CAPÍTULO 82

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Sacó la tarjeta y la frotó sobre el censor y de inmediato se abrió. Entramos y cerró la puerta.

-Aquí está- sacó mi teléfono de uno de los cajones de la mesa de noche. -Lo siento-. Dijo mirando al piso-. No fue mi intención mostrar desconfianza por ti. Mis celos son enormes y mi desconfianza por él aún mayor. Pero tienes razón.

-¿En qué?- Inquirí.

-En que si de verdad te amo debo demostrártelo con confianza. Sé que me amas a mí y no te fijarías en nadie más-. Dio un paso hacia mí.

-Espero que de verdad hayas cambiado en ese sentido Derek.

Sin más que decir me abrazó. Sentir su aroma de nuevo era un sentimiento inefable que me llevaba al cielo y me hacía aterrizar nuevamente en la tierra en cuanto dejara de percibirlo. Lo amaba más que a nadie.

Me separé unos centímetros de él para darme cuenta que mis labios estaban más cerca a los de él de lo que abría imaginado. Allí en esa misma posición se lo dije:

-Te perdono, Derek Hoffman- se formó una sonrisa en sus labios.

-¿Exactamente qué parte perdonas?

-Perdono tu falta de confianza aquella vez. También la que acabas de cometer-. Mis brazos rodeaban su nuca.

-¿Algo más?- Indagó esperanzado y suspiré insegura.

No sabía qué hacer.

-No te quiero perder, Taylor. No tienes idea de cuánto estoy sufriendo. Pagando por ello-. Apoyó su cabeza en mi hombro sollozando y sus dedos se aferraron más a mi cintura.

-Te amo, Derek. Perdono tu pena máxima-. Solté y me tomó de los hombros sonriendo, riendo también por la referencia al fútbol que había hecho.

-¿Confías en mí nuevamente?

-Nunca lo dejé de hacer. Quizá sea demasiado tonta. Pero siempre lo hice.

-No eres tonta. Eres demasiado buena-. Mencionó separándose de mí un poco.

-Simplemente sentí que lo debía hacer. Créeme si digo que perdonándote también me siento en paz conmigo misma.

-A veces pareciera que no tuvieras maldad. Dime, ¿no te dieron ganas de vengarte de Lizz Klose? Porque a mí sí.

Reí irónica mirándolo de reojo.

-Apuesto a que si ella se te volviera a ofrecer caerías de nuevo, Derek.

Él miró aterrado.

-Y claro que quise vengarme. Pero de ti. Sin embargo al momento de ejecutar mis venganzas no sale bien nada. Aquí estoy perdonándote todo. Soy incapaz de guardar tanto rencor hacia alguien por mucho tiempo. Aunque... eso no significa que ya haya superado el dolor de tus actos y mucho menos que las cosas hayan vuelto a ser como antes-. Objeté.

-Espera... ¿qué?- Se intensificó más su aterro.

-¿Qué?- Pregunté como si no supiera a qué se refería. Era algo que él debía haber comprendido pero no lo había hecho aún.

-Entonces... ¿aún no puedo besarte ni tratarte como antes?- su semblante se tornó preocupado de nuevo. Yo me limité a negar con la cabeza.

-Entiende Derek. Hay un solo paso tal vez entre borrar el rencor de mi corazón y borrar el dolor. Pero ese único paso puede costarte miles de lágrimas-. Musité y se me quebró la voz al final de la oración.

Posicionó las manos en sus anchas caderas y miró hacia arriba buscando comprender el porqué de mis decisiones.

-Pero confío en que pronto termine el suplicio y continúe siendo la chica más feliz del mundo como lo era antes-. Me acerqué a él y le deposité un tierno beso en la mejilla antes de salir de la lujosa habitación que le habían proporcionado.

~

Is it true that you want it?
Then act like you mean it
The whole world is watching
It's true for them, can you feel?

La la la la la
La la la la la
La la la la la

Una vocesita peculiar y familiar sonaba a través del largo pasillo del cuarto piso, entonando la canción más pegadiza de entonces de una aclamada artista latina: Shakira.

I dare you

Escuché una vez más y me acerqué a quien la emitía.

-¿Qué estás haciendo ahí?- Pregunté con curiosidad sacándola de sus pensamientos mientras mantenía sentada en el piso al pie de la puerta; a medio secar su cabello corto y negro y envuelta en una una toalla blanca. Miraba hacía el fondo del pasillo en el cual había una gran ventana que daba vista a algunas palmeras.

Al verme hizo una mueca de desagrado.

Estando en Berlín - (Manuel Neuer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora