Estando en Berlín - (Manuel Neuer)

CAPÍTULO 83

-Mi hermanita querida aún no entiende que compartimos cuarto. Se fue a no sé dónde y me dejó esperando a que regresara con la maravillosa tarjeta para abrir la puerta-. Reprochó con falso entusiasmo en tono irónico y se incorporó para entrar al cuarto.

Tomó un baño cortó y se puso algo cómodo. La notaba muy callada y en una actitud más apacible que de costumbre. ¿A caso le sucedía algo?

-Lauren,

-¿Sí?- Preguntó mientras secaba su cabello.

-¿Te sucede algo? -A lo que ella me miró y sonrió sin mostrar sus dientes.

-No.

-Ah... si te pasa algo, lo que sea me puedes contar.

-Gracias, hermanita-. Salió nuevamente del cuarto.

~

Ya eran las seis de la tarde; el día de ayer a esta hora me hallaba vagando en algún rincón desconocido de esta gran ciudad presenciando peculiares hechos que nunca había visto, viéndome en apuros por salir de allí. Ahora mismo apreciaba la vista panorámica desde el mirador del hotel; y finalmente mañana de nuevo a esta misma hora se iría sabiendo ya si Alemania pasaba a las finales. Estaba ansiosa y nerviosa por saberlo y sé que Derek lo estaba el doble porque él lo viviría en carne propia y de él iban a depender mucho los resultados.

-Al parecer Thomas anda en un romance secreto-. Supuso Dinah acercándose al mirador también.

-¿Thomas? Tu hermano-. Deduje.

-Así es. Creo que es una chica que acabó de conocer; sin embargo dice que no tiene fotos de ella y no quiere hablar mucho al respecto.

-Las chicas brasileras son muy atractivas, seguro se trata de una de ellas-. Dije recordando jóvenes bailando ayer casi a medio día.

-Sí, y bien por él. Pero me carcome la duda-. Mencionó intrigada. -Ademas me preocupa que eso lo desconcentre.

-Todo estará bien, créeme. Por lo que veo es alguien muy disciplinado.

-Lo es. También suele ser alguien distante e independiente cuando algo raro le sucede. Por eso creo que está enamorado o algo así.

-Quizá solo está nervioso o ansioso como Derek-. Ella asintió pensativa.

Después de que se marchara decidí llamar a Harry puesto que había sido como un trato el ver el partido juntos; así que estaríamos Dinah, Lauren, Harry y por supuesto yo.

*-¿Diga?*- Se escuchó al otro lado de la línea.

*-Harry*-. Mencioné contenta de escucharlo de nuevo.

*-¡Señorita Samuelsen, qué sorpresa tan agradable!- Exclamó ampliamente animado.

*-¿Listo para el partido decisivo?*

*-¡Por supuesto! He apostado con varios amigos y estoy más que seguro de que va a ganar Brasil*.

*-Yo no estaría tan segura de eso*-. Reí. El desempeño de Alemania era uno de los mejores.

*-Ah, como diga. Si está tan segura apueste conmigo*-. Retó desafiante.

*-¿Cuánto quieres perder, Peidl?*- Le seguí la corriente como alguien que hubiera hecho un negocio peligroso.

-*¿Qué le parece quinientos dólares, Samuelsen?*

*-Si eso quieres eso haremos.*

Reímos un rato más. Él sabía de antemano qué tipo de boletos nos darían a nosotras por ser cercanas a la selección a lo que él también había comprado una de esas las cuales eran bastante caras. Sin embargo sé que nos diveriríamos como nunca.

~

No entendía mucho lo que decían pero por supuesto hablaban del partido decisivo entre Alemania y Brasil: Habían altas espectativas por ambos equipos aunque también existían ciertas opiniones divididas, que decían que Brasil solo había llegado hasta esa posición por suerte. Yo había apostado con Harry siendo mi marcador 3-1 a favor de Alemania, y siendo el de él 2-0 a favor del equipo local.

-¿Así se decoran siempre?- Preguntó Lauren mirándose el trasero en el espejo, para ver cómo le quedaban sus extremadamente cortos shorts de mezclilla.

-¡Así es, chiquilla! Es un ritual de belleza- Exclamó Dinah con gracia mientras me terminaba de pintar banderitas de Alemania en cada mejilla. -Sigues tú- Agregó dirigiéndose a Lauren y esta terminó de esconder el borde de su camiseta alemana por dentro de sus shorts.

-Dinah, ¿cuántos años tiene tu hermano?- Formuló pensativa mientras sus ojos apuntaban para otro lado.

-Thomas tiene veinticinco, cariño. ¿Por qué preguntas?- Respondio sin darle mucha importancia.