Tiempo III

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Lucia al despertar miro un licuado, un suero y una pastilla

— Por Dios mi cabeza.

— Buenos días, bella durmiente.

— ¿Que paso?

— Te pusiste la peda de tu vida. A lo Felipe Calderón.

Lucia sonrio ligero pero se tomó la cabeza.

— Tomate la pastilla y el licuado. Creeme vas a estar fresca en unas horas

— ¿Cómo lo sabes?

— Borracho experto. Peda un martes. Fresco en la escuela el miércoles.

— Es la primera vez que agradezco tener un novio vago

Arch sonrió. Ven.

La llevo al baño. A la bañera.

Prácticamente él la baño. Compro un jabón especial y puso velas.

— Archivaldo de verdad dudo poder tener relaciones este día.

— No es lo que planeo. Quiero consentirte

Platicaron mientras él le daba masaje, espalda, pies.

Luego le dió una bata.

— Si sirvió. — Dijo emocionada. — Me siento mejor.

—Hay otro lugar que quiero llevarte...

Arch la llevó a la avioneta y ella durmió todo el camino. La avioneta aterrizó literalmente en un rancho. Estaba completamente solo.

— ¿Dónde es aquí? Nunca habíamos venido.

— Este rancho no hay comunicación de nada. aquí nos juntamos cada Navidad. Viene Don Mayo. Mi apa y todos mis tíos. Es la lugar más seguro que tenemos. Solo vienen un par de persona a alimentar a los animales.

Arch ayudo a Lucia a bajar.

— Y este es mi lugar favorito en todo el mundo. — Dijo caminando al establo. — Te presento a Cuervo. — Dijo acercándose a uno de los caballos. Este parecía emocionado de verlo. — Lo encontré cuando era un potrillo. Estaba atrapado en una cerca y no  era el caballo fuerte y grande que ves ahorita. Era una cosa flaca y desnutrida. Creyeron que moriría. Me dedique a cuidarlo y alimentarlo. Se miraba que lo habían maltratado. Le daba vitaminas y dormí un par de veces ahí. — Dijo señalando una esquina. — No le tenía confianza a nadie. ¿Sabías que un caballo solo se echa para dormir cuando se sienten completamente seguros?

— No. — Dijo Lucia acercándose al caballo.

— Este siempre dormía parado. Quería demostrarle, que confiara. Que descansaría mejor así. Y hasta que lo logré. Un día desperté y estaba echado con su cabeza en mis piernas. Desde entonces no deja que nadie más lo monte.

El cabello restregó su cara con la de archivaldo.

— Yo también te extrañe wey. — Dijo acariciándolo. — Él me enseñó de paciencia, por qué ganarmelo no fue fácil. También le tenia que hablar bonito. — Dijo riendo. — Si le hablaba en un mal tono me tiraba de su lomo... Él fue mi primer mejor amigo. Y me dió más lecciones que nadie en la vida. Y hasta la fecha lo sigue haciendo.

Lucia sonrio.

— ¿Por qué me trajiste aquí?

— Por que si algo me enseñó Cuervo es que para ganar su confianza, tuve que confiar en él. Me tuve que esforzar y tener paciencia. Y me quedo claro ayer que yo perdí la tuya. Cuervo no me podia hablar. No pude dialogar con él para saber cómo se sentía, lo cual hacia las cosas más difíciles... Pero contigo si puedo. Quiero que seas sincera todo el tiempo. Que me digas que tienes. Que te hace sentir tan insegura, por qué actuaste así ayer y que puedo hacer para remediarlo.

Lucia acaricio despacio al caballo y luego miro a archivaldo. Dió un suspiro y entre este dio un sollozo.

— Te va a gustar alguien más, lo sé y seguramente tendrá mejor cuerpo, o estará más bonita....

Arch no pudo evitarlo y abrazo a Lucia.

— Sabes que la conexión más importante entre tu y yo no es nada físico.

— Pero es que... Luego ella me habló... La escuché... Y la Vi... Y... — Decía mientras seguía sollozando.

Arch la abrazaba más fuerte.

— Llora, sácalo todo.

— Eres un maldito idiota. Cómo pudiste. Todavía después de ese bonito fin de semana en costa rica. Te llevaba una matita con girasoles que yo pinte en la maceta.

— Llora, dime pendejo, sácalo, no te quedes con nada.

— Odio no poder odiarte. Odio que se que no voy a encontrar jamás a nadie como tú. Con tus ocurrencias y tus sorpresas.

— Dime lo que quieras. Todo lo que quieras decirme.

— Me cagan tu camisa azul.

— A caray ¿y porque?

— Está vieja y descolorida y atrás tiene un hoyo

Archivaldo sonrió la voy a tirar.

— Mentira. Es la que ella traía cuando la besaste.

— La voy a quemar.

— Y odio no poder olvidar aquella noche en Costa Rica.

— Y odio no poder olvidar aquella noche en Costa Rica

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Pues yo me imagino a archivaldo más o menos así jaja

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