CAPÍTULO 141

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Qué sensación más dulce y delicada, pensé mientras me encontraba entre el inconsciente y el consciente. Derek había enredado su cuerpo con el mío, y me estaba dando algunos besos húmedos en la clavícula. Hacía mucho frío esa mañana y yo solo deseaba estar con él el día entero allí en la cama.

-Logré despertarte con mis besos- susurró Derek, y sentí su aliento en mi cuello.

-Quisiera tenerte así todas las mañanas-, respondí entreabriendo los ojos poco a poco.

-Hay que disfrutar lo que tenemos, mi vida-, respondió, agregando -yo me esfuerzo por que tú lo tengas todo, aunque sé que nunca es suficiente.

-No seas tonto, yo tengo la vida perfecta a tu lado. Y sea la situación en la que hubiéramos estado... Sin dinero, sin tiempo, sin nada, pero contigo... Sería perfecto siempre.

-¿En serio?- contestó mirándome con sus azules ojos profundos.

-Claro que sí. No hay dudas de ello.

Derek y yo pasamos el día entero en la mansión. Cuando él estaba me obligaba a alimentarme muy bien, y a comer grandes cantidades. Así que desayunamos frutas tropicales y jugo de naranja. Después de eso, aprovechando que había un poquito de sol, decidí seguirle la corriente, y entrar a la piscina junto a él. Nadamos mucho , jugamos, reímos y demás. Me hacía verdaderamente feliz, me hacía olvidar de todas las cosas horribles. Amaba a ese hombre.

Los días avanzaron poco a poco, y yo estaba más que lista para mi debut, el cual se haría el mismo día de la boda. En el taller de Dinah me tomaron las medidas, y noté que empecé a subir de peso solo un poco; sin embargo como había llegado a estar más delgada que las demás trainies, este cambio solo significó igualarlas en cuanto al peso, así que no habría problema con ello. Me había encargado de monitorear cada pequeño detalle en cuanto al vestido, el cual estaba quedando precioso; estarías listo más o menos cinco días antes de la ceremonia en la que ambos, tanto Derek, por ser la celebridad que era, y yo, por ser la novia, y el centro de atención, íbamos a ser lo más importante en ese momento. Lauren ya había seleccionado muy meticulosamente decoraciones, platos fuertes, pastel y se había encargado de enviar a cada persona, familia o pareja, su respectiva invitación. Sabía que Harry había estado haciendo preparaciones para venir a vivir a Berlín junto con Dinah, así que lo esperaría con ansias. Derek me había comprado otro teléfono de última generación a falta del que había dejado esa terrible ocasión. Todo marchaba bien, sin embargo yo me hallaba consternada y preocupada todo el tiempo, pensando en el momento en el que Derek quisiera intimar, queriendo tener derecho sobre su esposa. Eso me atormentaba. No deseaba en lo absoluto tener relaciones ni con él ni con ninguno, simplemente sentía que no iba a poder con tanto, mi mente no soportaría y entraría de nuevo en un letargo, o un ataque de pánico. Derek se había vuelto a ausentar y vendría justo tres días antes de la boda, así que me quedaba más o menos una semana antes del gran día.

-Correcto, sabes que la novia y su madre por lo general escogen el peinado y el maquillaje, pero recuerda que cómo estás atada a dos prestigiosas marcas, serás nuestra imágen. Habrá que tomarte una seción entera antes de la boda así que tendrás que madrugar ese día para que todo salga como lo planeamos.

-Qué montón de información, Dinah, apenas procesé las primeras líneas-. Dije burlonamente.

-Lo sé, querida. Imagínate, yo soy la que tengo que recordar todo eso, y no solo tus cosas, sino las de cientos de personas más, a diario. Planear eventos, citas, coordinar una cosa y la otra...

-¿Quién te sustituyó durante el tiempo en Brasil?

-Ah, bueno. Fue una de mis tías. Pero eso me salió por un ojo de la cara-, respondió con preocupación, pero con una sonrisa en la cara.

Estando en Berlín - (Manuel Neuer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora