Los hombres rápido fueron por sus armas y archivaldo mando a qué Dimitri y las demás las protegieran en un cuarto de seguridad.
- Ya le hable a mi apa. Ya viene. - Dijo Joaquín.
- ¿Dónde esta el tío Ovidio y el tío Alfredo?
- Creo que dormidos.
- Hay que dejarlos dormido, hay que hacer que no se acerquen a la casa. - Ordenó Arch.
Todos corrieron y se escondieron.
A lo lejos se veía el polvadero que dejaban unas camionetas azul oscuro.
Empezaron a disparar. Pero parecían aprueba de balas. No las dañaban con nada.
Se empezó a bajar gente de la camioneta y empezaron a contestar el fuego.
Los hombres que parecían portar uniforme azul se acercaban y solo golpeaban a los hombres y los metían a las camionetas. Eran muchos. Eran demaciado.
Archivaldo miro que casi agarraban a Joaquín así que corrió hacia el uniformado y empezó a pelar a golpes.
El hombre saco un cuchillo, lo estaba acercando al cuello de archivaldo. Cuando el uniformado fue golpeado por una patada en la cara
Iván ayudo a su hijo a levantarse rápido. Le dió disparo al policía pero eso no lo detuvo.
Peleaban a puño limpio Iván saco un arma y empezó a forcejear con el uniformado para poner la pistola dentro de su boca cuando un golpe muy fuerte en su cabeza lo dejo ido unos segundos
El uniformado pateó la pistola.
- Sabes... Había escuchado de yernos problematicos. Pero que quisieras volarme la cabeza de un balazo en la boca te hace definitivamente el ganador. - Dijo el señor Alcaraz
Iván seguia atarantado en el piso.
El hombre se quitó el pasamontañas. Y se sentó en cunclillas frente a Iván. - Hola Yernito.
Iván tomo su cabeza. El hombre le pateó el estómago. E Iván se quejó del dolor. - Que te diga yerno, no significa que me agrades... Ni significa que me puedas seguir suegro.
Iván seguía en el piso tomándose el estómago.
- Mira que llevarte a mi hija y nieta a Alemania. Me quitaste a lo que más quería. - El hombre volvió a patear a Iván
- Usted la dejo sola. - Dijo Iván tociendo sangre. - Yo no le quite nada.
- ¡Pudiste dejarla! No ser tan egoísta. ¿Pero siempre tienes que obtiener lo que quieres no? Y siempre es sin importante el daño que causas. Eres como un puto ciclón. Solo dejas desmadre a tu alrededor.
Iván sonrió con sus dientes ensangrentados. - ¿Tal vez con eso enamore a su hija, no lo ha pensando? - el hombre volvió a patear a Iván pero esta vez en la cara.
- Y ahora hasta tu propio hijo te entrega a la ley...
Iván levanto la vista sorprendido.
- Pero es que mira que... Tirarlo de la avioneta... Hacerle un atentado. Definitivamente no deberías esperar regalo del día del padre este año. O tal vez te lo pueda llevar a la tumba...
El hombre volvió a golpearlo.
Iván estaba en el suelo escupiendo sangre.
Estaba aturdido. Archivaldo no podia haberle hecho eso. Es su hijo como podría.
El hombre saco una pistola eléctrica y se la puso en la espalda a Iván unos segundos. Sintió como si tuviera una quemadura de tercer grado
- Sabes... Aún no sé si entregarte a los gringos o matarte poco a poco. -dijo el hombre ahora poniendo la pistola de choque en el pecho de Iván
Este respiraba apenas no paraba de escupir sangre.
- Con los gringos duras DIAS sin comida y agua. No dormirás. Y te trataran como la mierda que eres. - El hombre agarro vida y patio a Iván en sus partes
Iván estaba evitando quejarse, pero luego de ese golpe no pudo evitarlo. Se agarró la entre pierna mientras rodaba en el piso.
- Pero... Sabes que también considero muy importante. - Dijo sacando un cuchillo. - Caparte. El mundo no merece otro hijo tuyo.
- ¿Apoco no se te antoja otro nieto? - Pregunto Iván en el suelo. Apenas.
El hombre se acercó furioso a Iván y este empezó a intentar evitar que se acercará a su pantalón.
- ¡Déjame en paz! ¡pinche loco!
El hombre acercó su cuchillo a su boxer cuando...
Un golpe en seco dejo inconsciente al suegro de Iván. Haciendo que cayera como peso muerto a lado de su querido yerno
Ivan párpadio un par de veces. Y miro a archivaldo para con un arma en la mano.
Había golpeado a su abuelo con la pistola en el cuello.
- Ya estamos a mano. - Dijo Archivaldo ayudando a su padre a levantarse
- ¿Tu lo llamaste?
- Así es. Sus hombre están detenidos afuera. Y el abuelo inconsciente aquí adentro. Tenemos un pendiente menos.
- Estábas molesto conmigo por qué te arriesgue con esas pruebas. - Dijo Iván entre quejidos sentandose en la sala. - Pero tu también acabas de arriesgar a tu noviecita.
- Yo le di una hora al pinche viejillo. - Dijo mirando al hombre inconsiente en el piso. - Pero parece que decidió venir antes.
- Arriesgaste a tu hermano también.
- ¿Cree que soy idiota? Mi querido abuelito me pidió un arsenal la última vez que lo ví. Al parecer ya ni la policía quería surtirlos. Les di balas de salva.
- Pinche chamaco. Pero el cuchillo era real. Me pude haber quedado sin huevos.
- y yo pude haber muerto o haber quedado paralítico. - Dijo archivaldo molesto. - Estamos a mano.
Iván escupió sangre. - Pinche chamaco. Estoy muy orgulloso de que seas mi sangre.
- Yo también lo quiero apa, pero iré a amarrar al viejillo antes de que despierte. - Dijo Arch.
- Por cierto alguien vino a apoyar. Parece que tú si tienes suerte con tu suegro.
En eso entro Carrillo por la puerta principal.
Miro aliviado a Archivaldo. - Pinche plebes estás vivo. ¿Dónde está Lucia?
- Está con sus amigos en un cuarto de seguridad con varios hombres.
Carrillo sonrió. - Sabía que la cuidarias.
En eso archivaldo sintió un dolor punzante en la espalda. Y alguien el arrebato la pistola. Era un hombre de su abuelo.
La pistola de archivaldo cayó al suelo y golpeo la de su abuelo. Archivaldo y el hombre forcejearon por el arma. Carrillo apuntaba al hombre que peleaba con archivaldo pero se movían mucho y no quería lastimar a su yerno
El abuelo de archivaldo despertó y tomo su cuchillo y corrio hacia el cuerpo que tenía más cerca. Luego de eso se escucharon 3 detonaciones.
A los segundos. Había una enorme mancha de sangre en el tapete.
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Quédate
Science FictionEsta historia narra el tiempo que Elena vivió con Iván y Ovidio Guzmán. Seamos sinceros, no existe nada que justifiqué el comportamiento de estos individuos en la vida real. Pero al fin de cuentas son humanos, con sus errores y sus emociones. Indep...