Estando en Berlín - (Manuel Neuer)

CAPÍTULO 136

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Rápidamente sentía cómo esta industria de la belleza me empezaba a consumir. Sentía que era como un gran monstruo imponente ante el cuál siempre iba a quedar en desventaja. Por supuesto, era yo quien me había querido adentrar en él incluso teniendo los pronósticos de Derek en mi contra; ¿Sería entonces muy tarde para renunciar? No lo quería a él repitiéndome consecutivamente "te lo dije", o "te lo advertí", así que decidí avanzar en cambio. Aunque todo se empezara a tornar oscuro. Sebastian Schwartz no era el que amedrentaba a las modelos por los detalles que se les dificultaba pulir, tal y como bajar de peso o no ser capaz de mantener una postura estática por más de diez minutos seguidos, pero no se mostraba afectado tampoco por tales hechos, lo cual dejaba entrever lo déspota que podía llegar a ser. Era muy injusto a mi parecer. A mí solo me habían llegado a reprender por estar hablando con Mandy, a la que yo había apodado "la chica de ébano". Desde entonces seguí guardando un total silencio por temor a ser verbalmente maltratada.

Todo marchaba bien en cuanto a la decoración y la planeación de la boda; estábamos a menos de un mes de contraer nupcias mi amado Derek y yo.

-Hermana, este es lugar perfecto para celebrar una boda por lo alto. Dime que no soy la mejor manager de todas- Espetó con aires de arrogancia aunque con un notable humor divertido. Cómo siempre.

- Sí que lo eres, Lauren- Reí mientras apreciábamos la belleza magistral de aquel sitio en el que se veía un precioso lago. La ceremonia sería justo allí, un amplio pasillo en el que irían acomodados los asientos elegantemente sin exagerar tanto. Una alfombra fabricada expresamente para que yo me desplazara enganchada del brazo de la pareja de mi madre quien me entregaría al altar a Derek. Estaba realmente emocionada.

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-Dinah, estoy en grandes apuros-. Confesé al tomar un sorbo del té verde que me había brindado al llegar a su casa. -Por cierto, esto no engorda. ¿Verdad?- solté preocupada.

Ella rio mirándome con ternura. -Claro que no engorda. Dime cuál es el asunto que te tiene así-. Cuestionó sin quitar de su semblante esa gentileza.

-En menos de un mes será la boda, Dinah. Ya casi todo está listo gracias a Lauren.

-¿Casi todo? Me imagino que tu vestido será lo más precioso que mis ojos hayan visto.

-¡Ese es el problema, Dinah!- Chillé con angustia.

-¿Qué? ¿El problema es acaso lo hermoso que será el vestido?- río de nuevo confundida.

-El problema... ¡Es que NO HAY vestido!- Exclamé finalmente exagerando mi pronunciación y ademanes al decir la frase No Hay.

Ella me miró con aterro entreabriendo la boca y agachando la mirada.

-Demonios, ese sí es un gran problema. Supongo que querrás que te ayude, ¿no es así?- preguntó llevándome directamente a la solución del problema y yo solo me limité a asentir con la cabeza mostrándole mi preocupación. -Uhm... De acuerdo, déjame ver qué puedo hacer. Creo que puedo hablar con el señor Schwartz.

-¿Ah sí?- musité esperanzada.

-Claro, cariño- me guiñó un ojo amablemente. Dinah era grandiosa.

*-Hola, Sebastian*- Contestó. -*Todo marcha excelente. No podría estar mejor*. La línea para la primavera se está vendiendo muy bien, ha tenido una gran acogida en el público. El color durazno es tendencia*. *Por supuesto*. *Oye, Sebastián, ¿puedo hacerte una pequeña consulta?*- Entrecerró los ojos reposando su dedo índice en sus labios. -*Correcto. Es en cuanto a tu mejor pupila, tu promesa del modelaje*. Dijo risueña. -*Así es, hablo de Taylor Samuelsen. Como sabes, dentro de poco será su boda con, nada más y nada menos que Derek Hoffman. Sé que aún no ha debutado, pero créeme que esto puede ser una gran oportunidad aprovechando a la vez lo popular que es Taylor ahora y el mundo que los rodea a ambos por el prestigio de Derek. Así que el trato sería que yo la vistiera, es decir, crear su vestido de novia, y tú la impulsarías como modelo para vestidos de ocasión. Creo que sería una oportunidad perfecta para todos, ¿No crees?*- Wow ¿era cierto lo que Dinah estaba consiguiendo para mí? No lo podía creer, eso sería maravilloso. -*Correcto, muchas gracias, va a ser algo excepcional. Estaremos en contacto entonces, bye*.- Colgó.