Estando en Berlín - (Manuel Neuer)

CAPÍTULO 14

-Yo soy Taylor. Taylor Samuelsen- Respondí estrechando su mano.

-¿Quieres ir a la cafetería conmigo?- Preguntó.

-Claro.

-¿Qué te trajo por aquí, Taylor?- Cuestionó al tomar asiento en una de las mesas de la enorme cafetería. -¿No dicen que Norteamérica es el sueño de todos?

-¿Eso dicen?... No lo sé, realmente. Y quisimos venir a vivir aquí ya que queríamos cambiar de estilo de vida.

-Eso está muy bien. Aveces es aburrido mantenerse en la zona de confort por tanto tiempo. Es bueno cambiar.

-Así es.

-Y, bueno, ahora que estás aquí, ¿será que me podrías ayudar con el inglés?- Enarcó una ceja y sonrió.

-¿Cómo quieres que te ayude?

-Manteniendo diálogos en inglés siempre que podamos- Respondió.

-Sí, por favor. Es incómodo siempre hablar en este idioma tan enredado y molesto- Respondo esta vez yo un poco nerviosa.

-¡¿Oye, pero qué tienes en contra del alemán?! ¡Es el mejor idioma del mundo y el mas fácil!

-¿De qué hablas? Es super difícil sin contar la pronunciación. Y no es el mejor sólo porque a ti te parezca. El inglés es mucho más sencillo. Todo el mundo debería saber inglés.

Él rió en tono burlesco sabiendo que yo bromeaba.

Tenía un estilo extraño. Algo así como de los 60's, algo rockero. Camiseta blanca básica y chaqueta de cuero negra, jeans entubados con un cinturón igualmente de cuero y realmente no supe como definir sus botas. Tiene tal apariencia que por un momento pensé que debía dedicarse a algún arte.

-Y dime, ¿ya tienes a alguien?

-¿Qué?...

-Que si ya tienes pareja...

-Ah, no. No he conocido a alguien aun desde que llegué. Me resulta difícil crear una relación tan cercana con alguien-, confesé mientras movía mis manos a la vez que hablaba.

-Sí, debe ser incómodo, lo siento si te he intimidado o algo- Se disculpó.

-ja-, reí tras su comentario que sugería que era tan atractivo que me estaba refiriendo a él.

-Bueno, Taylor. Me dio mucho gusto conocerte, me gustaría seguir hablando contigo. ¿Te parece bien?

-Claro que si

-Te veo luego.

Por alguna razón su compañía me había resultado agradable a pesar de que solo habíamos intercambiado tres líneas y aparecido y desaparecido en instantes.

~

El viernes de la semana siguiente acompañé a Derek a la primera reunión oficial con sus compañeros de trabajo. Estaría abierto a la prensa e iba a ser algo ameno para él. El doctor Schmidt había dicho que ya estaba listo para empezar a calentar de una forma suave y no tana agitada. Yo fui camuflada, prácticamente. No quería que los medios vieran mi rostro y empezaran a fantasear y menos después de lo que Emma había supuestamente confesado. Recogí mi cabello y me puse una gorra negra. También me puse mis lentes de sol y una camiseta que él me había dado de la selección alemana de fútbol soccer. Todos rápidamente supieron que yo era quien estaba encargada de su cuidado así que me pasaron por alto.

-¡Hey, hermano!- Le gritó un tal Müller.

Ellos se abrazaron como un par de amigos de toda la vida. -Te hemos extrañado mucho, Alemania te ha extrañado. No ha sido lo mismo sin ti, ¿dónde has estado metido que nadie supo nada sino hasta hoy?

-Mi familia ha querido que todo sea privado. Me mantuve encerrado en mi Penthouse por todo este tiempo y sólo salí hasta hace una semana.

-Ah, con respecto a lo de hace una semana... paso algo el viernes, ¿no?

-Si, jugué con algunos niños que eran mis fans. Fue algo genial.

-No, me refiero a que los medios te captaron con una chica que no era Emma.

-Ya terminé con Emma.

-¡¿Terminaste con la modelo más hermosa de Alemania?!

-En realidad todo fue un malentendido y ella no me quiso escuchar. Están diciendo que estuve saliendo con alguien más y que la engañé, pero eso es completamente falso, mucho menos después de que te haya caído un rayo y estuvieras prácticamente postrado en la cama por mucho tiempo.

-Los medios a veces son insoportables. ¿Pero entonces quién era esa chica?

-Era una de mis empleadas. No empieces a especular tú también.

-No, tranquilo. No lo haré.