La joven hizo aún lado el cabello de su cara y comenzó a retorcarse el labial rojo.
- ¿Crees que puedas prestarme este vestido? - Pregunto su amiga Yesica saliendo del closet.
- Claro que sí, agárralo.
Su amiga se lo puso y se lo modelo.
- ¡Perfecto!
Ambas se subieron a deportivo de Emily cortesía de su padre por su cumpleaños.
Dónde sea que llegara Emily robaba miradas. Era pequeña como su madre, tenía buen cuerpo, pero igual pidió una lipo a los 17, pinto su cabello de negro y lo dejo largo. Tenía los rasgos de su madre y los ojos claros, con labios carnosos y rojisos de su padre. Con maquillaje y sin maquillaje, era una belleza. Y definitivamente la actitud de su abuelo y a su tío Alfredo. O por lo menos eso siempre decía su padre.
Camino segura con los tacones resonando hasta la entrada del antro. No pidieron identificación ni nada. Entro junto con su amiga y estuvieron en el VIP. Le enviaron flores. Botellas pero ella solo los ponía aún lado. No quería ser grosera. Pero ninguno de esos regalos era la gran cosa para ella. Desde niña había recibido mucho amor y cada capricho se le había cumplido.
Su padre, sus tíos, sus hermanos, se encargaron se tratarla como reina. Por el miedo de que cualquiera se las pudiera quitar. No solo por cosas materiales. Cada que ella viajaba con ellos mínimo le abrían y cerraban las puertas y ofrecían la mano.
Nunca la regañaban en público, siempre era en casa donde se hablaba, jamás la tocaban sin su consentimiento, nisiquiera para arreglarle el vestido, el cabello o si tenía algo en la cara. Jamás le decían groserías, ni eran llevados. No le decían que usar, era su cuerpo, e igual siempre llevaba seguridad. Eran cariñosos. Siempre que ella estaba triste era seguro que obtuviera un abrazo y ramo de flores. Apesar de esos caprichos la joven no era creída. Pero digamos que si estaba acostumbrada a cierto nivel de trato.
Esa noche salió sin seguridad. Era una pequeña escapada. ¿Que podía pasar?
Cuando se canso de estar en el antro se fue de ahí dejando todo.
Tomo su bolso y salió.
Las calles estaban solas pero los semáforos funcionaban. Em respeto cada alto y semáforo.
- Hola preciosas. - gritaron del deportivo de alado. - ¿Por qué no nos divertimos un rato?
Em nisiquiera volteo y subió el vidrio.
- andale, muéstrame los pecho. Que ricos se ven. ¿Saben a silicón?
Emily estaba a explotar del coraje. Cómo le daba asco cuando los hombres se comportaban como cerdos.
Aceleró en verde y en una enorme calle ancha noto que el deportivo las seguía.
Ella aceleró pero el deportivo de los jóvenes la arrebazo y atravesó el carro.
- ¿Que se cree este estúpido?
- Emily, deberíamos irnos.
Emily molesta le dió su celular a su amiga. Llama a Archivaldo mandale ubicación, por favor. Si hay algo te vas
Los jóvenes eran más o menos unos cuantos años más grandes que ella. Se bajaron del deportivo y se recargaron en este prendiendo un cigarro. - Así me gusta. Ven aquí chiquita.
Emily saco de bajo del asiento el regalo que le había dado su padre luego de graduarse de sus clases de tiro.
- ¿Quieres que te enseñe los pechos pendejo? - Dijo molesta caminando directo al auto. Los jóvenes al ver lo que tenía en la mano corrieron hacia atrás.
Emily disparo a una llanta. - Malditos puercos, espero que después de esto en su puta vida les quede ganas de decirle algo a una mujer.
Emily disparo a otra llanta. - A una mujer, se le respeta y se le habla bonito. - Ella camino decidida a la otra llanta. - Y este acto estúpido de taparme la calle tampoco se hace. - disparo y camino a la otra llanta. - Al primer no o falta de interés tienen que parar. - Ella paso su cabello a su espalda. - Nisiquiera merecen mi atención pero seguro algún día otra me lo agradecerá... Y por cierto. Estos primores son naturales. - Disparo al vidrio retrovisor.
En eso llegaron unas camionetas en chinga tapando todo el lugar. Archivaldo y Joaquín se bajaron en friega.
- Por cierto. Les presento a mis Hermanos, Archivaldo y Joaquín Guzmán. Espero que sea un placer conocerlos
Emily camino decidida a su carro.
- ¿Que paso? - Pregunto archivaldo preocupado
- Me venían siguiendo. Querían que les mostrará los pecho.
Archivaldo volteo de una enfurecido.
- Agarrenlos a todos. - Grito Arch. - Vete a la casa. Te va a seguir Freddy.
Emily se subió a su auto y les dió una última mirada a los jóvenes del deportivo incados con las manos en la nuca, todos miraban con miedo a Emily. Ella solo sonrió y les tiro un beso.
Joaquín se puso en cunclillas para quedar a la altura de los jóvenes.
- ¿Si saben cómo los Guzmán arreglamos las cosas verdad?
Todos tenían miedo nadie contestaba.
- A tablazos. - Dijo Andrés llegando con una tabla en sus manos.
El deportivo de Emily se alejo del lugar con la camioneta de Freddy detrás de ella.
Después de eso, no solo su familia, todos trataban como princesa a la dueña de ese deportivo.
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Quédate
Science FictionEsta historia narra el tiempo que Elena vivió con Iván y Ovidio Guzmán. Seamos sinceros, no existe nada que justifiqué el comportamiento de estos individuos en la vida real. Pero al fin de cuentas son humanos, con sus errores y sus emociones. Indep...