- Vamos a hacerle unos Hot Cakes. - Dijo Alfredo.
Bajamos las escaleras despacito.
1...
2...
3...
Contó Ovidio y empezamos a cantar las mañanitas.
Iván empezó a moverse y cuando se giro tenía una bella sonrisa en sus labios.
Se sentó en el sillón. Había dormido sin camisa y su cabello estaba alborotado.
Empecé a verlo sin pudor aprovechando que los muchachos estaban muy ocupados haciendo escándalo cantando cuando sentí un pequeño codazo.
Me gire a mi derecha y Alfredo me dió un papel.
- ¿Para que?
- Es para la baba.
Rei nerviosa y lo empuje despacito
- ¡Io Iván! ¡Io Iván! -Gritaron unos pequeños corriendo a Iván a abrazarlo. - ¡Feliz cumpleaños!
- La neta, te conviene, mis chamacos lo aman. Es niñero ahí donde lo ves.
La verdad es que era bonito ver a Iván jugar con los pequeños.
Todos le dimos un abrazo a Iván y se que es tonto pensar pero sentí que el mío fue el más especial. Me abrazo cariñosamente durante más tiempo y le di un beso en la mejilla.
Después del desayuno, los muchachos se fueron a trabajar un poco en lo que Elsa, Ina, Griselda fuimos al lugar donde sería la fiesta. Era a una hora del rancho. Era como otro rancho pero la casa no era tan grande y lo principal era el jardín de enfrente y el enorme techo rústico y con piso muy hermosa.
- ¿Y bien? ¿Ya somos cuñadas oficialmente? - Pregunto Ina.
Sonrei nerviosa.
- Pues ya tengo dos hijos con tu hermano, espero que sí. - Dijo Elsa ayudándome un poco.
- Tu siempre has Sido nuestra cuñada. Te quedabas en la familia por qué te quedabas. Si Alfredo no se casaba contigo me casaba yo. - Dijo Ina.
Todas reímos mientras mirábamos como todos apurados acomodaban todo.
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Quédate
Sci-fiEsta historia narra el tiempo que Elena vivió con Iván y Ovidio Guzmán. Seamos sinceros, no existe nada que justifiqué el comportamiento de estos individuos en la vida real. Pero al fin de cuentas son humanos, con sus errores y sus emociones. Indep...