"Regresaré en una semana" Escribió Archivaldo a Lucia y bloqueo su teléfono.
Atenea sonrió al ver archivaldo fruncir el ceño mientras escribia. Cuando él levanto su rostro y miro que ella lo miraba fijo solo sonrió. — Lo siento, es que... Es complicado.
— No te preocupes, no tienes que contarmelo.
— Bueno... En qué estábamos...
— Viajar.
— A si... Viajar. ¿No has pensado conocer otros lados... Como sinaloa?
Atenea sonrió. — ¿Quieres llevarme contigo?
— Yo no dije eso. Aparte no dije que fuera de allá.
— No tienes que fingir que no lo pensaste. — Dijo ella.
Archivaldo se sintió algo estúpido y solo levanto los hombros.
— Escucha. Eso no va a pasar, yo tengo a mi familia aquí, tengo que quedarme a apoyar en lo que pueda, y tú... Tu tienes algo complicado de dónde eres. — Dijo Atenea sonriendo.
— No es nada.
— Vi tu rostro. Te causa algo.
— Es una buena joven. — Admitió el. — Pero no es para mi.
— Eso es un poco cobarde. — Dijo Atenea dándole un trago a su cerveza.
— ¿Disculpa?
— Decir eso de... "Mereces algo mejor" — Dijo ella riendo. — Tu puedes ser algo mejor.
— No lo sé...
— Tu problema es creer que mereces todo por tener un buen físico y dinero... Uno debe demostrar que es más que eso.
— No ocupo demostrar nada a nadie.
— Si ella te interesa. Yo creo que sí. — Dijo Atenea. — y más si es que ya le fallaste una vez.
Archivaldo se quedó pensando. — ya le falle una vez. — Admitió.
Atenea rio irónica. — Lo sabía. No olvides que todos tenemos el beneficio de la duda, pero la confianza y la desconfianza se ganan.
— ¿Y que se supone que haga? ¿Que me monte en un caballo y le lleve flores?
— ¿Eso es lo que quieres hacer? ¿Es lo que te nace?
— Pues... No.
— ¿Entonces? ¿O definitivamente no tienes interés en arreglar las cosas? Por qué si es así entonces mejor si déjala ir.
Archivaldo arrugó un poco la cara. — Si quiero pero... Sonará muy machista pero me lleno de coraje al pensar que podría salir con otro.
Atenea sonrió. — Lo vez, tu problema es que no te quieres esforzar en nada. O te esfuerzas en recuperarla, o te esfuerzas en dejarla ir.
Archivaldo se quedó pensando.
— A ver una foto de ella. — Dijo Atenea.
Archivaldo saco su teléfono y le mostró una que les habían tomado antes de un beso.
— Es guapa. Y como te dije... Se ve que te causa algo. Se ve un bulto ahí. — Dijo Atenea apuntando la pantalla del teléfono.
Archivaldo soltó la carcajada.
— Sabes, creo que eres muy malo ligando. Hace un rato me querías llevar a sinaloa y ahorita me muestras una foto de tu novia de allá.
Archivaldo sonrió. — En primera no es mi novia.
— Pero te hubiera gustado que lo fuera. — lo interrumpió. — Tiene bonitas piernas, me gustan
— A mí también. — Admitió archivaldo. Luego suspiro. — Creo que soy muy malo ligando
— No, — Dijo Atenea. — Aún me interesas. — Archivaldo se sorprendió. — Pero no soy una urgida, déjare que esto fluya. Podemos conocernos, si quieres volver con ella está bien. Si un día vuelves podemos salir.
Archivaldo dejo de sentir deseo por Atenea, le llamaba la atención, no sabía en qué sentido, pero sabía que no quería perder comunicación con ella.
— Creo que ya nos complicamos mucho por una noche. Solo dale un shot a la botella de allá y vamos a bailar. — Dijo la joven parandose.
Archivaldo no puso ningún pero, eh hizo lo que la joven le dijo.
Toda la noche y madrugada la pasaron muy bien.
Hasta que amaneció y Archivaldo camino hacia su abuelo. — Ocupo regresar a Culiacán hoy.
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Quédate
Science FictionEsta historia narra el tiempo que Elena vivió con Iván y Ovidio Guzmán. Seamos sinceros, no existe nada que justifiqué el comportamiento de estos individuos en la vida real. Pero al fin de cuentas son humanos, con sus errores y sus emociones. Indep...