Suficiente

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— Marco... — Dije asombrada. Parte de su cara manchada de gotas de sangre.

— ¿Que hiciste? — Pregunté horrorizada.

— Vine por ti.

— Marco. No. Yo no...

— Pero que mierda... — Dijo Fer mirando la escena.

— Ya no importa el asesino de Edgar, vine por ustedes. Nos vamos a ir a la casa y todo va a estar bien, todo va a ser como antes

Trague saliva asustada. — Tu mataste al hombre de la cocina. — Dije con mis ojos llenos de lágrimas. — Ese hombre nos cuidaba.

— Lo hice para salvarte, por que te amo. — Dijo Marco.

— Tienes que irte — Dije abrazándome a mi misma.

— Elena por favor perdóname. — Dijo Marco empezando a llorar.

— Marco estas muy mal. Necesitas asimilar lo que hiciste.

— Regresa conmigo, por favor.  — Dijo dando un paso hacia a mi.

— No. — Dije dando un paso hacia atrás. —No te me acerques.

— Por favor. — Dijo cayendo de rodillas con lágrimas cayendo de sus ojos.

— No hagas esto por favor. Ya deja de hacer esto. No puedo. De verdad. Basta. De por sí me es difícil volver a verte y ahora con esta situación de por medio...

— Elena, te he estado esperando.

Fernanda prendió una tele de la sala y puso las noticias.

" Esta es la recopilación de los fines de markitos toys soltero, si algo sabemos es que tiene suerte con las mujeres"

Empezaron a aparecer varios vídeos de Marco con mujeres en antros, besandose, cuando las subía a su auto.

Las lágrimas no podías dejar de bajar por mis ojos.

— Y lo peor es que espera su segundo hijo con Julia. — Dijo el joven del vídeo.

—¡Ya quita eso a la verga! — Grito Marco a Fer.

— Elena, te amo. Te he amado hasta cuándo no lo has hecho tu misma. Quiero que te ames más de lo que puede hacerlo cualquiera y te des cuenta que él no es bueno para ti. — Dijo Fernanda.

Yo no podía parar de llorar.

—Elena no la escuches. Yo te amo. Mírame, estoy aquí frente a ti pidiéndote otra oportunidad. ¡Yo te salve!

— No va a funcionar.

— Podemos intentarlo. Elena yo aún te amo mucho. No puedo hacer nada sin ti, no puedo comer, ni dormir, no puedo vivir otro día así.

— Me cansé de intentarlo. Ya no puedo más.  No puedo. — Trague saliva. — No me arrepiento de lo que te dije alguna vez. Fuiste mi vida. Pero ya no puedo Marco. Ya no puedo ignorar cosas como esas. El dolor me mata poco a poco. Estoy cansada de darte todo lo que tengo y aún así sentir que no es suficiente. Quiero dejar de sentirme insegura de mi cuerpo por creer que haces estas cosas por qué no luzco como ellas, como Julia, por qué mis labios no son suficientemente gruesos o mis senos lo suficientemente grandes. Lamento no estar tan alta. Lamento no tener ese porte. Lamento no tener esa actitud. Lamento no ser lo que te gusta.

— Elena...

— No. Marco quiero dejar de sentir que hay algo malo en mi.

— ¡Mírame! — Grito Marco enfurecido, mire como todas las venas de su cuello se saltaron y su cabeza se puso roja del esfuerzo

QuédateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora