Estando en Berlín - (Manuel Neuer)

CAPÍTULO 115

El itinerario de Derek y Thomas era muy apretado generalmente; tenían muchas cosas que hacer y a las cuales asistir por causa de su trabajo. En una de esas entrevistas Derek había al fin decidido confirmar nuestra relación aunque ya fuera más que obvio, dejando conocer mi edad, mi nombre y nacionalidad y algunos detalles mas; mucha gente empezó a seguirme en mis redes sociales permitiéndome así colocar una insignia de verificación en estas. No puedo ocultar que me sentía importante.

Por su parte Thomas también había salido a confirmar su relación con Lauren cambiando su edad por una mucho más mayor; incluso confirmó estar esperando un hijo con ella, cosa que hizo revolucionar aún más la situación entre sus seguidores. Era bastante extraño tener tanta atención sobre ti incluso cuando hacías todo lo posible por no llamarla.

Tal y como Derek lo había prometido antes de viajar a Brasil, al regresar iríamos a viajar a varias partes del mundo: Lauren y yo no conocíamos otros lugares de Europa así que viajamos a Francia, España, Italia, Inglaterra (en donde fuimos a conocer más sobre la vida de Harry, su hogar y su trabajo dándonos cuenta que tenía más dinero del que creíamos) y por último fuimos a Grecia. Por supuesto no nos quedamos mucho tiempo en cada uno porque era todo un plan de viaje en tiempo récord, sin embargo podíamos quedarnos en la última parada y nos regresaríamos a nuestro punto de partida sin ayuda de la agencia organizadora.

-¿Estás lista, cariño?- Preguntó Dinah a Lauren mientras la esperábamos sentadas sobre la cama del cuarto que había compartido con Thomas en Grecia.

-Sí, espera un poco-. Respondió estando aún encerrada en el baño. -Amm... Taylor, ¿es común que la menstruación te venga tan fuerte cuando estás embarazada?- Dinah abrió los ojos como platos y se incorporó de un brinco estando dentro del baño en menos de lo que alcancé a comprender.

-¡¿Lauren qué es todo esto?!- Gritó Dinah despavorida. Entré de inmediato al cuarto de baño para encontrarme con la terrible escena de Lauren con sus pantalones escurridos en sangre, y esta de ninguna manera se detenía.

-¡Demonios!- Grité y Dinah llamó una ambulancia. Thomas fue con ella y le pedimos a un taxista que siguiera aquella ambulancia con urgencia.

-Lo siento amigos. Esta chica ha sufrido un aborto espontáneo. Al parecer el feto tenía una malformación y pasó entonces esto-. Dijo la señorita enfermera en inglés y Harry y yo nos paralizamos y nos fue muy difícil traducirlo a los demás.

-¡¿Por qué?! ¡¿Por qué tiene que pasar esto?!- Lloró desconsoladamente. Realmente quería ese hijo, quizá mucho más que la misma Lauren.

-Perdón interrumpir-, Irrumpió aquella insolente enfermera. -¿Será que le puedo pedir un autógrafo?

-¡No sea cínica! ¡Acabo de perder a mi hijo y usted preguntando por basura!-. Por un momento pensé que le iba a pegar, pero en cambio le arrebató la libreta, se la estrelló contra el piso y la pateó lejos. No podía juzgarlo, su dolor era realmente profundo.

Cuando al fin pudo ver a Lauren ella lo miró con el semblante más triste que jamás le pude haber visto. Él se acercó y tomó su rostro entre ambas manos.

-Dime por favor que no hiciste nada para provocar ese aborto, Lauren...

Ella negó con la cabeza y las lágrimas no cesaron entre los dos sino hasta un buen rato después. Decidimos no intervenir en ese momento tan íntimo y catastrófico que les pertenecía, pero sin embargo Dinah se acurrucó en los brazos de Harry llorando de una manera tan tenaz como jamás la había visto.

-Llévame al hotel, Harry. No voy a soportar esto.

-¿No quieres estar aquí para tu hermano?- Preguntó consternado.

-No, Harry. Cómo quisiera... Pero no puedo seguir aquí. Si me quedo un minuto más no sé qué pasará conmigo.

-De acuerdo, cielo-. Concluyó Harry sin más por hacer, y se la llevó nuevamente al hotel dejándonos a Derek y a mí presenciando la escena.