Llegamos a Culiacán e Iván no paraba de verme. - No te vas a bajar así.
- ¿De que hablas?
-Te van a reconocer. Y el trato solo es venir a ver a tu amiga. -Hizo una pausa. - Elena, te juro que si huyes le vuelo la cabeza a Marco.
- Ya me dijiste Iván. Ya acepte quedarme contigo -Dije molesta-... ustedes. -Corregí-
-Bueno entonces...
- Dame tu cachucha.
-No. - Dijo seguro. -Es mi cachucha
- "Es mi cachucha" - Dije imitándolo molesta. - Siento que fuiste un niño muy egoísta. Te la voy a devolver.
- Elena, es muy importante esta cachucha, si la pierdes...
- Siii, siii. - Dije poniéndome la cachucha, "es una simple cachucha negra" pensé. Me mire analizándome... Me gire a la parte de atrás de la camioneta y tome una chamarra que había ahí.
- Eso es de Alfredo.
- Se lo voy a regresar, Iván. - Dije intentando fingir que no me causaba molestia su comentario. Gire mi cabeza a todos lados hasta que me le quede viendo con una sonrisa. -
-¿Por que sonries?
- Tus lentes negros. - Dije estirando mi mano.
Iván suspiro molesto y se los quito. Me quede ida ante tus ojos verdes y su piel entre clara y amarillenta.
- ¿Que?- Pregunto extrañado
- Nada- Dije con vergüenza. Que tonta pensé. Nomas falto que me cayera la baba.
Me la puse todo, y baje discreta al edificio.
Camine directo al departamento sin hacer ninguna pausa, cuando toque la puerta, Fernanda se quedo ida unos segundos y luego me abrazo muy fuerte igual que yo a ella.
Sin querer las lagrimas empezaron a salir de mis ojos y me sentí tonta hasta que escuche como esa se sorbio la nariz. Ella también lloraba.
-Te extrañe mucho - Dijo sin soltarme llorando ahora mas fuerte.
- Yo también te extrañe muchísimo. - Dije apenas
- ¿Qué paso? ¿Cuándo te soltaron?
Sentí mi estomago revolverse.
- Tengo que volver.
-¿Que?- Pregunto ella asombrada.
- Aceptaron dejarme verte, pero debo volver.
- ¿Quieres que le hable a Marco?
-No... Entre menos contacto tengo con el, ahorita mejor.
-¿Que paso?- Me pregunto Fer.
- El niño de Julia es de él.
-¡¿QUEEEEEEEEE?!
- Hijo de su... Elena lo voy a matar cuando lo vea. Lo voy a matar
-No... -Dije triste.- Tu no viste su cara de emoción cuando veía a su bebe.
-¿Pero no entiendo por que tienes que volver?
-Si huyo van a matar a Marco.
- Te dije Elena, te dije que Marco era un problema. Mira lo que ha hecho. Los problemas que te ha causado. Elena no importa que pase con Marco. Necesitamos llamar a la policia.
Suspire. -Fernanda no puedo.
Fernanda cerro los ojos tragandose su coraje.
- Me caes taaaaaaaaaaaaan gorda. Neta.
Rei. - Yo te quiero mucho. - Dije divertida.
- Elena, es que... Wey no. No.
- Es la vida de una persona.
- La del inútil de Marco contra la tuya, Elena. Estoy arta. Mira, pero bien arta de tu complejo de madre Teresa de Calcuta.
- Ya Fer. Sabes que no lo hare. Y tu tienes que fingir que no me viste, que no sabes nada.
- Elena, ya va para la semana, y a todos nos tiene locos saber algo de ti. ¿Quién te trajo?
-Iván.
- ¿Archivaldo Salazar?
Asentí fastidiada.
Rio. - ¿Por que esa cara?
- Es... la personas mas estresante del mundo.
- Parece que ya hay confianza.
-Ya hay ganas de ahocarnos.
-¿Pero estas bien? ¿Te tratan bien?
-Mejor de lo que crees. ¿Por cierto Jorge, realmente se llama Néstor y no es doctor... trabaja para Iván y Ovidio
- Necesito que me digas donde te tienen si algo pasa.
- En un rancho muy lejos de aqui. Pero Fer tu tienes que dedicarte 100% a encontrar al culpable.
- ¿Y ayudar a Marco? Naaaaaaaaaacreo
- No a Marco. A mi. Cuando sepan que no es Marco el culpable me soltaran.
-Odio tu plan.
-Me tengo que ir. Iván no me dio mucho tiempo. Pero te quiero mucho. -Dije volviendo a abrazarla. - Y recuerda no sabes nada. Y no le digas a Marco.
- Es un trato. Ratita. - Dijo abrazandome fuerte
Me salí del departamento y sin quererlo las lágrimas no podían dejar de salir.
Me subí a la camioneta e Iván me miró asombrado.
— Que rápida.
— Es peor si duro mas tiempo. Ya vámonos.
— Claro que sí. Pero antes... — Dijo quitándome la cachucha y cuando me iba a quitar los lentes negros vio mis ojos y se detuvo de inmediato. Se quedó serio. — Puedes quedarte un rato más con los lentes.
Le sonreí.
— Entonces vamos de vuelta pero necesito llegar aún mandado.
Ivan manejo a unas casas a las afuera de la ciudad cuando se detuvo. — Solo será un segundo. Pon los seguro. — Iván se bajó y giro a todos lados. Un hombre armado le abrió la puerta y entro.
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Quédate
Ciencia FicciónEsta historia narra el tiempo que Elena vivió con Iván y Ovidio Guzmán. Seamos sinceros, no existe nada que justifiqué el comportamiento de estos individuos en la vida real. Pero al fin de cuentas son humanos, con sus errores y sus emociones. Indep...